Después de diciembre viene enero: unidad para la alternativa

5
Garzón_Iglesias_unidad
Alberto Garzón y Pablo Iglesias posan juntos tras la reunión oficial mantenida el pasado mes de junio. / Efe

Para Javier Aguilera Galera
nuestro hombre en 'La Guita'

En la izquierda, la división es la norma y la excepción la unidad. Por decir estas cosas algunos de nosotros hemos sido duramente criticados y descalificados. Lo que queríamos decir era relativamente simple: hay motivos objetivos y subjetivos para la división; la centralidad es siempre la política, el proyecto, el programa. Cuando, además, la motivación básica es la electoral, la cosa es siempre más difícil. No parece demasiado exagerado, creo.

La alianza Podemos-IU nunca fue fácil. De un lado, Podemos surgió, en un cierto sentido, de IU y rápidamente ocupó su espacio político. Podemos es un embrión de partido, trabajosamente está definiendo una identidad y con enormes dificultades está construyendo una organización sin un equipo dirigente consolidado y articulado. De otro lado, IU vive una situación muy contradictoria. En cierto modo se siente golpeada por la historia en forma de Podemos. Conviven dos modos de enfocar el momento, unos ponen el acento en los errores propios, en las equivocaciones, en los fallos de dirección política, y otros buscan explicaciones autojustificadoras poniendo el acento en el enemigo externo, cosa que siempre funciona bien en una fuerza que se ha construido en la resistencia, y que vive en una travesía de desierto casi permanente.

Podemos e IU tienen que definirse y redefinirse en un ciclo electoral marcado por la crisis del régimen del 78 y por un proyecto restaurador que se acelera. Desde enero, Podemos ha sido enormemente golpeado por los poderes de una casta que expresa una 'trama' firmemente empeñada en controlar nuestro futuro colectivo. A ello Podemos ha resistido no demasiado bien. A los conflictos internos embrionarios le ha seguido una pérdida notable de dirección política y de tensión político-organizativa. El discurso fresco, audaz y de oposición de las europeas se ha ido progresivamente desarticulado en el contexto de unas elecciones (andaluzas, autonómicas, municipales, catalanas) que eran las más difíciles para un partido joven y en construcción.

IU se ha encontrado ante una situación que le ha obligado a cambiar de discurso y de estrategia en medio del ciclo electoral. Las elecciones municipales y autonómicas se hicieron en clave identitaria: fueron un fracaso político. Es cierto que los resultados en las municipales ponían de manifiesto que IU sigue siendo una organización sólida, a pesar de la orientación prevaleciente en su dirección. Constatado el fracaso, se puso tarde y mal al frente de la operación a Alberto Garzón, siempre tutelado por la dirección real de IU. El cambió fue sustancial pero, al final, de lo que se trataba era de sobrevivir como organización y hacerlo con dignidad. No era fácil.

En una coyuntura tan compleja como la actual, la metodología unitaria ha sido, desde el principio, inadecuada. No se puso el acento en las dificultades de la negociación, se crearon falsas expectativas y los mecanismos de gestión de los conflictos fueron muy pobres. De hecho, fue un debate entre Alberto y Pablo, que no conocemos bien y al que le faltó política. Se empezó por lo último y se terminó mal. Situar como prioritario el debate sobres listas electorales y la colocación en las mismas no ayudó demasiado. Ahora pagamos las consecuencias.

La unidad, y sobre ello la experiencia histórica es inmensa, resulta casi siempre un proceso complejo, trabajoso y, a veces, duro, muy duro; insisto proceso, es decir, acuerdos, desacuerdos, conflictos, marchas atrás, marchas hacia adelante. La vida misma. Hay muchas formas de unidad: la programática, la electoral, la estratégica. Mas allá de los juegos florales en torno a la nueva o la vieja política, la unidad electoral era, aquí y ahora, la más difícil, partiendo de la realidad objetiva de lo que hoy es Podemos y lo que hoy es IU. Ser realista no es pedir lo imposible sino hacer posible lo que hoy parece imposible y eso significa una dirección política capaz y cohesionada y objetivos políticos claros.

Hemos discutido mucho de la unidad popular y del partido orgánico. Ha sido, hoy se ve con claridad, un debate abstracto, mala teoría en su sentido más genuino, a saber, guía para la acción práctica que tiene como objetivo la transformación de la sociedad, sabiendo, hay que subrayarlo, que la historia avanza a saltos, combinando períodos de normalidad y de excepción. Lo peor de esta coyuntura político-social es que llegamos a ella con un potencial subjetivo débil, con una dirección política inexperta y sin un proyecto alternativo a la altura de los tiempos, con apoyos orgánicos nada firmes y una movilización menguante. El tiempo transcurrido no ha mejorado la situación, corriéndose el riesgo, cada vez más evidente, de que los que mandan y no se presentan a las elecciones nos impongan una nueva transición/restauración oligárquica en nuestro país. Esta cuestión era y es la decisiva. Debería haber sido el centro del debate.

¿Había otra alternativa? Siempre la hubo y la sigue habiendo hoy. Primero, reconocimiento mutuo, como fuerzas aliadas en el objetivo común de avanzar hacia la ruptura democrática en nuestro país. Segundo, situar la política en el eje de la discusión y que el debate fuese más allá de las propias organizaciones. Esto significa tener un análisis consensuado y una propuesta política-programática, en la medida de lo posible, unitaria. Tercero, la unidad electoral no es la única posible; nuestro sistema electoral, es cierto, requiere acuerdos entre las fuerzas políticas alternativas; muchas veces, las más, la unidad suma y hasta multiplica; esto es verdad, pero no es siempre posible. Unidad de acción, acuerdos programáticos e iniciativas comunes podían ser posibles sin necesidad de ir juntos en una misma  plancha electoral. Se dirá que estas son propuestas ilusorias. No lo creo, ejemplo: IU y Podemos irán juntas en Cataluña y Galicia y en las demás parte del Estado separadas: ¿Son elecciones normales para la izquierda?.

Ahora hay que gestionar la derrota de la unidad, es decir, de las percepciones creadas y ahora defraudadas. Los unitarios de cada lado son los que pierden y los 'duros' los que vencen. Lo que viene, si no se sabe evitar, va a ser complicado: una guerra cainita entre dos formaciones políticas en un espacio político electoral que amenaza con disminuir y que puede hacerlo aún más. El 'enemigo' será el más próximo y, mientras, la recomposición de las fuerzas del sistema avanza aceleradamente y las organizaciones alternativas pierden fuerza y capacidad para actuar como sujeto político autónomo. Todo el poder para las élites económicas, políticas y mediáticas: una crisis que comenzó por abajo y por la izquierda pasa ahora a ser reconducida, dirigida, por arriba y hacía la derecha.

Después de diciembre, llegará enero. Todos sabemos que lo que pase en enero estará muy marcado por los resultados electorales. Sabemos una cosa con certeza: nada será igual como antes, la anormalidad seguirá siendo la norma y todo, todas y todos, serán cuestionados. En el centro el 'Partido orgánico': iniciar los pasos hacia la creación de una gran fuerza demócrata-socialista, republicana, ecofeminista, con voluntad del gobierno y de poder. El futuro se construye hoy.

5 Comments
  1. agustin fdez del castillo says

    ¿ Tienen derecho Alberto Garzón y Pablo Iglesias a montarse su chiringuito S.L. e intentarlo ? Por descontado. Mal haríamos los adultos si después de haber iniciado, a lo largo de nuestra vidas, nuestros pequeños negocios y haberlo intentado una y otra vez, luego no fuéramos a dejar que los jóvenes aprendieran como nosotros del acierto y error.

    ¿ Puede la izquierda sin suficiente capacidad gerencial, ser un instrumento eficaz para estar a la altura y hacer frente a estructuras piramidales ? Que destacarán por su capacidad de organización, delegación, motivación, de liderazgo, de planificación, etc etc, que no se aprende mareando ideas sino……… liderando equipos humanos y ……cubriendo en el día a día los costes de gestión a corto, medio y largo plazo.

    En un País de ciudadanos escondidos, la democracia sobre todo habrá permitido emerger, a un masivo club de los opinantes. Como primer paso, de un país de ciudadanos S.L., que llevasen a un obrero y a un empresario en el mismo traje todos los días y todas las horas del día.

    Ser un ciudadano rentable, sitúa a ese mismo ciudadano aprendiendo a cubrir los gastos y costes de su supervivencia y de los que de él/ella dependen. Y una vez hecho esto, le capacitará para buscar otro tipo de vivencias: un sentimiento colectivo, que no se encuentra apretando riñones y genitales ni objetivos del corto plazo y que solo sería el primer paso que nos uniría al siguiente reto : la inteligencia colectiva por implementar y sentir compartidamente.

    Ayer/hoy fue la fiesta nacional y todo el esfuerzo que habremos hechos entre todos, es montar un desfile de militares y rindiendo pleitesía a unas autoridades hoy manchadas a todos los niveles y que no representan HOY A CASI NADIE, aunque todavía haya que estar agachando el coco mientras ellos juegan a sus símbolos e imágenes de alma y corazón helado.

    Hoy día 12/10/2015, yo, simple ciudadano, soy un Pablo Iglesias más. Que ya ha dicho basta a los homenajes que se dan algunos, a costa de repetir una y otra vez la película de los Santos Inocentes. Y que deja entrever, que lo de ser un solo país, sintiéndose serlo, aun nos viene grande. Por la cantidad de goteras colectivas que aun arrastramos y donde el sentimiento colectivo aun, se confunde con saludos marciales, con sonrisas fingidas, con mucho copa de por medio, no vaya a ser que se me note en exceso el aburrimiento que me asola, ante lo que en realidad estará helado sin aun saberlo, ni intentar reconducirlo eficazmente entre todos.

    – En enero, habrá asignaturas, aun pendientes, especialmente para toda la izquierda,
    – que a base de rechazar estructuras piramidales, se limita solo eso. A describir lo que no funciona y tener inmensas lagunas estructurales y gerenciales aun por resolver y financiar sin embargo.

    – Sin cuestionarse el por qué, ni salir de los círculos viciosos que se producirán cuando solo se está a “ las democracia liquidas ” de un permanente circulo de opinantes, a los que por excesivas goteras estructurales sin considerar, se les va “ la liquidez ” finalmente. Y donde no habrá, NI QUE CUBRIR GASTOS, ni exigir responsabilidades por la falta de resultados concretos, en lo que compete a quien debe convertir las ideas en HECHOS ….que sirvieran para cambiar y transformar la sociedad.

    En la fontanería, en la pescadería, en el comercio más pequeño de este país, el autónomo, que sabrá que a los tres meses a lo mejor tiene que cerrar, por falta de adecuación entre cabeza y heces, entre fuerza de embestir y colectivo humano por integrar, aprende de inmediato,

    – que mis embestidas para nada valdrán, si me dejo por el camino a mis compañeros de viaje…. ( IU /Podemos),

    – que o bien reculan, porque ya me conocen de sobra, a mi falta de tacto y a mis embestidas, o simplemente, porque se creerán inocentemente que – ideas sin suficiente cuerpo humano – sirve para algo que no sea acumular gases, de una imaginación que finalmente no aterrizará , porque se habra desintegrado o desgajado, en los inicios de una vida, aun por encauzar física, visceral, emocional, sentimental y mentalmente. ( ¿Para que valdrán los directores generales si no ? )

    Un último comentario para dejar algo apuntado. Y es que mal haríamos, si después de habernos matado por ideas, el que pretende conducir un país, no tuviera en cuenta que, tras integrar primero mis propias entrañas (IU/PODEMOS), el siguiente paso, no debería ser ir contra lo que me estará esperando (PPPSOE), sino seguir reconduciendo al CENTRO DE UN PAIS, que sería el pilar que habría de soportar el que llegáramos entre todos a un pecho colectivo hoy aun sin abrir. Por vivir aun todos desintegrados y cada uno a su bola. Pues como las beatas en las iglesias, aun damos vida a imágenes y gestos, más muertos que los ciudadanos que vivirán de alimentarlos.

  2. Z says

    Sr. Monereo: Por el respeto que le debo y el ascendente que su posición le confiere en este «asunto vital» para algunas de nosotras y nosotros, me tomo la libertad de preguntarle, ¿es en serio?
    Para encontrar las respuestas buscaré en mi ingenuidad, pero permítame expresarme breve y bruscamente a causa del contexto: si creemos conocer las causas de muchos problemas, si bien sabemos de la insultante superioridad de los recursos disponibles del enemigo (Capital/Neoliberalismo/PPSOE, Estado, Régimen, o los que sean), y teniendo en cuenta todas nuestras diferencias pero que gozamos de una oportunidad única, quizás irrepetible ¿de veras y finalmente va a ser esta la estrategia?
    Porque al contrario de lo que se repetirá machaconamente como nuevo mantra, lo sabemos, «salimos a perder», con un relato perdedor en buena medida desactivado a través de los mass media, pero estando en disposición de construir uno mejor, que puede que luego lo sea o no, pero que al menos nos daría la oportunidad. ¿Por qué?
    Humildemente lo menciono porque en su artículo habla acertadamente de dificultades orgánicas pero dice poco o nada de la generosidad o de las responsabilidades a asumir. Resumiendo mucho de nuevo: el apoyo y el mandato que portan unos se cimenta en la lucha de años y años y en la carga de responsabilidad que genera el aprendizaje en las múltiples luchas; el apoyo y el mandato que disfrutan otros se gesta en múltiples esfuerzos y anhelos de las personas politizadas o repolitizadas desde 2011 quienes, compartiendo el diagnóstico, entendieron la generosidad como una de las ideas motores de su acción y teoría políticas, en oposición al individualismo neoliberal hegemónico y al aislamiento y a la carencia de poder a que condena, también en construcción de un relato alternativo. Horizontalidad, inclusividad, pensamiento colectivo, respeto, participación, asimismo todos ellos ejercicios de responsabilidad.
    Emocional y racionalmente esos principios llegaron a tener mucho seguimiento para buena parte de la población española, e incluso más allá. Ahora y quizás sólo ahora a nuestro alcance, hay un potencial en lo que arrastra consigo lo percibido como coherente, en este caso responsable y generoso, la fuerza de la unidad en algo común. A menor escala ocurrió por ejemplo en Madrid.
    No es por buscar culpables porque pienso que lo somos todas pero ¿es esta la voluntad de la unidad de la izquierda, y es esta la máquina electoral que ha sacrificado en el camino la verdadera horizontalidad y por tanto un gran potencial participativo y militante?
    Efectivamente las elecciones no lo son todo, ni afortunadamente todo es política, ¿pero de veras lo que queda esta vez es ir dando la enhorabuena a los de siempre? Si adviene un milagro seré la primera en alegrarme haberme equivocado, si no es así, por favor, traslade mi agradecimiento y el de muchas y muchos a sus allegados que puedan sentirse aludidos.
    Sinceramente.

  3. GIORDANO BRUNO says

    ¿Y por qué no, Izquierda Unida con Podemos, o Podemos con izquierda Unida?. Pero, ¡¡pero por favor!!! Unidos ganaremos.Y eso es lo que importa.Los galgos o los podencos nos van a comer vivos¡¡¡.¿ Es que no os dais cuenta?

  4. luzy sombra says

    Cuanta teoría para argumentar una unión que no tiene sentido. PODEMOS NACIÓ HACE DOS AÑOS CON EL APOYO DE UNA GRAN PARTE DE LA SOCIEDAD QUE NO SE SENTÍA REPRESENTADA POR LOS PARTIDOS VIEJOS. Estos argumentos para una unión entre uno de los partidos del antiguo Sistema y Podemos, deslegitima la fundación de Podemos. Basta ya XD

  5. casino in mobile al says

    Actually when someone doesn’t be aware of afterward its up to other viewers that they will help, so here it occurs.|

Leave A Reply