TRABAJO

“El gran reto como país” para Yolanda Díaz es acabar con la precariedad juvenil

  • Las bajada en la afiliación en la Seguridad Social en la pandemia se ceba con menores de 40 años
  • El Ministerio de Trabajo trabaja en proyectos de ley sobre trabajo a distancia, becarios y riders

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Volvía Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo, a la primera línea tras unos días, pocos, alejada de la primera línea, de las cámaras y portadas. El acuerdo tripartito firmado en el Congreso el pasado miércoles por PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu no fue bien recibido en el ministerio del Paseo de la Castellana, en el que pronto se entendieron consecuencias: el diálogo social con sindicatos y patronal se resentiría cuando era una de las mayores banderas de Díaz y de todo el Gobierno de Sánchez; la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, se oponía, expresamente, a abrir el debate de una reforma laboral en estos momentos. Ayer, Díaz comparecía en el Senado y el acuerdo de los socios de Gobierno con los independentistas vascos fue arma arrojadiza de derechas y ultraderechas.

Más allá de la trifulca por la coyuntura, Díaz exponía un análisis de la situación laboral en el Estado, de la gravedad de la crisis derivada de la pandemia de covid-19 y de los principales retos del Ministerio. Y situó la prioridad en los jóvenes, esas generaciones nacidas de los 80 en adelante que, sin haberse recuperado de la crisis anterior, la iniciada con el crack financiero del 2008, ya apuntan a ser los más perjudicados por una crisis económica y social que se agrava por momentos.

Así, la ministra situó en conseguir un empleo de calidad para los jóvenes "el gran reto como país". De esta generación, dijo: "No han conocido otra cosa en su vida laboral que crisis y precariedad". Añadió: "La precariedad inunda todos los aspectos de sus vidas". Describió: "La precariedad anula sus proyectos vitales, suspende esfuerzos y expulsa a nuestros jóvenes que ya tuvieron que buscarse la vida fuera de España". Recordó cómo se les reconocía hace unos años: "La generación más preparada de la historia". Y se comprometió: "Esta generación no puede volver a ver negado un horizonte que no incluye prosperidad. Su futuro hoy y aquí es incompatible con la precariedad".

Si las palabras de la ministra Díaz fueron especialmente contundentes al referirse a aquellos ciudadanos que no llegan, todavía, a los 40, las cifras facilitadas por el Ministerio de Trabajo y expuestas ayer por su máxima responsable en el Senado son más duras y frías todavía. Allá van algunas de ellas: la variación de la afiliación a la Seguridad Social desde el 11 de marzo al 12 de mayo de este año. Los ERTE han ayudado a que el batacazo no sea tan grande, pues es un empleo que se recuperará, según las previsiones del Ministerio.

De este modo, la caída de afiliación ha disminuido entorno a 455.000 personas entre 20 y 40 años en estos dos meses que toma el estudio como referencia. Por su parte, desde los 40 años a más de 65, la bajada en el número de afiliados a la Seguridad Social es de cerca de 260.000. Casi el 65% de las bajas a la Seguridad Social desde que se decretó el estado de alarma son menores de 40 años según datos del Ministerio.

Además, hay factores transversales, que tienen que ver con la temporalidad y precariedad, que afectan especialmente desde la crisis anterior a estas generaciones nacidas después de 1980. Y es que, según el informe presentado por la ministra, de las bajas a la Seguridad Social desde el 11 de marzo al 12 de mayo, 586.372 eran trabajos temporales, mientras que 122.387 lo fueron con un contrato indefinido. Otra cifra, esta ocasión según la EPA del primer trimestre del 2020: 8.927.000 están en condición de precariedad (desempleados, temporales a tiempo parcial, temporales a tiempo completo o indefinidos a tiempo parcial); frente a esto, 10.945.800 tienen un contrato indefinido a tiempo completo. Además, hay 3.121.100 personas no asalariadas, autónomas.

La ministra Díaz, durante su comparecencia de ayer en el Senado, remarcaba. "La parte sustancial de la precariedad se centra en las personas más jóvenes". "Es el debe que tiene nuestro país no con una generación, sino con el futuro de este país". "En cuanto la situación lo permita, vamos a abordar la situación de los jóvenes".

El "gran reto como país" para Díaz, que la juventud no vea más lastradas todavía sus expectativas como consecuencia de la crisis económica y social derivada de la pandemia de covid-19. Según confirman fuentes del Ministerio a cuartopoder, hay diversos proyectos que se impulsarán cuando la pandemia arrecie en este sentido de combatir la precariedad laboral de estas generaciones que, en palabras de la ministra, corresponden al "futuro de este país".

Así, desde el Ministerio ultiman proyectos de ley para presentar a las Cortes sobre el trabajo a distancia o sobre los riders, también sobre los becarios. Para combatir la precariedad, tienen claro que derogar la reforma laboral es una de las medidas necesarias, una derogación que apunta a que sería por fases, creando un nuevo marco legal que la sustituya. El objetivo, cuentan: "Crear empleo decente, fomentar los contratos indefinidos frente a los temporales". Conscientes de que la precariedad incide más todavía sobre los jóvenes.

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