Vanessa Lillo: “Ayuso ha puesto en práctica la maquinaria de propaganda nazi”

Vanessa Lillo (Madrid, 1983) es diputada de Unidas Podemos Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid, donde es portavoz de Sanidad. Por tanto, ha seguido muy de cerca los estragos de la pandemia en uno de los territorios más afectados, la Comunidad de Madrid. Esta publicista, llegó al escaño en las pasadas elecciones autonómicas de 2019. Además, forma parte de la dirección del PCM. En esta entrevista con cuartopoder, analiza la situación sanitaria y política madrileña.

-No debe faltar mucho para que se inaugure el hospital de pandemias de Valdebebas.

-Es una fase más del populismo sanitario de Díaz Ayuso. La segunda parte de lo que quisieron hacer en Ifema. La última noticia, no van a contratar personal. Esto es populismo sanitario, medidas que siguen dando pasta a los amiguetes de siempre. Por otro lado, significará, de nuevo, otro deterioro de la Sanidad pública. A Ifema, se llevaron a los profesionales de atención primaria, un hospital que iba a ser de 5.000 camas y fue de 1.000, y no duró 90 días sino 40. Lo que no sabemos es si los contratos millonarios eran de un hospital de 5.000 o de 1.000 camas. Seguimos investigando y preguntando.

"Valdebebas es la segunda parte de lo que quisieron hacer en Ifema"

Para este hospital, igual. Lo que se ha firmado, que tampoco está claro, es que va a haber una reorganización de los profesionales de los hospitales. Unos hospitales que ya están de por sí muy tensionados, están casi al desborde y ya en la situación pre-covid estaban en pésimas condiciones. Además, parece que esto lo van a hacer chantajeando al personal sanitario, con una temporalidad muy alta, los profesionales tienen unas condiciones laborales pésimas y ahora les van a chantajear para decirles que vayan a ese nuevo hospital a trabajar. Algún sindicato ya ha sacado un documento tipo para que los profesionales muestren que no quieren ir a otro hospital, que no se les derive a ese hospital porque no quieren perjudicar a sus compañeros o dejar los servicios que ya estaban realizando. Es más del populismo sanitario que llevamos sufriendo desde el pasado mes de marzo.

-Ha hecho varias referencias a que desconocen cuestiones sobre contratos o sobre la política sanitaria del Gobierno de Ayuso y Aguado. ¿Cómo es que la oposición no conoce cuáles son los datos reales?

"Llevamos meses en los que es imposible conocer la información"

-Es una cuestión de locos y entiendo que la ciudadanía pueda hacerse la pregunta de qué está haciendo la oposición, pues da por hecho que por una cuestión democrática la oposición ha de estar al tanto. Llevamos meses en los que es imposible conocer la información. Cuando empezó la pandemia, la Asamblea se bloqueó, un secuestro parlamentario. Peticiones de información que no se empezaron a tramitar hasta el 1 de junio, en el momento más duro queríamos preguntar a los profesionales por la situación y todo quedaba en un cajón hasta junio. Ahora estamos recibiendo respuestas de informaciones pedidas en los meses de abril, mayo… Ahora, con lo rápido que va todo, carecen, incluso, de sentido. En lo que tiene que ver con las contrataciones, se da la casuística de que pides un expediente concreto y la respuesta es que lo miremos en el portal de contratación, cuando pedimos todo un expediente y no solo lo que está en el portal, que no es ni siquiera un contrato.

Por ejemplo, si queremos saber todos los contratos que se han hecho en relación a los hoteles medicalizados, lo que nos dicen es que están en el portal de contratación, que busquemos entre los miles de contratos, lo que hace inviable el trabajo. Misión imposible obtener una información. Es una anomalía democrática, mientras a la oposición, para pedir información, se nos ponen todo tipo de requisitos, no implica que las respuestas sean exactas o certeras.

Tenemos la sensación de mucha impotencia. Peticiones de información, yo llevo más de 800 y te das cuenta que eres incapaz de tener información. En las comparecencias, el consejero viene con su escrito preparado en el que repite lo que ha dicho en rueda de prensa días antes. La primera vez que el viceconsejero de Salud Pública anunció que iban a haber medidas en Madrid de confinamiento y luego le dijeron que se desmintiese, en esa rueda de prensa la que estaba sentada al lado era la directora general de Salud Pública, quien ese mismo día vino a comparecer. Todos los grupos le preguntamos que nos aclarara qué se había decidido, la señora tuvo bien hablarnos de carne mechada y de tabaquismo. Se le había olvidado que estamos en pandemia. Hablan de lo que les viene en gana. Queremos tener los datos para preguntar y aportar. No se nos dice qué se hace, en base a qué criterios, ni por qué.

-De los 1.400 millones de euros de fondos covid que llegaron a la Comunidad de Madrid, supongo que también será difícil saber a qué se han destinado…

-Es imposible saberlo. Además, como quieren convertir Madrid en un paraíso fiscal, parece que se utiliza ese fondo covid para tapar ese agujero de lo que la Comunidad de Madrid no recauda de los ricos. La inversión en los servicios públicos aquí no se está dando.

-Sin embargo, según encuestas, la derecha madrileña puede salir fortalecida de esta crisis. ¿Qué explicación encuentra sobre esto la oposición?

"Están más preocupados por construir el relato que por combatir el virus"

-Es evidente que una de las prioridades para este Gobierno regional no es la salud de los madrileños y madrileñas. El Gobierno de Ayuso ha puesto en práctica toda la maquinaria de la propaganda nazi. Ponen en marcha una serie de acontecimientos en muy poco tiempo, lo que hace que la gente no entienda las medidas y que la oposición, ni siquiera, pueda preguntar. Por otro lado, mantienen una confrontación constante con el Gobierno central, generando caos sobre las competencias. Hay gente que piensa que algunas competencias no dependen de la Comunidad de Madrid, cuando sí. Evidentemente, aprovechan esto para hacer creer que lo mal que nos vaya aquí no es responsabilidad del Gobierno regional, sino del central.

Y, luego, el victimismo. El victimismo ha sido y sigue siendo otra constante. Y no lo está generando solo la propia Ayuso, sino todo el PP. Se lo hemos dicho en sede parlamentaria, el PP no tiene ningún problema en tener una cabeza de turco. Están haciendo víctima a Ayuso por si el día de mañana han de prescindir de ella, como el caso de Cristina Cifuentes, que se fue por unas cremas… Es una estrategia, el victimismo, intentan así que no se pueda hacer ningún tipo de denuncia política, se entiende que es como un ataque personal. La señora Ayuso en sí, no nos importa, pero es la presidenta y a la que dirigimos la denuncia y la crítica política, nada tiene que ver son su figura personal. Eso es algo que intenta, convertirse en una víctima.

Están más preocupados por construir el relato que por combatir el virus. Evidentemente, con tanta maquinaria y tantos medios a su disposición, como todo el aparato del estado autonómico, hace muy difícil a la oposición confrontar en torno a las ideas. No tenemos el espacio, apenas. Cualquier cuestión que se diga se va a entender que es una cuestión personal. Nada tiene que ver, cumplimos con nuestra obligación como oposición.

-¿Le preocupa cómo durante la pandemia está aumentando el hastío hacia la política?

"Debemos aislar a quien azuza el odio"

-Me preocupa, esta desafección puede ir por donde los demócratas no queremos, puede aumentar la ideología fascista como estamos viendo. Debemos apelar a la responsabilidad colectiva que tenemos todos los cargos de representación, no podemos usar estos espacios para crispar a la sociedad, para decir la barbaridad más grande que crispe a la gente. Aquí, luego, en la cafetería, todas las trincheras están del mismo lado de la barra. En la Asamblea nos hacemos críticas legítimas, pero no puede parecer que luego nos vamos a escupir o matar por los pasillos. No es así.

Estamos viendo que en la calle la crispación aumenta, vemos cómo hay agresiones de tipo ideológico. Normal que se genere el hastío, la gente dice que esos señores que están ahí para representarla o proteger la vida están más preocupados por echarse los trastos a la cabeza. Hay quien busca ese hastío de forma intencionada porque sabe que solo azuzando, en una circunstancia de miedo a la incertidumbre, el miedo se puede hacer apología del odio. Creo que debemos aislar a quien azuza el odio.

-En la pandemia, se ha evidenciado también la lucha de clases, en el caso de Madrid, con el confinamiento de algunos barrios en concreto, de una manera muy gráfica.

"Hay una batalla ideológica y tenemos la responsabilidad de señalarla"

-Es muy evidente la lucha de clases. La derecha, cada vez que se menciona esto, nos tachan de estar con la cantinela de siempre, el pasado… Está habiendo una batalla ideológica, el covid ha puesto de manifiesto que de esto solo puede salir a través de unos servicios públicos fortalecidos y hay quien no quiere unos servicios públicos fortalecidos y defiende un modelo ultraliberal.

Es una cuestión ideológica, hay una batalla ideológica y tenemos la responsabilidad de señalarla. Esto no es solamente una cuestión de errores, la derecha no se está equivocando, ha metido el acelerador para seguir con su modelo privatizador y de mercadear con nuestros derechos. Un ejemplo es que nos meten en la cabeza la dicotomía economía o salud, educación o salud…

Si la derecha está en estas, la izquierda tenemos que ir a la ofensiva. Nos jugamos mucho. De hecho, en un pleno, dije que el covid estaba poniendo de manifiesto que a este sistema le revientan las costuras y que era una oportunidad, y lo sigo diciendo. Hubo una reacción muy fuerte, con amenazas, en el propio pleno me dijeron que me tenía que ir. Ellos sí que hablan de covid como una oportunidad de negocio, nosotros lo hacemos en términos ideológicos, es una oportunidad de decir que este modelo es incompatible con la vida y tenemos que denunciarlo y defendemos otro modelo.

-Por último, llega, desgraciadamente, con fuerza una nueva oleada de la pandemia. ¿En qué situación se encuentran las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid para afrontarla?

-Las residencias son la cara más amarga y el debe más grande que tenemos como sociedad. Espero que no volvamos a ver el drama que vimos aquellas semanas. Sobre lo que hemos ido preguntando en sede parlamentaria es sobre medicalización. Ojo sobre esto, una cuestión es qué modelo de residencias queremos, pues las residencias son hogares y no tenemos el médico en casa, hay que combinar la atención primaria con la atención sociosanitaria. Otra cosa es que, en una situación de crisis donde hay que tomar medidas para que personas vulnerables no vayan a centros sanitarios por seguridad, no se garantice esa atención sanitaria.

A día de hoy, según nos dice la patronal de residencias, hay una calma chicha. Siendo prudente, entiendo que eso es que no están preparadas por si viene otro golpe, para tener la certeza de que se pueden tener los medios adecuados para responder.

-¿Cómo se encuentra hoy la atención primaria madrileña?

"Nuestra idea es presentar una ley de atención primaria"

-Antes del covid, ya estaba muy malita. En nuestro grupo, la hemos tomado como una prioridad absoluta, nuestra idea es presentar una ley de atención primaria, a día de hoy no hay ninguna ley así en ninguna comunidad autónoma. Si esto ya era urgente, ahora, con la pandemia, es emergente. La Comunidad está a la cola en gasto sanitario, llevamos varias proposiciones no de ley y lo denunciábamos, el tema de las ratios de enfermería y médicos es lamentable, la precariedad laboral también, la mala cobertura en zonas rurales… El PP y la derecha tiene un modelo hospitalocéntrico, no primarista, porque de la primaria es más difícil sacar tajada. Cuando llegó el covid, con la excusa de reorganizar, la cerraron. Hubo centros de salud que estuvieron más de 100 días cerrados. A día de hoy, centros de urgencias de atención primaria siguen cerrados, consultorios, también.

Si el covid ha venido para quedarse, ¿qué planteamiento tienen para la atención primaria? Están dejando a zonas rurales, donde hay poblaciones más envejecidas, sin primaria. Es un desmantelamiento y, frente a él, con uñas y dientes la debemos proteger. Esperamos ser capaces de sacar una ley esta legislatura, con un amplio consenso, en el que participen las asociaciones de vecinos y de pacientes, las sociedades científicas, contar con el consenso y aval de todas las patas de la atención primaria. Hemos de blindarla, no puede depender del Gobierno de turno.

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