Siempre hemos dicho, y lo mantenemos, que la sanidad debería ser política de Estado antes que política de partido. Que debería existir un Pacto de Estado, un consenso básico sobre las grandes líneas que conforman nuestro sistema sanitario, para dejarlo al margen de los vaivenes políticos. Pero parece que no es fácil avanzar en esta dirección. Así que desde CCOO seguiremos manteniendo como una prioridad la defensa de una sanidad pública y universal que garantice plenamente el derecho constitucional a la salud.
Pero más allá de contribuir a preservar o mejorar nuestro estado de salud y nuestra calidad de vida, los sistemas sanitarios son vehículos de cohesión social, solidaridad y equidad. Por eso, cuando las instituciones y los responsables que temporalmente dirigen la gestión pública anteponen el valor económico al valor social y los intereses privados y particulares a los intereses públicos y colectivos, el sistema empieza a fallar. Y se rompe la esencia de lo que debe ser un servicio público que garantiza uno de nuestros derechos fundamentales como trabajadores y como ciudadanos.
La situación actual de la Sanidad Publica de la Comunidad de Madrid es el resultado de años de plan premeditado de desmantelamiento por parte de los diferentes gobiernos del PP, que eso si, nunca ocultaron su objetivo de privatizar/externalizar los servicios sanitarios. Y mediante una reducción crónica del presupuesto sanitario y costosas campañas de propaganda, nos trataron de convencer de que era mejor lo privado que lo público y que lo importante era la libre elección de centro sanitario, de nuestro especialista, de nuestro médico de familia, intentando convertirnos en meros clientes del mercado de la salud.
La pasada legislatura el Gobierno del PP en la Comunidad de Madrid hirió de muerte la sanidad pública cuando intentó privatizar una buena parte de los hospitales de Madrid y externalizó centros y servicios que hasta ese momento habían sido de titularidad pública. Una sentencia judicial paralizó “el plan de privatización” pero algunos flecos quedaron sueltos, y por las grietas se van deteriorando los edificios.
Otro gobierno del PP continuó el mandato en la Puerta del Sol y, poco a poco, fue aprovechando esas grietas para seguir descapitalizando nuestro sistema sanitario y favoreciendo los intereses económicos de la sanidad privada. Entre tanto ruido, nos han ido arrastrando de forma encubierta hacia un escenario más favorecedor para los intereses privados, y con menor oposición de los profesionales y los ciudadanos, que antaño tuvieron enfrente.
La base de la pirámide
Atacar por ello la base de la pirámide, la Atención Primaria del Sistema Sanitario Público en la Comunidad de Madrid no es baladí. Los más de 6 millones de citas de madrileños y madrileñas al año que se realizan a partir del las 18:30 horas en los centros de salud son tan necesarias que de no poderse mantener obligarán a gran parte de los usuarios a dirigirse a la consultas que, a esas horas, ofrece el sector privado operado y gestionado por personal que compatibiliza su jornada en la pública y la privada. Todo ello, fruto de una estrategia bien pergeñada, con el apoyo de organizaciones corporativas que enmascaran estas medidas con la excusa de la conciliación familiar.
Pero falsean la realidad, impiden la contratación de personal y bloquean el muy necesario y estructural incremento de las plantillas. Lejos de crear más empleos en el sector sanitario empujan a la reducción y, con ello, procuran de forma velada el deterioro de la prestación asistencial. Hieren de muerte a la Atención Especializada y a los servicios de Urgencias y Emergencias. Todo ello constituye la estrategia de empuje a los usuarios hacia la sanidad privada, que cubre el hueco que dejan los servicios públicos, y que, a la vez, se nutre de fondos públicos tanto económicos como humanos.
Un escenario nefasto para la salud de la sanidad madrileña y, en definitiva, para la de los ciudadanos y ciudadanas que saben que es uno de los pilares básicos del estado del bienestar. Pero CCOO Madrid no va a abandonar esta batalla. La sanidad y la investigación sanitaria pública es invertir en futuro y la Atención Primaria es la piedra angular del sistema. Un sistema que vamos a defender.
Cuando decidí dar el paso de ser funcionario de prisiones sabía
perfectamente lo que hacía. De sobra me enteré de la miseria
a la que me iba a enfrentar. «Siempre encontraré un resquicio
de luz en semejante tribulación», pensaba, pero nada me hizo
sospechar de que iba a ser usado, si usado como funcionario
público para resolver de forma ignominiosa un problema que es
sólo político. Lo mismo que han usado a la policía nacional y a
la guardia civil, sólo que a ellos se lo van a recompensar con
500 euros más en su sueldo cada mes, para que tengan buena
disposición por si hay que volver a romper la crisma a los que
quieran cometer el pavoroso «crimen de votar». Ver presos
políticos en Estremera me supone una vergüenza tal, que me hace
insoportable acercarme cada día a cumplir con mi turno de
trabajo. Esta vergüenza no es tan sólo para mi o para mis
compañeros funcionarios, es una vergüenza para todo un país,
España, que siempre defrauda, que siempre fracasa, que siempre
hiere y hace sangrar a los más débiles. Ahora les ha tocado a
los catalanes, pero hay otras comunidades en el punto de mira y
su brutalidad solo se puede explicar desde un odio afilado hacia
todos sus detractores, raperos, twiteros, payasos, mecánicos,
chistosos o artistas. José Angel Hidalgo. A la m. con la
Injusticia española prevaricadora, títere de fascistas y
corruptos, vergüenza de Europa. Som República !!*!!
Ninja45 un trabajo de compromiso humano, que llenado de ética con esos seres llenos de debilidades y enclaustrados lejos de familiares y amigos… Puedes ser el eslabón de una cadena, no para oprimir; sino para reblandecer su grueso estirando el compromiso personal… Haciendo de la condena justa, una labor humana; que no te digo nada si esa condena es política, o de cloaca de altos vuelos… Puedes amargarles la existencia, por que un mandao es un mandao y de estos amigo ninja45 son una mayoría, los que aportan ese plus de mala leche facciosa y reaccionaria. Tu empleo, debe de servirte en reafirmar el compromiso y servicio al interno, haciendo de tu profesión de cara a los internos, tu revolución personal y esa ONG de bálsamo cicatrizante pérenne, con ese hombro de apoyo como palanca solidaria y humana… ¡ Dignidad profesional ninja 45 !.