ENTREVISTA

Rafa Mayoral: “La Jefatura del Estado está en manos de un irresponsable”

  • Conversación con el diputado en el Congreso y portavoz de Podemos

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La política española vive momentos de tensión, otra vez. La oposición al Gobierno de coalición se extiende más allá de las derechas y ultraderechas parlamentarias. Los micrófonos, las tribunas y platós de buena parte del establishment mediático llevan meses tachando al Ejecutivo de "ilegítimo", a pesar de que ha conseguido ampliar una gran mayoría parlamentaria, que se aproxima a los 190 diputados, en la votación presupuestaria. Grupos de militares jubilados anhelan pasados golpistas, el poder judicial se atrinchera en un mandato caducado. La crisis institucional del Estado español se evidencia en el delicado momento que vive la monarquía. Los escándalos que rodean a Juan Carlos I no cesan. De todo esto hablamos con Rafa Mayoral (Madrid, 1974), diputado en el Congreso por Unidas Podemos y coportavoz de la formación morada.

-¿Está Podemos más republicano que nunca?

-No es que Podemos sea más republicano que nunca, es que nos encontramos en un proceso de crisis de la monarquía que está demostrando que la institución tiene un serio peligro de implosión. Hay una crisis de materiales, se está demostrando que la institución monárquica es incapaz de responder a los retos del siglo XXI, que es incapaz de responder a las preguntas que la sociedad se hace en torno a la monarquía y no se entiende que en el siglo XXI la Jefatura del Estado no esté sometida a la soberanía popular, que no sea elegida por la gente en las urnas y que no tenga responsabilidad. La Jefatura del Estado está en manos de un irresponsable, eso jurídicamente viene reconocido en el texto constitucional.

"La institución monárquica tiene un serio peligro de implosión"

En esa situación, la república puede llegar, pero se trata de ver cuál es el proyecto republicano de futuro. Nosotros creemos que tiene que responder a cuatro preguntas fundamentales. Ha de responder a la cuestión territorial, a la cuestión social como elemento central, la cuestión medioambiental y la cuestión de género. Esos cuatro ejes tienen que ser capaces de articularse para plantear cuál es la sociedad del futuro que queremos. Eso se va a hacer, sin duda, en el marco de una república.

-Hicimos una encuesta, desde la Plataforma de Medios Independientes, sobre monarquía o república. Una de las conclusiones que sacamos es que existe más rechazo hacia la monarquía que una alternativa republicana construida. ¿Cómo se construye una alternativa republicana?

"Deberíamos poder valorar el funcionamiento de las instituciones, incluida la Jefatura del Estado"

-La posibilidad que existe hoy real de la llegada de la república a nuestro país no viene derivada del empuje de un gran movimiento republicano que esté poniendo en cuestión la monarquía, viene del proceso de descomposición de la institución monárquica, que se está revelando como una institución incapaz de aportar nada en positivo a la situación que vive nuestro país.

¿Cómo se construye? Creo que lo primero es que se pueda hablar de la forma de estado con tranquilidad y sin que la gente se eche las manos a la cabeza. No ayuda que desde diferentes estamentos del Estado profundo se esté intentando impedir que este tipo de debates se puedan dar con normalidad. Ningún debate debería estar vetado para la opinión pública, en esta casa, el Congreso de los Diputados, deberíamos poder hablar de ello con tranquilidad y poder valorar el funcionamiento de las instituciones, de todas, incluida la Jefatura del Estado.

-Esta semana tachaba la actual situación de Juan Carlos I de “vergüenza internacional”. ¿Qué imagen internacional está dando el Estado español con todo esto?

"Como beneficiarios de una de las fundaciones figuran todos los miembros de la Familia Real"

-Que una persona que ha ostentado la Jefatura del Estado decida esconderse en un estado en el que no existe libertad de expresión, de reunión y asociación y lo haga a raíz de que se ha descubierto que tiene fondos en paraísos fiscales, de que haya serios indicios de que puede haber sido un comisionista y que lo haya hecho en función de las responsabilidades que ha tenido como jefe del Estado… Eso empieza a situarle como una pieza clave de aquellos que tienen el poder sin presentarse a las elecciones para generar la corrupción sistemática. Creo que es un escándalo internacional, además, no se entiende que salga corriendo.

No es el primer caso, los escándalos de corrupción no son de ahora: el señor De la Rosa, el señor Colón de Carvajal, Mario Conde… Hay mucha gente que se ha relacionado económicamente con la Jefatura del Estado, lo que pasa es que ahora parece que es tan grande el escándalo que no se puede tapar el sol con las manos. Con un agravante añadido, en las pruebas que se han ido conociendo a través de los medios de comunicación no figura solo Juan Carlos de Borbón, como beneficiarios de una de las fundaciones figuran todos los miembros de la Familia Real, entre los que se encuentra Felipe de Borbón y Grecia.

No se entiende, en el siglo XXI, que no haya comparecido ante la prensa y la opinión pública Juan Carlos de Borbón, pero tampoco se entiende que se despache este asunto simplemente con un comunicado de la Casa del Rey cuando han aparecido en los papeles de una fundación en un paraíso fiscal. Además, se hizo a través de una comunicación en la que se decía que se había hecho una renuncia expresa a la herencia, pero solamente puedes disponer de la herencia que recibes. La única herencia que ha recibido Felipe VI de Juan Carlos I es la Jefatura del Estado, eso es a lo único que puede renunciar de forma efectiva.

-Aquella comunicación se hizo entorno al 14 de marzo, justo cuando comenzaba el estado de alarma por la pandemia.

-Pero fue un año antes. Durante un año, se tuvo información por parte de los abogados de Corinna de que existía documentación que acreditaba la existencia de las fundaciones y sus beneficiarios, entre los que estaba el jefe del Estado. La opinión pública no fue partícipe de esa información, y en ese momento es cuando se firma esa supuesta escritura ante notario donde renuncia. Al año siguiente, cuando se conoce el escándalo, es cuando le retiran la asignación presupuestaria al emérito. El rey emérito estuvo cobrando durante un año a pesar de que se sabía que tenía cuentas en paraísos fiscales a nombre de fundaciones. Algo huele a podrido en Dinamarca.

-Habla de “república”. Hay otras fuerzas políticas que hablan de “repúblicas”. ¿Cómo valora la relación que está fraguando Unidas Podemos en el Congreso con fuerzas como ERC o EH Bildu?

"No parece razonable, para afrontar el fenómeno de la plurinacionalidad, una monarquía centralista"

-Es lo que tiene la política. La gente vota diferentes fuerzas políticas y en el parlamento hay que parlamentar con las fuerzas políticas elegidas. La posibilidad de abordar la cuestión territorial para por abordar marcos de diálogo y entendimiento con las diferentes expresiones de la plurinacionalidad del Estado. La realidad es que hoy no parece muy razonable que, para afrontar el fenómeno de la plurinacionalidad, una monarquía de origen centralista sea la fórmula. Nosotros hablamos con todas las fuerzas políticas, en particular con aquellas que entienden la necesidad de buscar una salida democrática a la cuestión territorial.

Sobre la cuestión de república o repúblicas, la cuestión no es lo que nos gustaría, sino lo que es posible en función de la correlación de fuerzas. Lo que se ha constatado por la vía de los hechos es que no es posible constituir repúblicas independientes. Al mismo tiempo, es posible abrir el debate sobre la forma de estado. Yo lo resumo en una frase: o hay república para todos no va a haber república para ninguno. Eso implica que todo el mundo tenga que entender que es necesario aplicar el principio de realidad y la articulación de un proyecto colectivo.

Lo digo por la correlación de fuerzas que existe, pues hay una posibilidad de profundización democrática, pero también de una involución democrática. Eso es una realidad que está encima de la mesa. Al mismo tiempo, el acuerdo necesario de los pueblos de España para articular un marco de estado que sea capaz de proteger a los pueblos de España frente al empuje de las grandes trasnacionales que hoy tienen facturaciones por encima de nuestro PIB necesita de herramientas para poder afrontar ese proceso de democratización que permita la garantía de derechos económicos y sociales del conjunto de la población del Estado. Para esto, hay que respetar un elemento central que está puesto en cuestión hoy: el respeto a la soberanía popular y el reconocimiento del autogobierno, además del reconocimiento de una realidad que es plurinacional.

A partir de ahí, podemos hablar de cuál es el camino que nos queda por recorrer y hasta dónde podemos llegar conjuntamente, pero la realidad nos ha demostrado que hasta ahora las posibilidades de articulación de una alternativa o lo hacen todas las fuerzas republicanas juntas o puede haber un proceso de involución democrática que no reconozca la soberanía popular, el derecho al autogobierno y que supondrá un recorte en derechos y libertades del conjunto de la población.

-Hay una reclamación de todos los partidos independentistas catalanes: la amnistía para los presos independentistas. Unidas Podemos está trabajando por otras vías para que salgan de la cárcel. ¿Hay margen hoy en día para la amnistía?

-Nosotros estamos trabajando en una vía que se convierta en la libertad efectiva de estas personas que hoy se encuentran en prisión. Creemos que eso forma parte del proceso de normalización política que permita un debate democrático que mire al futuro para abordar la cuestión territorial, la social y la económica. Ese es el camino que queremos recorrer, entendiendo que hay que hacer mayoría con lo que tenemos y no con lo que nos gustaría tener. Yo podría pensar lo que me gustaría hacer si tuviéramos 176 diputados, pero nosotros tenemos 35 y el resto tiene los que tiene. En este marco, hemos de encontrar caminos que nos permitan abordar el diálogo, la normalización política y una salida democrática a la cuestión territorial.

-Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, asimilaba esta semana la idea de Madrid con la idea de monarquía. Como madrileño, ¿qué le parece esta relación?

"Todas las personas responden por sus actos si son ilícitos salvo el jefe del Estado"

-A mí hay algo que me gustaría agradecerle a Ayuso, ha reconocido que no todos somos iguales ante la ley. Es decir, reconoce una contradicción intrínseca que aparece en el propio texto constitucional y que en algún momento tendrá que ser resuelto. Todas las personas responden por sus actos si son ilícitos salvo el jefe del Estado. Ya lo ha reconocido, no todos somos iguales ante la ley. Es una realidad de Perogrullo, pero hay que agradecerle que lo haga. Cuando se identifica un problema, se empiezan a dar pasos para poder encontrar la solución.

-Hay un debate sobre el papel de Madrid dentro del Estado. ¿Cuál ha de ser el papel de Madrid en este proyecto del que hablan de una república plurinacional?

"La armonización fiscal, que no haya ningún territorio que se convierta en paraíso fiscal, es un concepto federal básico"

-Madrid es una realidad emergente que articula su derecho al autogobierno en función de una realidad social que emerge entre los años 50 y 60 y que tiene su reflejo en la articulación del estado autonómico a finales de los 70 y principios de los 80. Otra cosa es que la incapacidad de las fuerzas democráticas para articular una alternativa al régimen que viene articulando el PP desde hace 25 años en Madrid ha permitido que esto se convierta en el lugar donde se han venido a refugiar las fuerzas más reaccionarias del conjunto del Estado. Entiendo como estas fuerzas reaccionarias a aquellos que no quieren contribuir al bienestar general de la población y que están buscando permanentemente no tributar y aportar al conjunto del Estado.

Madrid tiene que contribuir desde su propia identidad autonómica, pero entendiendo cuál es la realidad plurinacional del conjunto del Estado. Esto significa entender que las aportaciones de las políticas de protección social o los cambios sociales no siempre van a venir de Madrid, pueden venir desde cualquier ámbito del conjunto del Estado. Lo hemos visto con claridad en los últimos tiempos: la regulación de alquileres que se va a hacer en el Estado no toma como referencia una línea centralista, responde entre otras cosas a la capacidad que ha tenido el movimiento popular en Catalunya de impulsar una nueva legislación que regula los alquileres, que responde a una realidad social compartida por la mayoría de los territorios del Estado, que aporta mecanismos de protección social desde los movimientos sociales y que llega al límite de las competencias.

El debate competencial es un clásico en el estado compuesto. Se puede abordar de dos maneras. Se puede seguir la vía Ayuso, que es atacar a los sectores populares. Así, cuando se aprobó el Ingreso Mínimo Vital, en vez de utilizarlo para complementar con la renta mínima, lo que hizo fue quitar la renta mínima al mayor número de personas posible. Frente a esto, el Estado debe apostar por incorporar para todos las legislaciones más avanzadas de las comunidades, como con el caso de los alquileres y Catalunya. Esto nos permite ir entendiendo lógicas federales que tienen mucha potencia.

La posibilidad de la armonización fiscal, que no haya ningún territorio que se convierta en paraíso fiscal, es un concepto federal básico que hila con una tradición federal nuestra, de Pi i Margall y compañía. Tiene que reconocerse el autogobierno y tiene que haber una garantía en el conjunto del territorio de los derechos sociales de la población. Ese acuerdo para el bienestar en el conjunto del Estado nos permite tener una concepción federal. Frente a quienes plantean la competencia como elemento central de construcción política, nosotros planteamos la cooperación, la solidaridad y la fraternidad entre los pueblos. Es una diferencia, frente a la posibilidad de apostar por la competición entre territorios para tener los impuestos más bajos y que los ricos estén más a gusto, hay otro camino, cooperar para conseguir que los que más tienen, más paguen. Esa es la condición de posibilidad para que haya servicios públicos que garanticen el bienestar del conjunto de la población.

-Estos días, a raíz de la polémica de los militares retirados, se está leyendo mucho un artículo del 2014 en cuartopoder. La madre del joven asesinado por un grupo fascista, Carlos Palomino, en una entrevista contaba que Rubalcaba le había reconocido que en el ejército había un gran número de neonazis. ¿El problema está en los militares retirados o también en el ejército actual?

"Venimos de una cultura de la impunidad y de lo intocable, y una de las instituciones intocables era el ejército"

-Es un problema que tenemos en el Estado. Evidentemente, el ejército forma parte del Estado. Nunca se han incluido elementos básicos de historia democrática dentro del ejército. Por eso, vemos cómo el 8 de diciembre, en una actividad de una unidad de infantería, se cantaban himnos nazis, el himno de una unidad integrada en el ejército nazi, la División Azul. Y hasta ahora no ha pasado nada. Esto no pasa en Alemania, si esto hubiera ocurrido en Alemania, habrían rodado cabezas.

Venimos de una cultura de la impunidad y de lo intocable, y una de las instituciones intocables era el ejército. Si en la Academia Militar de Zaragoza, en su temario, estudiaran a La Nueve, ejemplos democráticos de nuestras Fuerzas Armadas en hitos del siglo XIX o estudiaran ejemplos como el General Escobar, que, a pesar de ser católico y conservador, permaneció leal a la república frente a quienes traicionaron a la soberanía popular, avanzaríamos más. El problema es la tolerancia que ha habido en este país con el fascismo. Esa tolerancia ha llegado muy lejos, de hecho, una de las personas que encabezaban ese manifiesto de exmilitares había estado vinculada a actividades de la propia Casa Real.

-¿Debe Felipe VI manifestarse frente a estas expresiones de estos militares retirados de hace unos días?

"Se le deja demasiado espacio a aquellos que siguen soñando con una salida pinochetista a la crisis "

-Creo que cuando a alguien le dirigen una carta lo cortés es contestarla. Más si además genera la inquietud pública de ver cómo un grupo de oficiales se dirigen a la Jefatura del Estado y esos mismos militares hasta hace poco estaban mandando unidades y las personas que se encontraban a sus órdenes hoy siguen formando parte del ejército.

Hay algo que echo de menos, la respuesta la ha dado el Jemad. En todo el texto de respuesta del Jemad no se habla de democracia, soberanía popular y de respeto a la legitimidad democrática de las instituciones elegidas por el pueblo. Es el principio básico democrático el que va primero, primero es la democracia y luego la articulación constitucional de la democracia. Si eso no queda claro, se le deja demasiado espacio a aquellos que siguen soñando con una salida pinochetista a la crisis que estamos viviendo.

-Otro melón abierto es la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Vemos cómo PSOE y PP podrían llegar a un acuerdo en los próximos meses, pero los segundos piden que quede fuera de la negociación Unidas Podemos. ¿Cómo valora esta situación?

-Hemos oído a Pablo Casado comerse la mitad del artículo de la Constitución. Nos recordó que la justicia se administra en el nombre del rey, pero se olvidó de la primera parte del artículo, que la justicia emana del pueblo y luego ya se administra en nombre del rey. Si la justicia no emana del pueblo, hay un poder al margen de la legitimidad democrática. Eso quiebra el principio democrático. Es como si la Administración General del Estado eligiera al ejecutivo, el planteamiento que se hace con el CGPJ es el mismo.

Si se quiere hablar de mecanismos de profundización democrática, y no se quiere que se elijan en esta cámara, habrá que buscar otro mecanismo, pero el judicial tiene que estar sometido a la soberanía popular. Solo hay un punto de conexión cuando se quita la parte de la soberanía popular y se dice que la justicia se administra en nombre del rey. El antecedente lo encuentro en el Manifiesto de los Persas donde había un clarísimo ataque a la democratización del poder judicial y se hablaba de la designación real de los jueces.

Veo muy difícil esta renovación. Primero, por la falta de talante democrático que tiene el PP. Segundo, por lo que dijo Cosidó de que querían controlar la Sala Segunda por detrás. Como aquello no les salió, decidieron controlarla por delante.

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Rafa Mayoral, en las inmediaciones del Congreso. / Dani Gago

-Hay acusaciones fuertes desde Podemos al poder judicial. Hablan de guerra judicial, de lawfare. ¿Está teniendo lugar esta guerra judicial contra el Gobierno y su formación política?

"Hay sectores muy conservadores que piensan que pueden utilizar las instituciones del Estado para hacer política sin presentarse a las elecciones"

-Que hay sectores muy conservadores que piensan que pueden utilizar las instituciones del Estado para hacer política sin presentarse a las elecciones es cada vez más evidente. Que los procedimientos judiciales que se han seguido contra miembros de Podemos, digamos que usan la innovación jurídica para alejarse del estado de derecho, creo que también es evidente. Para empezar, por el mantenimiento de algunos procesos judiciales. Uno de los mayores escándalos de la democracia es el espionaje político articulado desde el poder económico y desde la cúpula del Ministerio del Interior del PP. Al jefe de esa trama de espionaje le encuentran archivos en un móvil robado de una persona que trabajaba en Podemos y quien acaba siendo perseguido es a quien estaban espiando. Perseguir a la víctima, es de locos. Es algo que no habíamos visto nunca, que se utilice el procedimiento para inculpar a la víctima. Ese procedimiento judicial está investigando una trama de muchas piezas en las que está el BBVA, Iberdrola, importantísimos empresarios del país…

Utilizan a gente que venía de la Brigada Político y Social, como el señor Villarejo, que decidieron que la llegada de la democracia se trataba de hacerse ricos. Ya lo decía en una entrevista que le hizo Carmen Maura hace años, apuntaba maneras. El primero que dio el paso a la empresa privada fue Billy el Niño y, a partir de ahí, se estableció una conexión entre los departamentos de seguridad de grandes empresas de este país y esta trama corrupta que utilizaba las herramientas del Estado para ponerlas al servicio del poder económico y del poder político para perseguir a la disidencia. Esto, en algún momento, se tendrá que limpiar.

Lo que hemos visto es que esos procedimientos en algunos casos están intentando que una opción política como la nuestra deje de ser viable. Eso lo vimos también en el caso de Vicky Rosell, una persona que iba a ganar las elecciones generales en Canarias no se pudo presentar porque mandaron una farsa judicial contra ella. Llegó hasta el Supremo y el juez que montó eso hoy está condenado.

-Como portavoz de Podemos. ¿Han hecho autocrítica ya? ¿Por qué en cada elección hay menos votantes que confían en Unidas Podemos, tal y como vimos en las elecciones de Galicia y Euskadi?

-Creo que son situaciones distintas. En Galicia, responde a un proceso netamente gallego. Una situación que no se ha producido en el corto plazo, sino que viene de lejos y que ha supuesto una falta de vertebración de nuestra opción política sobre el territorio por las diferentes disputas que se han venido dando. Creo que los compañeros tienen que hacer una reflexión en torno a cómo articular la construcción de una alternativa política a Feijóo.

El caso de Euskadi es distinto. En el momento en el que se afrontan las elecciones, hay un cambio importante en la dirección política, no solo en los integrantes, también en la propia línea política, y se afrontan en una situación de debilidad. Los compañeros evaluaban como que lo que había debilitado nuestra posición política allí fue la postura que se mantuvo con los presupuestos del PNV.

-Más allá de estos dos territorios concretos, la tendencia es a la baja según encuestas y según los resultados también de los últimos comicios. ¿Por qué Unidas Podemos pierde votos?

"No nos hemos muerto, tenemos 35 diputados y somos parte del Gobierno"

-Hay diferentes motivos. La posibilidad de articular una organización enraizada en lo territorial es una debilidad que hemos afrontado desde el principio, no teníamos una implantación territorial necesaria para afrontar el proceso. También hemos sido el objeto fundamental de ataque del mainstream mediático, de forma permanente y sistemática. Luego, hemos tenido compañeros y compañeras que durante este proceso habían pensado que el proyecto político de Podemos había terminado.

La realidad es que en 2015, después del 20 de diciembre, Pablo Iglesias dijo que para poder implantar una alternativa política al PP era necesario un gobierno de coalición con el apoyo de determinadas fuerzas políticas y se ha cumplido. En ese viaje, cuando te enfrentas a muchas fuerzas como las que nos hemos enfrentado desde una posición de debilidad, te dejas plumas por el camino. Creo que las divisiones y apuestas de compañeros que han marchado del proyecto nos han ido debilitando mucho para poder ir afrontando los diferentes retos electorales.

Se supone que teníamos que estar muertos desde hace cuatro elecciones. Íbamos a morir el 20 de diciembre, el 26 de junio, el 28 de abril y el 10 de noviembre y no nos hemos muerto, tenemos 35 diputados y somos parte del Gobierno. No pueden decir lo mismo aquellos que certificaban la desaparición de nuestro espacio político. Nuestro espacio existe, tiene capacidad de influencia política, parte de nuestra situación de debilidad, está de pie e influye en el proceso político.

-Sobre la construcción del partido, siempre le hemos escuchado hablar de la necesidad de una fuerza nacional-popular, de un partido imbricado en los movimientos sociales. ¿Qué ha fallado en este sentido? ¿En qué momento se encuentra la movilización social?

"El proceso de la precariedad, como modelo de vida para las mayorías sociales, rompe los vínculos sociales y debilita la organización social"

-Creo que el modelo neoliberal tiene una serie de consecuencias en cuanto a la propia organización social, como la tendencia a la atomización. Esa lógica de la competencia genera atomización social. El proceso de la precariedad, como modelo de vida para las mayorías sociales, rompe los vínculos sociales y debilita la organización social y popular y la dificulta sobremanera. Lo dificulta en el ámbito sindical y en el territorial. A pesar de todo, sigue habiendo expresiones importantes que afrontan problemas importantes en el país.

Es importante y tendremos que dar el debate sobre la victoria que ha tenido el neoliberalismo de conseguir conceptualmente que se pueda separar lo social de lo político, cuando son dos elementos absolutamente inseparables. Lo estamos viendo, si se consigue separar el decreto de paralización de los desahucios es porque todas las fuerzas que peleamos en este sentido nos hemos alineado, tanto las que están en la institución como las que no. Esa reflexión hay que hacerla. Es necesario alinear las fuerzas y ser capaces de tirar de la cuerda para que los intereses de las mayorías populares se conviertan en políticas públicas, porque desde el otro lado de la cuerda ya tira el poder económico. Eso implica ser capaz de resolver nuestras propias contradicciones y de distinguir las discrepancias entre aliados de los adversarios.

Básicamente, la política consiste en delimitar los campos y ahí tenemos muchas cosas que decir. El gran reto para poder afrontar este proceso de profundización democrática es seguir fortaleciendo las organizaciones sociales y populares. Nosotros necesitamos que la gente se sindique, se asocie, se organice y participe en el proceso político. Tenemos que romper el concepto antidemocrático que usan tanto de “los políticos”. Cuando se habla de “los políticos”, se habla de un grupo que expropia la política de quien es el sujeto de la política, el pueblo. Necesitamos que la política tenga un eje de protagonismo popular fundamental. Ahí tenemos una batalla. Eso implica la construcción de la cultura de la militancia como un valor social, de ese tiempo que se dedica fuera del trabajo a cambiar el mundo, que trasciende y se hace en colectivo. Eso nos hace falta seguir trabajándolo, tanto desde las organizaciones políticas como desde las sociales.

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6 Comments
  1. Miguel says

    España como » proyecto e ideario » está finiquitada ; prueba de ello es que comienzan a verse aún con pequeños pasos , que comenzamos a estar cada día más cerca de la salida de está ratonera de país que nos dejaron en nefasta y estafadora herencia a las gentes y pueblos de España.
    Salud y mucho ánimo y entereza ; pues «Podemos………. » recuperar la esperanza perdida a través de la decencia y la dignidad.
    PD
    Y el Juancar que dice que ya va a ser decente ; mientras que Flipin nª 6´nos cuenta que » no conoce y no tiene nada que ver….» con este personaje indeseable que regresa para echarnos encima » su última meada» a los que nos consideran como » su vasallaje» .

  2. walletjc says

    Ahora que estamos en el gobierno se debería de cambiar la dinámica y dejarse de proyectar futuros mesiánicos. Más apoyar a los taxistas y menos vender enciclopedias. Hay mucha miseria en el país para andar de gira anunciando una república, eso es para partidos sin aspiraciones gubernamentales. Menos cuento.

    1. Florentino says

      … Este país está por «rehacer»… y hacer una limpieza «integral» en todos y cada uno de los estamentos del Estado de Derecho. Precisamente por estar en un Gobierno de coalición, tienen que mostrar la «herramienta» popular y hacerla funcionar para que nadie (o los menos posibles) se queden fuera del impulso social (no solo los taxistas). Se acabó, eso de arrimar el ascua a mí sardina; cuándo estamos pasando dos «pandemias» a la vez, la «vírica» y la «social». Cada una tiene un recorrido de tramitaciones, resoluciones y las «aprobaciones».
      El capítulo de: «forma de Gobierno» es una más y quizá de recorrido largo… ¡ pero de una importancia suprema!. Miguel, como tantos republicanos (entre los que me incluyo), buscamos: Libertad, Igualdad y Fraternidad entre los pueblos, nacionalidades, regiones… ¡ con la equidad de una república federal!.
      La forma actual de Gobierno, se está demostrando de una «impunidad» saqueadora, evasora, donde el oscurantismo «real» aquel que nos «endiño» el dictador genocida…¡ no es una democracia!, al ser una copia de los Principios Fundamentales del Movimiento (lease genocidio). La Soberanía reside en el Pueblo (con mayúsculas y negrita).Que con plena decisión «soberana» (incluidos los taxistas)… podamos decidir quién nos ayuda en nuestras aspiraciones públicas, sociales, educativas, sanitarias, de empleo… ¡ pero sobretodo emanadas del mismo Pueblo!.
      Democracia es otra cosa bien distinta, de la actual… ¡ por qué no emana de las urnas, al ser una «imposición» tras una sublevación militar!.

      Nelson Mandela: «Los verdaderos líderes deben de estar dispuestos a sacrificarlo todo, por la libertad de su Pueblo».

      1. Miguel says

        Todo depende de esta desnortada sociedad española mi buen estimado amigo Florentino, estima,cariño y absoluto respeto que le profeso a usted ,por sus principios como persona y por destacar siempre con sus acertados comentarios sin estridencias en el » centro de la diana» , comentarios basados en la experiencia de las por imposición inmundicias vividas en esta penosa España ; que alcanzó casi el cuarto del siglo XXI pero solamente en el transcurrir de las hojas de los calendarios .
        Salud mi buen amigo del foro de » cuartopoder.es» .
        Resulta que la verdadera reciente historia de esta penosa España ;la estamos conociendo gracias a libre pensadores testigos vivientes ; como usted mi buen amigo .

  3. Carlos says

    Me he metido en este panfleto para investigar y me veo obligado a seguir mirando a ver si encuentro algún periódico independiente que se pueda leer. Seguimos para bingo.

  4. Carlos says

    La mayoría de las revoluciones empezaron cuando hay un cambio de gobierno, o de dirigentes. Es un momento apropriado para organizar el cambio de regimen, pero por desgracia esos cambios casi siempre van acompañados de disturbios más o menos graves . Puede que el rey, en el curso de la legislatura solo tenga un papel de representación, pero cada vez que hay elecciones se ve su protagonismo organizando el cambio de gobierno civilizado previsto por la constitución. Claro que el mismo papel puede hacerlo un presidente como en Italia. MI pregunta es bastante trivial. ¿ Que cuesta más caro al dinero público, un presidente o un rey ? Un presidente a la francesa que cuesta un dineral con un papel mucho más conflictivo o a la italiana, o a la americana. No basta con decir que hay que hacer une república, hay que decir que clase de república organizamos, y tengo que decir que hasta ahora no he leido muchas respeustas.

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