POLÍTICA / El bipartidismo es el sistema político que ha empleado con éxito Estados Unidos desde mediados del siglo XIX

El bipartidismo contraataca

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, en una imagen de archivo. / Efe

Circulan en la prensa dos ‘expresiones trampa’ usadas para definir ―en neolengua orwelliana― los 40 años de democracia que celebramos este año de 2018, aniversario de la Constitución. La primera es ‘Régimen del 78’, que demoniza el septenio de la Transición, alargándolo engañosamente para incluir las cuatro décadas de democracia y rebautizarla además como una autarquía. La segunda es eso tan repetido de la ‘España bipartidista’, que atribuye a los dos grandes partidos nacionales ―PP y PSOE― un acuerdo para repartirse por turnos el dinero robado a los irresponsables que les votaron durante cuatro décadas. La trampa de esta segunda expresión está en que parece culpar a la propia alternancia democrática de la corrupción imputable al Partido Popular y al Partido Socialista Obrero Español. El bipartidismo es el sistema político que ha empleado con éxito Estados Unidos desde mediados del siglo XIX, alternando democráticamente el gobierno del Partido Demócrata (fundado en 1828) y del Partido Republicano (fundado en 1854).

«Lincoln recién elegido dijo que no tenía derecho
a privar al país
de sus mejores cerebros simplemente porque a veces no estuvieran de acuerdo con él»

Pero en Estados Unidos el bipartidismo no se ha intentado catalogar de un modo negativo, como en España, ya que alude a la colaboración ejemplar de los dos partidos nacionales en pos del bien común. En 1860 el Partido Republicano estaba dividido en facciones que discrepaban sobre la esclavitud y el poder federal. En las ‘primarias’ republicanas de ese año había tres claros favoritos dentro del partido: el senador neoyorquino William Seward, el gobernador (de Ohio) Salmon P. Chase y el juez (de Missouri) Edward Bates. La primera sorpresa fue que los tres perdieron ante un abogado rural llamado Abraham Lincoln, que salió elegido candidato republicano a la presidencia; la segunda sorpresa fue que Lincoln ganó las elecciones generales; y la tercera sorpresa, tal vez la mayor, fue que Lincoln incluyó a esos tres contrincantes republicanos en su equipo de gobierno. Por si esto fuera poco, nombró Secretario de Guerra ―es decir, ministro de Defensa― al demócrata Edwin Stanton. Este ‘gabinete de rivales’ de Lincoln se considera el inicio del exitoso bipartidismo estadounidense. Cuando un periodista pidió a Lincoln que explicara los motivos de su singular equipo gubernamental, el presidente recién elegido le dijo que no tenía derecho a privar al país de sus mejores cerebros simplemente porque a veces no estuvieran de acuerdo con él.

«El gobierno de Macron aúna izquierda y derecha en un equipo variopinto marcado por la ecuanimidad, la paridad, la variedad ideológica y la eficacia»

Si damos un salto temporal de 160 años y cruzamos el Atlántico nos encontramos con el presidente francés Emmanuel Macron escandalizando a muchos en la Europa del siglo XXI por una política transversal que puede relacionarse con el bipartidismo de Lincoln en 1860. Hace apenas 20 meses, cuando Macron fundó su movimiento En Marche, aseguró que si ganaba las elecciones iba a ‘desbloquear Francia’, poniendo fin a la división nacional generada por la pugna entre izquierda y derecha. De mismo modo que Lincoln sorprendió con su ‘gabinete de rivales’, Macron logró desconcertar a sus entusiastas de izquierdas al nombrar primer ministro a Édouard Philippe, un ex alcalde de centroderecha de Le Havre que había pasado por la UMP de Sarkozy. Cumpliendo su promesa de cerrar la brecha partidista, Macron tiene un gabinete ministerial que podría catalogarse como ‘pospartidista’, pues aúna izquierda y derecha en un equipo variopinto de veteranos y novatos marcado por la ecuanimidad, la paridad, la variedad ideológica y la eficacia.

«El acercamiento entre el PP y el PSOE es más un complot que un pacto nacional y consiste en poner la zancadilla a Ciudadanos en sus propuestas»

¿Y qué sucede en esta España nuestra que tacha su propia democracia de bipartidismo corrupto? Mientras es casi imposible hallar grandes convenios bipartidistas al estilo estadounidense ―como la ley de derechos civiles de 1964, la llegada a la Luna de 1969, las leyes post-11S, el pacto fiscal de 2010 o el pacto educativo de 2015―, que anteponen el interés nacional al provecho propio, parece que el PP y el PSOE se van a poner por fin de acuerdo en 2018. ¿Va a ser un pacto histórico que favorezca a los españoles o un gran avance científico que sitúe a España en el mapa mundial? No. El acercamiento entre el PP y el PSOE es más un complot que un pacto nacional y consiste en poner la zancadilla a Ciudadanos en sus propuestas, desde la eliminación del cupo vasco y del adoctrinamiento educativo hasta la despolitización de la justicia. Mientras en el resto del mundo el bipartidismo avanza en positivo para lograr grandes pactos nacionales, en España el bipartidismo contraataca defensivamente para frenar los avances del país.

1 Comment
  1. florentino del Amo Antolin says

    Suena muy raro la comparación con EE UU. El sistema es distinto y complejo; pero tú a lo tuyo, que: Una cosa que funciona en aquella ¿ democrácia ? se debe de tragar de un sorbo; así sin más. Los » Estados Unidos «; son eso: Estados. Aquí Gabriela, solo podemos ser Españoles. porque unos » Padres de la biblica Constitución «, pactaron ( donde hay más obscuridad ) con nocturnidad… Pariendo sin hembra conocida,un juego poco democrático: Una especie de: » OCA LOCA «; que lo mismo hicieron Comunidad Autónoma a Madrid, que Logroño. Mujer, el cupo y el concierto tienen otras raices : Cualquiera de ellas si en la vida han usado tal sistema… Las excepciones confirman, que tienen esas raices llamados Fueros; una manera diferente de administrar… ¡ Ni mejor ni peor diferente !. En EE UU, hay estados que tienen la pena de muerte, unos con silla electrica, otros camara de gas ¡ Todos, son capitalistas !… En ilusiones, pues en ciertos Estados, hay más pobreza mental y social !.
    Los partidos que hacen politicas con los enfrentamientos, tienen poco recorrido en democrácia o ( no debieran tener ). Que usen las Lenguas como arma arrojadiza, en vez de su uso comunicativo; que hablen en la Lengua del Imperio Español y mucho Español…
    El engaño no durará tanto como el adoctrinamiento en un Estado visceral; que nivota, ni deja votar. Para tí Gabriela CIUTADANS, es el maltratado. El bipartidismo anexionó ( por necesidad ) a C¨S; lo aprendido en FAES le dá esa seguridad al sistema ¡ son iguales !. Aunque todavia no les han mandado al ¡ gallinero !.

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