La izquierda moderada vs la izquierda inútil: el PSOE tira de clásicos para el 10-N
- Advierte de un contexto convulso para concentrar el voto en una izquierda moderada con experiencia de gobierno y no en la izquierda minoritaria y "dogmática"
- Usan el desmembramiento interno de Podemos como un arma electoral contra Iglesias
Mismos líderes, mismos programas. Este martes, España pone oficialmente rumbo a las nuevas elecciones del 10 de noviembre. La candidatura impulsada por Mas Madrid, que previsiblemente encabezará Íñigo Errejón , supone la única novedad en los futuros comicios estatales. Por el momento, el PSOE ha optado por repetir el relato de las culpas, poner en el objetivo de sus críticas más feroces al líder de Podemos, Pablo Iglesias, y tirar de dos clásicos de la comunicación política: la apelación a la concentración del voto y a la moderación.
A pesar de la cantidad de elementos conocidos de la repetición de los comicios, hay factores que añaden incertidumbre a las previsiones, como el grado de abstención o el eco real del nuevo partido hermano de Más Madrid. Los socialistas afirman que no le tienen miedo a lo que pueda rascar la formación de Errejón, ya que consideran que compite en el espectro de Podemos y que, incluso, los votos que pudiera captar se compensarían con su perfil más pactista que el de Iglesias, como se vio en las negociaciones de la Comunidad de Madrid.
Distinto es el caso de la abstención. Aunque en la sala de prensa de Ferraz nieguen tenerle miedo, es una inquietud que se hizo muy palpable entre las filas socialistas tras la ronda de contactos con el Rey. Por eso, la llamada a las urnas será constante. Los socialistas anhelan configurar una mayoría más cómoda ensanchándose hacia el centro, que ha dejado libre Ciudadanos, y rascando algo a su izquierda.
La moderación ante las amenazas
En el PSOE son conscientes de que tendrán que explicar muy bien por qué no se ha llegado a un acuerdo después de que antes del parón estival, Pablo Iglesias se echase a un lado para facilitar un gobierno de coalición. Tras un año de cooperación, los socialistas están dispuestos a recuperar esa figura de un líder morado ambicioso, poco fiable y dogmático, que tanto rechazo despierta en una parte del electorado progresista. El mismo que en 2016 pidió una vicepresidencia del Gobierno, el que votó "no" a un presidente socialista y el que dijo en el Congreso que "Felipe González tiene el pasado manchado de cal viva". Un perfil del que Iglesias se había desvestido hace tiempo para virar hacia una cooperación con el PSOE en el Congreso.
El objetivo no es solo rivalizar por el votante progresista, sino también aumentar el contraste entre los dos partidos, pero sobre todo, entre los dos líderes. Frente al Iglesias "dogmático", el PSOE presumirá de los logros del ejecutivo socialista y de esa "izquierda de Gobierno" que representa su formación. Por eso, muchos dirigentes hablan de la izquierda "moderada que defiende la Constitución y el Estado de las Autonomías", "una izquierda reformista que combate la injusticia sin embarcarse en aventuras". En resumen, un partido en el que hay que concentrar el voto para evitar un nuevo bloqueo tras el 10 de noviembre. La clásica apelación al voto útil combinada con el "cambio tranquilo", que han ofrecido presidentes tan distintos como Adolfo Suárez o el propio José Luis Rodríguez Zapatero. Esta vez, con un matiz crucial: se trata de una continuidad del ejecutivo socialista y no un canje.
El propio Sánchez ya lo explicó este fin de semana en una carta a la militancia. Él encabeza "una izquierda reformista que combate la injusticia sin embarcarse en aventuras". Para aderezar la estrategia de la calma, en sus discursos espolvorea las amenazas internacionales (como el Brexit o una recesión) y las nacionales, como las consecuencias de la sentencia del Procés o la parálisis de un gobierno en funciones prolongada. Los españoles decidieron conceder más escaños a Rajoy en la repetición electoral de 2016, una esperanza para los planes de Sánchez.
Iglesias, en el objetivo
Mientras las derechas proponen diferentes formas de entenderse (desde el España Suma del PP al pacto poselectoral de Ciudadanos), las izquierdas pasan al ataque. De hecho, los de Sánchez han decidido meter el dedo en la llaga en uno de las cuestiones más dolorosas para Unidas Podemos: la división interna."Hasta ahora la gestión de la diversidad no ha sido muy positiva", sugería el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, el jueves en Ferraz. Pero la vicesecretaria del PSOE, Adriana Lastra, era aún más dura este lunes en La Sexta: "Aquí el único que engañó, incluso a su propia organización política, fue Pablo Iglesias. Le ocultó a UP y a sus confluencias la última propuesta que le hizo Pedro Sánchez antes de la investidura fallida de Iglesias".
Las palabras de Lastra tienen una lectura propia. La portavoz socialista fue una de las que más defendió el trabajo conjunto de PSOE y Unidas Podemos que podría haberse reproducido después de las elecciones. Esta vez, la asturiana ha ido más allá en su crítica a Iglesias: "Negocia con el resto de fuerzas políticas como lo hace internamente dentro de su propio partido: sometiendo a chantaje al resto de actores políticos".
Durante las negociaciones tras el 28 de abril, algunos socialistas sí se mostraban preocupados por la imposibilidad de Iglesias de controlar algunos de sus territorios, con La Rioja como ejemplo reciente. Al presidente del Gobierno en funciones siempre le ha inquietado la influencia de los comuns en Unidos Podemos, una desconfianza que cobra fuerza con un otoño caliente en Catalunya.
El PSOE valoró con discreción los primeros desacuerdos en el seno de Unidas Podemos, incluso cuando Izquierda Unida lanzó un comunicado en julio pidiendo que se negociase un acuerdo programático. Los socialistas lo vieron con prudencia y sin lanzarse a la piscina a la espera de ver si realmente Alberto Garzón se desmarcaba de Iglesias, algo que no llegó a suceder. Aún así, los socialistas han decidido en estos días de precampaña ahondar en que el problema es Iglesias y no su organización, conscientes de que las elecciones de mayo y abril le dejaron en una posición orgánica más débil. Lastra achacaba "la cerrazón", "no de toda la organización, sino principalmente de Pablo Iglesias". Antes de verano, en el Congreso no faltaba quien achacase la insistencia de Iglesias en la coalición como una salida de salvar los muebles tras los resultados electorales.
El recién constituido Comité Electoral del PSOE comenzará a perfilar ya las estrategias de partido, con la ayuda externa (no aparece en el organigrama) de Iván Redondo. La siguiente parada será el comité federal del próximo 28 de septiembre, donde se hablará de cuestiones como el presupuesto de campaña o las candidaturas.
O sea Sara, que lo dicho por Sánchez en la Sexta, fué una broma. Que el PsoE está más dividido que Unidas Podemos y que precisan limpiarse los oídos ¡ con Rivera no !. Por que no quiso Rivera, pués ya le compró el 80 % del ideario, ¿ para qué ?. Los apoyos no se buscan dentro de las exclusiones, y menos de los socios preferentes; cuando el invalidado es él precisamente. Siempre habla por boca de sus amos, bien sean atresmedia y el País, lugar de críticas hacia la «herramienta» del verdadero cambio social, participativo, transversal y necesario. Usando los amplificadores mediáticos y fácticos, en contra de aquellos que no aprueban por ejemplo la «Operación Chamartín»; como han hecho el modélico iñigo, Bescansa y esa sigla de: ¡ Más Madrid !… alguno votó en contra ¿ no ?. Sara, tu enemigo busca (por encargo de no se sabe bién )la división de cualquier espacio de compromiso con la mayoría social, tan manoseada y hundida; usando los populismos oportunistas en rebajas democráticas, empezando por la exhumación del dictador y ( por unanimidad )… ¡ Otro resorte del régimen tocado por los políticos que gobiernan y no dejan gobernar a los demás… ¿ Cuantos apoyos tuvo el profeta Sánchez ?. La cal viva… ¡ tan real como escandaloso !. Si vale todo… ¡ No es una democracia !. Será otra cosa y bastante opuesta por cierto. Cómo incumplir las ofertas electorales, compromisos adquiridos y las ayudas para manejar la sociedad como si tuviese mayoría absoluta. Las especulaciones, son eso Sara. Hay que ver el panorama total. » El divide y vencerás», será la tumba de tantos apologetas, políticos prevaricadores, correveidiles de regímenes opacos infestos de cloacas, construidas para destruir a los que las quieren eliminar…
¡ Luego vendrán a por otros, ahora toca Pablo Iglesias !. ¿ Porqué será ?.