Ganadores y perdedores de la batalla por la Mesa del Congreso

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Este jueves, se ha constituido el Congreso de los Diputados de la XIV legislatura de la democracia española, con la formación de gobierno aún en el aire. La sesión ha estado marcada por la batalla por los asientos de la Mesa del Congreso, algunos accidentes puntuales y por el perdón que ha pedido el veterano diputado Agustín Zamarrón a todos los españoles desde la Mesa de Edad. Finalmente, la socialista Meritxell Batet presidirá el Congreso y Pilar Llop el Senado y los partidos progresistas (PSOE, Unidas Podemos) conservarán la mayoría en la Cámara Baja. Ciudadanos se ha quedado fuera de este órgano, Vox ha entrado con una vicepresidencia y Unidas Podemos ha conseguido hasta tres miembros con solo 35 escaños.

La mesa, por tanto, está formada por nueve miembros: el presidente del Congreso, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios, por lo que la mayoría se queda en los cinco sillones. Finalmente, en la Mesa se sentarán: Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (PSOE)  como vicepresidente primero, Ana Pastor (PP) como vicepresidenta segunda, Gloria Elizo (Unidas Podemos) como vicepresidenta tercera e Ignacio Gil Lázaro (Vox) como vicepresidente cuarto.

Las cuatro secretarías de la mesa se han repartido de la siguiente forma: Gerardo Pisarello (Unidas Podemos) como secretario primero,  Sofía Herranz (PSOE) como secretaria segunda, Javier Sánchez Serna (Unidas Podemos) como secretario tercero y Adolfo Suárez Illana (PP) como secretario cuarto. Por tanto, el PSOE se hace con tres miembros, Unidas Podemos con tres miembros, el PP con dos y Vox con uno, lo que hace que seis de nueve miembros de la Mesa estén en manos de los partidos progresistas.

La nueva Mesa del Congreso. / Congreso
La nueva Mesa del Congreso. / Congreso

Vox sí ha conseguido un vicepresidencia, pero no un secretario

Vox ha podido conseguir la vicepresidencia cuarta gracias a que PP y PSOE han apostado por conseguir la vicepresidencia primera y la segunda. Gómez de Celis ha conseguido 108 votos y Ana Pastor 101, mientras Gloria Elizo ha obtenido 77 gracias también al apoyo de otras fuerzas. Por tanto, Vox se ha podido colar en la mesa gracias a sus 52 diputados.

Sin embargo, en la votación para los secretarios, sí han dividido más su voto. Herranz (PSOE) ha conseguido 67, Pisarello (UP) otros 67, Sánchez Serna (UP) otros 60 y Suárez Illana 58. Después han tenido que votar de nuevo para desempatar entre Herranz y Pisarello. Aún así, tanto Vox como Ciudadanos se han quedado fuera.

En la XII legislatura, en la que Mariano Rajoy era el presidente del Gobierno, se demostró el poder de la Mesa del Congreso. Es el órgano rector de la cámara, ordena los trabajos, califica los documentos parlamentarios, decide sobre la tramitación o fija el calendario de actividades , entre otras muchas funciones que le atribuye el artículo 31 de la Mesa del Congreso. En una cámara fragmentada, estar en minoría en la Mesa puede complicar las cosas a cualquier partido, ya que tiene el poder de retrasar las iniciativas. En la citada legislatura, el PSOE se quejó de que la mayoría conservadora de la mesa (en ese caso, PP y Ciudadanos) había bloqueado más de medio centenar de iniciativas de la oposición, dejándolas morir en un cajón.

Los socialistas tenían dos prioridades en estas negociaciones: que cinco o más de los nueve sillones fuesen progresistas y que Vox no entrase en este órgano, a pesar de ser la tercera fuerza política solo por detrás de PSOE y PP. Sin embargo, los de Casado no quisieron aislar a los ultraderechistas y propusieron a Vox y Ciudadanos un acuerdo a tres para que las tres fuerzas estuvieran representadas en este órgano, algo que Santiago Abascal rechazó. 

La tensión de las negociaciones se trasladó a la votación en el Congreso, dejando alguna anécdota. En la votación a la presidencia, que ganó Batet con 166 votos frente a los 140 de la ‘popular’ Ana Pastor, la papeleta de ERC llevaba escrita la palabra Llibertat, es decir, que se convirtió en voto nulo. Los de la esquerra no quisieron jugársela en la votación a los vicepresidentes y secretarios, por lo que votaron a los candidatos de Unidas Podemos “para reforzar el cordón sanitario a VOX”, igual que hizo Junts per Catalunya. Pero el voto de los independentistas, junto con el de otros minoritarios, no ha evitado que la ultraderecha conquiste otro nuevo hito en las instituciones. 

La polémica de los juramentos

Una vez finalizada las votaciones y con los nuevos miembros de la Mesa ya en sus puestos, los diputados han prometido la Constitución con diferentes fórmulas, que van más allá del "sí, prometo" del PSOE o del "sí, juro" del PP.

"Con lealtad al mandato democrático del 1-O, por fidelidad al pueblo de Catalunya, por la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados y por imperativo legal lo prometo", decían los diputados de Junts per Catalunya.

Desde ERC han usado también su propia fórmula: "Por la libertad de los/las presos/as políticos y hasta la constitución de la República Catalana, por imperativo legal, sí, prometo". Vox también ha variado ligeramente: "Por España, sí juro".

Para finalizar la jornada, Pablo Casado ha asegurado que algunos juramentos no han cumplido correctamente con este trámite y ha anunciado un recurso de amparo ante la Mesa. Santiago Abascal (Vox) e Inés Arrimadas (Ciudadanos) también han expresado su malestar ante la vicepresidenta, que ha acabado la sesión con un discurso pidiendo "respeto y diálogo leal" a los diputados que formarán el Congreso más fraccionado de la democracia española.

 

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