Si un gurú guía al PSOE

  • Iván Redondo puede pasar, como si nada, de producir una campaña racista en Badalona a diseñar un golpe impecable de solidaridad con el barco 'Aquarius'
  • Cuidado con confundir gestión política con espectáculo mediático diario, líder con showman, autoritas del gobernante con fama del “artista”

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¿Se ha convertido el Partido Socialista en una organización política guiada por un spin doctor, un publicista que vende sus recetas al mejor postor? Simpatizantes socialistas, eufóricos por haber sacado a Rajoy de la Moncloa, me dicen que no me preocupe, que Iván Redondo, el asesor de Pedro Sánchez desde la campaña del 'noesno', solo es un técnico a sueldo. Puede ser, pero no puedo ignorar lo que leo en el BOE: “A propuesta del presidente del Gobierno, y previa deliberación del Consejo de Ministros, vengo en nombrar director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno…”. El mago de la publicidad convertido en miembro del Gobierno socialista con un poder político evidente.

Este precoz experto en marketing ya aplicó, antes que con Sánchez, idénticas fórmulas comerciales con José Antonio Monago en Extremadura. Organizó una campaña impactante, con el candidato extremeño del PP disfrazado de bombero. Redondo consiguió un buen resultado electoral y terminó en una posición decisiva en aquel Gobierno, también como jefe de Gabinete del presidente. Lo que hemos visto de los primeros días de Sánchez en la Moncloa me lleva a temer que el gurú publicista le ha organizado “un Monago” al Partido Socialista Obrero Español.

Me sorprende cómo este comercial, ahora convertido en mano derecha de Sánchez en Moncloa, puede pasar, como si nada, de producir una campaña racista en Badalona a diseñar un golpe impecable de solidaridad con el barco 'Aquarius'. Impacta revisar ese vídeo xenófobo de siete minutos, “Limpiando Badalona”, creado por el actual jefe de Gabinete del presidente Sánchez para la campaña de Albiol, candidato del PP en las municipales de esa ciudad. Entonces, el éxito electoral también fue sorprendente.

¿Cinismo? El propio Iván Redondo se confiesa: “El mensaje ya está en la gente, sólo hay que conectar con él”. Copia del “Voy a averiguar a dónde se dirige mi pueblo para guiarlo”, tan manoseado en el marketing político aprendido en EEUU. Como denuncia el Nobel de Economía Robert Shiller, son las consecuencias de trasladar tal cual la técnica de manipulación comercial a la actividad política. Veremos grandes espectáculos, me temo, producidos por Redondo y el grueso equipo con el que ha invadido Moncloa.

Con respecto al PSOE, habrá que esperar a los resultados de una operación tan arriesgada para llegar al Gobierno, basada en golpes de efecto orientados a lograr el milagro de “ganar, perdiendo”. No está de más preguntarse qué fue de los clientes anteriores del mago que ahora guía al PSOE. Monago tiene hoy pocas posibilidades de reflotar un PP extremeño cada día más hundido, Albiol ha llevado a los populares en Cataluña a la insignificancia, y el otro cliente de Redondo, Antonio Basagoiti, candidato a Lehendakari por el PP, retirado, ahora trabaja en el Banco Santander.

Por los antecedentes, habría que traducir “un Monago” por la formación de una burbuja electoral, una subida rápida seguida de una caída no menos acelerada. El PSOE de Sánchez ya ha tenido una experiencia similar. Después de las primarias, asesorado por este spin doctor, las encuestas reflejaron una subida rápida, para bajar rápidamente también. ¿Qué ocurrirá ahora? Habrá que esperar a 2020, pero los resultados serán decisivos para el futuro del PSOE y de la izquierda durante mucho tiempo.

El reconocido experto Mark Thomson, en “Sin palabras”, analiza el uso generalizado de estas técnicas y advierte sobre los riesgos de la confusión entre “operaciones tácticas relámpago” y “una guía estratégica”, imprescindible para cualquier proyecto de gobierno, incluso para uno de dos años. Cuidado con confundir gestión política con espectáculo mediático diario, líder con showman, autoritas del gobernante con fama del “artista”. Un plan publicitario no es un plan estratégico de gestión para un país. Lo que está en juego es en qué situación coloca Sánchez al PSOE con su decisión de mantener durante dos años un Gobierno sin apoyos parlamentarios. Los riesgos no los evitará un experto en vender humo.

Los ciudadanos necesitan comprobar, a partir de una práctica real de gobierno, qué representa, qué defiende un líder político. No hay gobiernos viables si se organizan para un 'mientrastanto'. Eso no funciona. Veremos, pero parece demasiado ingenuo justificar la decisión de la moción con un “peor que estaba el PSOE, imposible”. Para curar las derrotas electorales no hay atajos, ni contratando al mejor gurú. Los milagros no existen.

Dos años es mucho tiempo para sustituir con evasivas decisiones de gobierno que no se pueden posponer. Es una temeridad responder a la urgencia de un sistema de financiación de las CCAA con un aplazamiento hasta la próxima legislatura. O posponer una nueva regulación del mercado laboral, políticas activas de empleo incluidas, por las mismas razones, y proponer como sucedáneo la aprobación de “un plan contra la explotación laboral (sic)”. Es literalmente imposible enviar un mensaje convincente si está lleno de evasivas. No son un plan de gobierno. Peor, pueden ser la tumba de un partido político.

Dos años son una eternidad para quien quiere responder a los grandes desafíos de la política española actual con eufemismos, con un coctel lingüístico. Si los secesionistas te desafían con ataques directos a nuestro Estado Constitucional, contestar con el eufemismo “hay que pasar página” ni aquieta a los golpistas, como se ve, ni convence a los ciudadanos alarmados. Con eufemismos, artilugios retóricos pensados para ocultar los problemas, crecerá la desconfianza. Frente a la propuesta roqueña de Torra de recuperar el procés independentista de nada sirven respuestas líquidas del tipo “hay que explorar posibilidades de diálogo”, de la ministra Batet.

Esta actitud política parece fundamentarse en una confianza en la vuelta del bipartidismo, y está contagiando a políticos, tertulianos, analistas y demás, que repiten fórmulas que funcionaron en el mundo de ayer. Pero, se pongan como se pongan, el bipartidismo, ese invento de dos globos comunicados, PP y PSOE, con el que cuando uno se desinfla provoca que se infle el otro, ya no funciona. De hecho, cuando se miran con atención las encuestas en las que el PSOE del presidente Sánchez crece, se puede comprobar que la suma del PP y C's sigue superando la de PSOE y Podemos. Cuidado con los espejismos.

Pero, lo que me parece más preocupante de este escenario es que, al adoptar Sánchez la posición de Colau e Iglesias sobre el secesionismo, al dibujar el independentismo como una simple movilización política atizada, dice, por el PP, provoca el líder socialista un riesgo cierto de ruptura del electorado de centroizquierda. Si se obligara a muchos electores de este sector ideológico en España a optar entre el manifiesto del grupo de intelectuales encabezado por Fernando Savater o el que ha promovido Ignacio Sánchez-Cuenca, entre la consideración del procés como un golpe contra el Estado Democrático o su calificación como una simple crisis constitucional, mucho electores del centroizquierda optarán por lo que defiende Savater, que es lo mismo que defiende Borrell (vetado por TV3) frente a Iceta.

Para incrédulos: ver la experiencia de los cinturones rojos catalanes. Fracturar el bloque electoral de la izquierda es hoy algo más que una hipótesis de trabajo. Cuidado, y vigilen al gurú de Moncloa.

1 Comment
  1. florentino del Amo Antolin says

    ¡ Señor Jesús, que Cuadrado tiene todo !. El PsoE dejo de serlo hace muchisimos años, siendo su nuevo luk un » partidismo bi » engaña bobos de usar y dentro de dos años tirar; aunque los gusanos llevan muchos tiempos de muda. No hace falta poner nombres, pero hay individuos que no son nada en sus oficios y diseñan alegorias poniendoles nombres tan de centro y tan tan de izquierdas, que solo buscan medrar en el golgorio neoliberalismo catolico nacional español… ¡ Más fácil, cambiarse uno solo que inventarse siglas y saludo señor Jesús !.

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