Gran Hermano para la ciudadanía
- En la tienda con una X gigante en el escaparate, entre las secciones “Sexo anal con animales muertos” y “Nuevos orificios”, puede encontrar en DVD las 18 temporadas de “Gran Hermano” emitidas por Telecinco
María Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional del Gobierno de Pedro Sánchez, pretende crear una asignatura obligatoria similar a Educación para la Ciudadanía con la que formar a los estudiantes en “valores cívicos y éticos”. Dinero tirado.
Para que nuestros jóvenes se eduquen en estos valores, imprescindibles y de carácter universal, lo primero que habría que hacer es encarcelar, en régimen de aislamiento absoluto, tanto a los creadores de “Gran Hermano” como a quienes programan semejante arma de destrucción moral masiva en una televisión generalista. Terroristas. Si usted ha tenido la desgracia de ver en algún momento la edición de “Gran Hermano” que en estos momentos emite Telecinco, con gran éxito de audiencia, es muy posible que coincida conmigo en que se trata de un producto pornográfico, en términos intelectuales, puesto que su finalidad es utilizar de manera miserable a seres humanos necesitados de efectivo.
Humillándoles, y obligándoles a que muestren en pantalla lo peor de la especie humana, pretenden provocar la excitación de los sentimientos más rastreros del receptor, en este caso el telespectador. Y aumentar de manera tan ruin las audiencias, es decir, los beneficios (de la cadena, por supuesto, no del humano despojado de su humanidad).
No hablo de censura, cuidado. Solo de que por su peligrosidad estos espacios no debería ser productos de libre acceso al que llegar con solo presionar el botón “5” del mando a distancia. ¿Es usted un adulto viciosete que quiere embrutecerse viendo un programa repugnante? Ningún problema: en la tienda del final del callejón, esa con una X gigante en el escaparate, en la estantería de la izquierda, entre las secciones “Sexo anal con animales muertos” y “Nuevos orificios”, puede encontrar en DVD las 18 temporadas de “Gran Hermano” emitidas por Telecinco. Que las disfrute.
¿Una nueva “Educación para la Ciudadanía”? Empecemos la casa por los cimientos. Acabemos con la telebasura, acabemos con el juego on line y las apuestas deportivas, con el valor académico de la asignatura de religión, con los colegios segregados por sexo… Y después coloquemos la guinda en la tarta.
Javier, cualquier herida profunda pasa por la asepsia de tu última reflexión; la venda al final del proceso y con todo, vigilancia periodica. Pornografia banal, que no intelectual; ¿ quienes de los actores de tal » rrollo » tienen intelecto ?. Cuando Berlusconi invirtió el 30 % en tal aparato de misoginia cultural, ética periodistica, ocultaciónes de los verdaderos problemas cotidianos; sabia lo que hacia, eran los momentos de embabucadores nacionales y un servicio al fascismo mental implantado. Solo faltaban los riegos, restriegos en las arenas doradas y el edredoning nocturno. Por mucho que la vista se relaje y el olfato barrunte los fluidos… Si tienes dos ( solo dos ) dedos de frente, no contribuyes en tal evento, ni participas en sus digitos de media. Lo extraño es que sean los progresístas, en denunciar la telebasura… Cuando hay sectas de religiones, hermandades de caballeros púdicos, legiones marianas que se hacen oír… Pero ahí no se meten ¿ porqué ?. Muy sencillo, les están haciendo el trabajo de anular la poca masa grís del televidente, alineando sus pensamientos en sueños eróticos mentales; matando la actitud critica de pensamiento, dejando esteril el lugar que debieran ocupar los asuntos de una solidaridad cívica activa.
Por eso Javier, la cultura no es tener un titulo yo pude aprender del hijo, cursó Ciencias Ambientales en Toledo; despues de la graduación me dijo: «Toma,mete esto por ahí y no lo enseñes… La mejor universidad está en la calle y en su vida». La orla nadie sabe donde está, como padre obedecí, recibiendo una lección, sencilla pero efectiva.
Eso mismo que apuntas al final de la cronica sería el primer paso en defender a los alumn@s y por ende a una sociedad dormida en brazos de un Morfeo neoliberal castrador de pensamientos criticos; aderezado con los dogmatísmos clasicos de una santa cruzada inconclusa, eroticamente facciosa.
Hay mucho trabajo. Falta el compromiso con una sociedad, que realmente espera claridad, decisiones de cambios tangibles ambiciosos en unas enseñanzas para una ciudadania sedada por el Gran Hermano Nazional.