Las feministas asturianas lanzan una campaña para pagar las multas por un piquete del 8M

  • Tres activistas feministas asturianas fueron condenadas el pasado mes de febrero a pagar 13.920 euros
  • A falta de concretar el número total de altercados y multas derivadas de la huelga feminista de este año, los sindicatos han dado a conocer algunos casos

1

Tres activistas feministas asturianas fueron condenadas el pasado mes de febrero a pagar 13.920 euros por delitos que derivan de la participación en un piquete informativo. Los hechos tuvieron lugar en una tienda de la cadena de Mango en Gijón, durante la huelga del 8 de marzo de 2018. Para ayudarles a costear la multa, sus compañeras del 8M Asturies han puesto en marcha una campaña de venta de garrafas de “aceite solidario” de una cooperativa del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) que durará hasta el próximo 25 de mayo.

La idea surgió en abril, después de la huelga del 8M de este año, en un encuentro de las feministas asturianas. “Las multadas somos todas porque en esa huelga todas fuimos piqueteras y el dinero no tiene que salir solo de las compañeras. Lo sentimos como algo colectivo”, explica a Cuartopoder.es Pilar, de 8M Asturies. El hecho de que la sentencia se diera a conocer poco antes del Día Internacional de la Mujer de este año indica, para esta activista, que la decisión judicial tiene “un carácter ejemplarizante”.

Durante la jornada del 8M del año pasado, el sindicato CNT, al que pertenecen dos de las condenadas, organizó piquetes informativos para dar a conocer los motivos de la huelga feminista. Las tres activistas se encontraban repartiendo octavillas en varias tiendas de cadenas de ropa. Según relatan, cuando entraron a la tienda de Mango se les impidió informar y se produjo un altercado con uno de los dependientes de la tienda. “Se produjo una bronca, hubo un momento tenso, pero en ningún momento hubo una agresión. Unos días después de la huelga las detuvieron en su casa”, explican desde 8M Asturies.

La versión del empleado de Mango que las denunció es completamente distinta. El trabajador presentó un parte médico con una brecha en el labio inferior, arañazos en los antebrazos y escoriaciones en uno de los brazos. La empresa para la que trabaja también le ofreció su respaldo. La sentencia judicial consideró suficiente este parte médico así como testimonios de varias personas presentes para condenar a las tres acusadas de un delito de “coacción” contra la libertad de huelga del trabajador, así como de un delito de lesiones. Se impuso a cada una de las activistas una multa de 4.320 euros y a dos de ellas otra de 480 euros. En total tienen que hacer frente a una multa de 13.920 euros más las costas.

Las tres activistas consideran que ellas fueron las agraviadas y han recurrido la sentencia. Una de las condenadas, Nieves Ríos, estudiante de trabajo social y miembro de la CNT, explica a este diario que previamente habían entrado a otras tiendas como Zara para realizar el piquete informativo y que las habían acogido de manera positiva. Al llegar a Mango se dispusieron a poner dos pegatinas en dos espejos y, según denuncia la activista, el trabajador que las denunció le arrancó la pegatina y le increpó: “como la pegues te la tragas”, mientras le devolvía la pegatina con un golpe en el pecho. “Mis compañeras vinieron a sacarme de ahí. Se volvió loco y empezó a empujar a unas cuentas”, relata la activista. Al final, siempre según su relato, las huelguistas salieron a la calle y empezaron a denunciar que habían sufrido “una agresión machista” por parte del empleado.

Este mismo trabajador, explica Ríos, también ha denunciado a las activistas por “acoso” en las redes sociales y en su domicilio, donde supuestamente habrían aparecido pintadas en su contra. Sin embargo, en el juicio que tuvo lugar el pasado 19 de marzo las tres activistas fueron absueltas de los cargos. “Nuestra sentencia no es casual. La CNT está bastante perseguida porque saben que somos pacíficas, pero no vamos a quedarnos quietas durante una agresión y menos si es machista”, denuncia Ríos. “El fin de nuestro piquete era exigir un cambio en el sistema laboral y protestar contra la explotación de mujeres en tiendas de ropa”, defiende.

“Aceite solidario. Todas somos piqueteras”

Cartel de la campaña./ Cedida.

La campaña de las feministas asturianas busca “solidaridad” con las compañeras piqueteras para ayudarles a pagar la multa. Las afectadas ya han realizado charlas y conciertos en Asturias para dar a conocer su versión de lo sucedido, pero según explica Ríos, han echado en falta el apoyo de un movimiento feminista que se ha demostrado capaz de llevar a “cientos de miles de mujeres a las calles durante el 8M”.

La campaña ha sido realizada en cooperación con la cooperativa Huerto Oliva del SAT, encargados de producir y embotellar el aceite “con aceitunas de pequeños agricultores y agricultoras de la zona”. Desde la CNT también piden solidaridad “ante la represión”. Según la organización de la iniciativa, hasta la fecha, ya han sido solicitadas más de 300 garrafas, que suponen unos 1.300 euros para el pago de las multas.

Otras incidentes de mujeres que hicieron huelga el 8M

A falta de concretar el número total de altercados y multas derivadas de la huelga feminista de este año, los sindicatos han dado a conocer algunos casos. En Málaga quien denunció una agresión fue la Secretaria de la Mujer de CCOO, Saray Pineda Carmona. Cuando se encontraba informando de la huelga en varios establecimientos del centro de Málaga, uno de los encargados de una cafetería la amenazó diciendo “si no os marcháis, te vas a enterar”. Después de eso, según el sindicato, el trabajador entró a la cafetería, calentó dos jarras de agua y de leche y se las arrojó a Pineda provocándole quemaduras en su mano y brazo derechos.

El año pasado también fue sonado el caso de las siete mujeres de Sant Cugat del Vallès (Catalunya) que cortaron las vías de los Ferrocarriles Catalanes de la Generalitat (FGC) a primera hora de la mañana del 8M de 2018. Se les pidió pagar 26.000 euros. Por otro lado, las feministas valencianas también denunciaron haber recibido 12 multas administrativas, que sumaban más de 6.000 euros, por acciones llevadas a cabo durante la huelga feminista del 8 de marzo.

Desde la CGT destacan varios casos de represión sindical del 8M. A falta de conocer las cifras de la huelga de este año, el año anterior acusaron al grupo DIGITEX, una empresa de telemarketing que presta su servicios a Movistar, de haber despedido a tres personas por “acogerse a su derecho de hacer huelga el 8M”. A estos casos se sumarían “otras siete personas despedidas 24 horas después de la huelga general en circunstancias diferentes”.

1 Comment
  1. Florentino del amo antolin says

    Que se vuelva a los años 60, quiere decir que el derecho de huelga y el derecho a informar no existe; hablar de » pikete», ya te hacen presuponer como violento y no es así. Es la información, como vacuna y recuerdo de un día señalado en la emancipación de las mujeres; que un aludido, monta su fiesta particular, señalando lesiones e incriminando a las activistas… El parte médico firmado, puede ser por proximidad, o militancias del: ¡ esto te lo afino yo !. Una brutal agresión, que además puede costar caro; cuando esa multa se hace ejemplar, es sinónimo de mano dura y escarmiento para todas aquellas que quieran emancipar a la vecina Josefina. ¡ Avisados estamos, la segunda vuelta viene ya, y hay que responder en las urnas, por muy https://uploads.disquscdn.com/images/a6b7f337f36a10a1280d8efa285652c6280639391f95c3897de4a9467229acde.jpg CNTista que seas. Toda la solidaridad desde mi humilde posición a las mujeres Astures !.

Leave A Reply