La dictadura de lo políticamente correcto: un discurso disciplinario

  • Lo políticamente correcto establece no solo lo que se puede discutir, sino el modo de hacerlo; se convierte en un discurso que establece una hegemonía
  • Hubo quien pretendió rizar el rizo distinguiendo entre adversarios neoliberales y enemigos populistas. No hay censura sin sospecha. Sin solución de continuidad, se pasó a interpretar intenciones ocultas

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A la memoria de Danilo Zolo, maestro

Hemos aprendido y seguimos aprendiendo. El debate que queríamos abrir Anguita, Illueca y yo, desgraciadamente, no ha sido posible. Ha habido de todo menos debate. Interpretaciones sesgadas, descalificaciones, insultos y desprecios de diversa intensidad. Discusión en serio, con muy pocos, a los que se lo agradecemos. Hemos chocado con lo políticamente correcto. Lo sabíamos. Lo que ignorábamos es su extensión e intensidad. Una convergencia entre extremas izquierdas varias, derechas de diversos signos e intelectuales orgánicos empeñados en marcar el debate político. Hemos atravesado líneas rojas y se ha pretendido escarmentarnos y con ello, expulsarnos del debate público.

Desde un cierto punto de vista, estamos rodeados de discursos, discursos dominantes y dominados, cristalizaciones de ideología organizada en torno a enunciados dotados de sentido. Lo políticamente correcto establece no solo lo que se puede discutir, sino el modo de hacerlo; se convierte en un discurso que establece una hegemonía. Nos hemos enfrentado a una variante de éste que podríamos denominar discurso disciplinario. Lo que hay en el trasfondo es simple: estigmatizar, criminalizar opiniones y convertir a los adversarios en enemigos. Esto tiene, al menos, una doble consecuencia: se fija lo correcto y se prohíbe lo incorrecto hasta tal punto que se obliga a los actores a distanciarse de él, a repudiarlo públicamente. Un ejemplo lo tenemos delante de los ojos en el debate abierto en torno al artículo de Clara Ramas sobre el patriotismo democrático.

Se dice que estamos rectificando sin desdecirnos de lo escrito. No es verdad, lo que estamos haciendo es aclarar las muchas tergiversaciones, malas interpretaciones y falsedades. Podemos habernos equivocado en tal o cual frase, pero lo que dijimos está claro: 1) que nos oponíamos a banalizar el fascismo y que para entender lo que está pasando en Italia hace falta un análisis concreto de la realidad concreta; 2) que el actual gobierno italiano tiene un proyecto contradictorio que representa a un determinado bloque social con relaciones complejas con las clases trabajadoras (ejemplo de eso, el decreto Dignidad); 3) la enorme responsabilidad de la izquierda italiana en el surgimiento y desarrollo del populismo de derechas. En el centro, la gran hipoteca para la economía y sociedad italianas de la Unión Europea bajo hegemonía alemana.

En vez de discutir los contenidos, se nos descalificó acusándonos de blanquear el fascismo emergente en Italia y de mil fechorías más. Hubo quien pretendió rizar el rizo distinguiendo entre adversarios neoliberales y enemigos populistas. No hay censura sin sospecha. Sin solución de continuidad, se pasó a interpretar intenciones ocultas. Los genios de la lámpara encontraron pronto una supuesta línea rojo-parda que daba sentido a nuestros artículos. Faltaba Rusia, pero ya apareció. Como no había mucho que discutir, se buscó una conexión adecuada: estamos con Salvini, estamos con sus políticas y defendemos sus opciones. Nunca hablamos de emigración, pero se convirtió en el centro del ataque. Rápidamente se vio las derivas de un discurso disciplinario, se criminaliza la política migratoria del gobierno italiano y se salva la de la Unión Europea en un momento donde el Consejo Europeo acaba de aprobar la creación de una muralla de hierro que impida la llegada de cualquier tipo de emigrantes y la externalización de “centros” de acogida en el norte de África.

Los elementos del discurso disciplinario han aparecido una y otra vez entre tanta descalificación e insulto. Dos muestras: cómo se tratan los temas asociados a la globalización capitalista y la Unión Europea. Según este discurso, la globalización es irreversible y buena (la falacia naturalista es fundamental en este tipo de enunciado); quien no está de acuerdo con ella es un reaccionario, contrario al progreso y a un futuro brillante ligado a las nuevas tecnologías. Si es necesario, se pueden sacar textos de Marx en favor del librecambio o “justificando” la conquista de la India. El otro lado de la contradicción es también claro: el Estado-nación está históricamente superado y es malo, no se puede partir de él y, mucho menos, reformarlo para contribuir al desarrollo de los derechos sociales, de las libertades públicas y de la soberanía popular. Se reconoce que hay ganadores y perdedores y lo que se busca es una globalización de rostro humano, una gobernanza de la humanidad entera bajo compactas democracias de mercado.

Lo de la Unión Europea afecta mucho más, es uno de los grandes consensos de la Transición. Se considera que la UE es Europa, un bien en sí más allá de los conflictos de clase y de poder. El euro, un instrumento inacabado pero que orienta en el buen sentido. Desmantelar los controles sociales, políticos y económicos del Estado-nación se considera algo positivo, ya que nos acercará en un proceso histórico a unos supuestos Estados Unidos de Europa. Defender la soberanía popular, los intereses nacionales y las políticas económicas progresivas está considerado como nacionalismo, como formas variadas de populismo y, más allá, negadoras de Europa como proyecto. Poco se dice del vínculo atlántico, menos de la OTAN y sus políticas de rearme, casi nada de la creciente subalternidad con respecto a la América de Donald Trump. Una cosa sí que queda clara, Rusia es culpable; hay que impedir, cueste lo que cueste, una alianza de ésta con Alemania, Francia y demás países de la Unión.

Un discurso disciplinario que domina, controla y marca el debate público. Unas veces implícitamente y otras, explícitamente y siempre como marco cognitivo en el que hay que estar para ser respetado y convertido en una fuerza reconocida por los que mandan, por los poderes fuertes. Todavía asombra que, cuando se ve crecer a una fuerza como Vox, se la relacione con el conflicto entre las dos derechas, PP y Ciudadanos. Es decir, de nuevo se ignora que hay una relación directa, visible entre las políticas que impone la UE, la degradación de la vida de las personas, las enormes desigualdades sociales y la crisis de unas nuevas generaciones a las que se les bloquea el futuro.

En una cosa no se equivocan, nosotros proponemos una república federal que mire al socialismo desde una defensa nítida de la soberanía e independencia nacional, los derechos sociales y las libertades públicas y, más allá, la lucha por la hegemonía de las clases trabajadoras en base a un nuevo proyecto de país en una Europa democrática y solidaria.

5 Comments
  1. migstor says

    Querido Manolo (y no es ironía) :

    Pues sí, blanqueasteis el postfascismo de Salvini en un panfleto espantoso y a las bastante argumentadas y mesuradas críticas respondistes con réplicas trampeadas indignas de vuestra inteligencia; y con fatwas (por lo visto contestaros es de totalitarios porque se juzgan intenciones y no hechos) y volveis a la fatwa, en este caso a la fatwa cuñada facha (criticaros o replicaros es la dictadura de lo políticamente correcto) Es difícil encontraros textos tan llenos de malos razonamientos y falacias de todo tipo.

    Para muchos, gente como Anguita y tu Monereo, habeis sido de lo más digno de una izquierda que ha hecho todo lo que criticais, especialmente ante la estafa del 78, frente a Europa, Maastrich, el euro. Y nos pareçia que Podemos iba a recoger en parte vuestro testigo y vuestra lucha, junto a la de otros, en un proyecto emancipador valiente y con posibilidad de cambiar la sociedad. Nunca más regalar la democracia a sus enemigos, ni el proyecto de la ilustración… ni la herencia de la revolución francesa y las luchas de los trabajadores. Y por la soberanía de los ciudadanos y los pueblos.

    Pero Podemos ha jugado al caudillismo, al tacticismo, al odio al debate y la democracia interna, al plebiscitarismo, a la ausencia de formación y debate de la militancia, sólo fans y pegacartes; a jugar con virajes indecentes, peronismo, socialdemocracia, pseudofalangismo (¿Ahora bolchepardismo?)…

    Podemos ahora mismo ¿Que ha conseguido, aparte de legitimar al régimen? Apoya a un gobierno que es su principal baluarte . Seguimos con ley Mordaza, la reforma laboral, con concertados, concordato, CIES, apoyos al CETA. Traicionando en Madrid a los vecinos , vendidos a la Banca con la especulación salvaje que ni Botella se atrevio a hacer. Y sus dirigentes diciendo que no se meta en política al Borbón y que perdón si pareció que se quería cuestionar el régimen del 78 , que sólo era actualizarlo al SXXI.

    Muchas cosas que se dicen en el debate sobre la izquierda europea son injustas. No todo es lo que se dice ni todo es lo mismo.

    Pero vosotros ¿A qué estais? ¿No teneis cosas que decir sobre nada de lo que hace el gobierno de la nación y vuestros pupilos que les han puesto allí, especialmente tú , que eres diputado y un referente de la dirección? Jugar al pardismo de esa forma absurda y enloquecida y debatir con esta actitud es algo que a muchos (me consta) nos abochorna. ¿No hay nada que hacer para criticar al régimen y a la UE que no pase por contar malos chistes donde se elogía a liberalfascistas?¿Nada que decir al puto rey, a la Iglesia, al PSOE, a Podemos? ¿Quereis jugar al juego de los espejos, antes con UPyD y ahora con el Trumpismo , el postfascismo italiano ?¿Arriba Le Pen y Limonov?

    Que bueno el decreto dignidad de Salvini, las autopistas de Hitler, los pantanos de Franco y los paquetes de lentejas de Amanecer Dorado y el Hogar Social Madrid. Juzguemos los hechos, no las intenciones. Y no nos critiqueis , que es de totalitarios. Lo peor no es lo que defendeis, que se puede debatir. Sino la argumentación tan indecente y pobre y la reacción tan patética ante las críticas, repito, argumentadas y bastante mesuradas. ¿Sabes lo que creo? Que precisamente si no os ha caído la del pulpo precisamente es por lo ridículo del panfleto y aún más de vuestra reacción y por el respeto que se os tiene. A mí me pinchan y aún no sangro.

    Sinceramente, espero que dejeis el victimismo y el filisteismo y debatais como otra cosa que lo que pareceis. Gente que ha perdido el norte por completo .

    Saludos

  2. florentino del Amo Antolin says

    … Y ¿como se lleva a cabo tales propuestas ?. Porque hablar de independencia nacional, te lo compran hasta los de Vox. Creo que es en lo referente Internacional… ¿ Por donde para la Internacional Socialista ?. ¡ Los Estados son dependientes todos !; y sus políticos unos correveydiles, marionetas del filibusterísmo, el pancísmo del 39; con toques tecnocratas opusianos, embalsamados, en una gran bandera rojo y gualda.( Esa que nos trajo el general ).
    Si nos vamos a federar… ¡ Será libremente, ¿ no ? !. Pero habrá que hacer antes un trabajo de aireación del local Nacional y de sus aderidos al federalismo… ¿ Obligatório ?… Habrá que abrir un proceso constituyente, en el cual las opciones, de pertenencia, o de ¡ ospa ! queden claras. Así como las formas de gobierno y las consultas a los verdaderos detectores de sus libertades, deberes y derechos… ¡ El Púeblo !. Que prime ( está apuntado y bien ) los derechos sociales, garantizados, así como esa educación, esas viviendas, esas pensiones y esa sanidad… ¡ No se trata de imponer, sino de aceptar un juego que lo truncaron a sangre y fuego.
    La UE de los Púeblos y no de los comerciantes, la solidaridad entre ellos y refrendados por esos: Derechos Humanos Universales. ¿ Quienes pueden decir que no a tales propuestas ?… Seguro que miles, o millones; Manuel, tu lo describes muy bien, ahí arriba: » La relación directa de quienes hicieron el gasto y quienes lo estamos pagando «… Los capitalistas vestidos de neo liberales, generan las desilgualdades sociales y torpedean el resurgir de unas gentes preparadas, que andan haciendo trabajos de mierda y con el futuro estrellado en el hormigón de instituciones ajenas al bien social.
    ¡ Hay trabajo, y toca remangarse Monereo.. El rumbo cambiaras andando y alivio alentando !.

  3. migstor says

    Por cierto: la fatwa victimista con la que se supone que Monereo continúa al debate ante las críticas a su panfleto no se basa en lo que sus detractores dicen sino en cosas que, al menos que yo vea y mira que he leído las respuestas en Cuarto Poder y CTXT, NADIE le ha dicho. ¿quién les ha dicho que «la globalización es irreversible y buena» y que «que hay ganadores y perdedores y que lo buscan es una globalización de
    rostro humano, una gobernanza de la humanidad entera bajo compactas
    democracias de mercado»?????? ¿Mentira podrida, imaginación o acaso hablais de lo que os haya dicho El País…Carmena o Errejón y os haceis un lío? Sólo hay una crítica que os gusta. ¿En que les habeis contrarreplicado y en base a qué argumentos y no golpes de pecho, falacias y juicios de valor?

    ¿Y vosotros proponeis una república federal que mire al socialismo? Pues no será Clara Ramas, que no habla de republicanismo , socialismo ni nada parecido sino de Patria , Comunidad y una unidad de destino de tintes joseantonianos. Ni Marx, Robespierre, Gramsci o Streeck. Laclau mal leído y Carl Schmitt. Pocos colores le han sacado. Eso si, ya la veremos en un Consejito o un carguito institucional de Podemos. Al tiempo.

    La extrema derecha no os a votar por mucho que coqueteeis con su discurso igual que el extremo centro no os va a votar con el de ni de izquierdas ni de derechas ayer , peronismo anteayer y socialdemocracia las fiestas de guardar . Más os valdría dar una colleja a vuestros compañeros y discípulos para que enfrenten al neoliberalismo en las luchas reales de España y sus pueblos y ciudades , de los derechos sociales y políticos y metan república , socialismo y democracia (por lo menos en espíritu, como estaba en Mover Ficha) en sus propias posiciones , dentro de Unidos Podemos y frente al régimen. Que para plantar cara al neoliberalismo y a la troika la solución no es copiarle el discurso mentiroso a la ultraderecha y en su terreno. No hace falta ondear banderas. Pero sí cerebros.

    ¿Donde está vuestro panfleto para defender a Madrid del BBVA y sus lacayunos apoyados por Iglesias y Errejón que se pasan el programa por el forro y a las bases y los mejores y más valientes como Sánchez Mato, por la piedra ?¿Para empujar a Sánchez a que derogue las leyes liberticidas y antisociales? ¿Para darle una respuesta a Errejón, que dice que lo de que Podemos llegó para cuestionar el R78 son pamplinas? ¿Para crear militancia y debate en Podemos y no borreguismo y purgas?

    Todo desde el respeto a Anguita y a Monereo. Tanto como estupefacción y bochorno que causa su .

  4. Matías Fidemraizer says

    Lo peor de todo esto es que a los que todavía tenemos toda una vida por delante, nos mancillaís nuestro futuro de forma egoísta y condenáis a varias generaciones a vivir por mucho tiempo en la dictadura de lo políticamente correcto no; en la deriva autoritaria y antidemocrática, lisa y llanamente.

    Porque el electorado al cual os apegáis o no os va a votar, o vota según sopla el viento, carente de valores democráticos y vendido a recibir el dictado diario de las tertúlias de tres al cuarto de los medios de comunicación en manos de unos pocos y a su vez copados por inversión de la banca. Sí, los de la «trama»…

    Cuando tienes ciertos valores, concluyes que te has equivocado: confías y luego truncan el futuro bordeando la metralla neofascista-chovinista y luego hay que leer cómo los mismos se aplican el champú anticaspa, porque claro, «somos de izquierdas». La extrema derecha os lo agradece. Éstos no tienen complejos: ni izquierda ni derecha, indisciplina e incorrección a tope (todo por la patria y contra las élites…).

    Gracias por los años de más Régimen del 78, turnismo, progresía 2.0. Todo sea por romper la disciplina, sí.

  5. Matías Fidemraizer says

    Suscribiendo lo que comenta @migstor:disqus , añado que en conjunto el anterior y presente artículo, no son más que un síntoma de una progresía 2.0 disciplinada en no cuestionar lo esencial del Régimen del 78 y los cimientos neoliberales del Estado.

    En el discurso del «yo, indisciplinado, tú al dictado de lo políticamente correcto», veo dibujada una realidad bipolar, en la cual unos bordean y toman prestado contenidos previamente falsificados y a la par enarbolan y caricaturizan un discurso emancipador de cara a la galería que es nada original.

    Con todo esto, no me queda otra que agradecer la inestimable ayuda de los estrategas podemitas y sus ideólogos: seguro que con gobernismo y posibilismo con copipegas fascistas a conveniencia lo petamos. Claro que podemos.

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