El derecho a saber

  • El “derecho a saber” es un derecho colectivo que implica el derecho inalienable a conocer la verdad de lo que ocurrió y que va unido al “deber de recordar”
  • Existe un planteamiento de la “equidistancia” que tiene mucho que ver con el tipo de transición a la democracia que tuvimos y explica la benevolencia con la que se trata al franquismo

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Es conocida la frase de que el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. Cuando se cumplen 80 años del final de la Guerra Civil española, es un buen momento para reflexionar sobre la enseñanza de nuestra Historia del siglo XX. Entre otras cosas porque, como estableció la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en 1998, el “derecho a saber” es un derecho colectivo que implica el derecho inalienable a conocer la verdad de lo que ocurrió y que va unido al “deber de recordar”.

El único periodo en el que la mayoría de la juventud estudia Historia es en el instituto. Pero, desgraciadamente podemos hablar de déficit democrático en la enseñanza de la Historia, por la combinación de una serie de carencias que tiene el conocimiento de periodos como la Segunda República, la Guerra Civil y la dictadura franquista. Veamos.

No lo estudian todos los jóvenes. Por un lado, porque muchos no llegan a los cursos en que se imparte (4º de ESO y 2º de Bachillerato). Ello se debe a que hay un abandono escolar temprano muy alto en España (18% ahora, pero ha llegado a ser del 30,9%). Otros no llegan a esa parte del programa por ser un currículo muy exhaustivo: en 4º de ESO se da Historia Contemporánea Universal y de España con tres horas semanales; en 2º de bachillerato la Historia de España va desde la prehistoria al tiempo presente y se imparte bajo la presión de la prueba de selectividad para acceder a la universidad. Y, si alcanzan esta parte del temario, muchas veces se tratan de forma rápida y superficial. Y el colmo es darlo en inglés por aquello del bilingüismo.

Los contenidos de los libros de texto son poco objetivos en bastantes ocasiones. Hay un excelente estudio que analiza los libros de texto en relación a la memoria histórica, coordinado por Enrique Díez, que analiza la proporción, los aspectos resaltados y los silenciados, y la visión sobre las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo. Entre las conclusiones principales se reivindica una historia con memoria que genere situaciones de aprendizaje desde el testimonio directo (historia oral) a la interpretación de diferentes documentos.

Ello se debe a que existe un planteamiento de la “equidistancia” que tiene mucho que ver con el tipo de transición a la democracia que tuvimos y explica la benevolencia con la que se trata al franquismo. El pacto era que los franquistas accedían a la democracia a cambio de una amnesia colectiva que aplicaron los gobiernos de la derecha y del PSOE. Un “punto y final” o el olvido como forma de legalizar los crímenes. Así, el nuevo régimen nacía de la desmemoria. Y como apropiarse del relato es apropiarse de una legitimidad, se intenta afirmar el falso principio de ”que todos eran iguales” y “todos fuimos culpables”. Para ello, por ejemplo, se habla de “dos bandos”, equiparando al Gobierno legítimo de la República con los sublevados; se equipara la represión, aunque haya diferencias cuantitativas notables, pero sobre todo cualitativas: una fue institucional y parte de una estrategia del terror (circular de Mola), y a la otra se opusieron las autoridades republicanas y la controlaron en cuanto pudieron; o se habla de “régimen anterior” o “periodo predemocrático” para disfrazar la dictadura.

No se han trasladado a la didáctica de la Historia los excelentes trabajos de investigación de estos periodos. En este sentido, el historiador Fernando Hernández Sánchez cita las aportaciones de Southworth y Preston sobre el golpe de Estado; los trabajos de Viñas o Moradiellos sobre la internacionalización del conflicto; los estudios de Cardona o Alpert sobre la dinámica militar; las reflexiones de Aróstegui, Graham o Reig Tapia sobre la dinámica política y social; las conclusiones sobre la violencia y la represión de Casanova, Espinosa, Moreno o Vinyes. Este hecho tiene que ver también con una cuestión comercial: los libros del texto se venden para todos los centros educativos, ya sean públicos o privados, y ello hace que asuman el canon conservador aunque pierdan objetividad.

Por otro lado están las clamorosas ausencias de aspectos fundamentales de la Historia. Así, apenas aparece el tema del exilio republicano, la resistencia interior o maquis, la contribución española en la lucha contra el nazismo, los campos de concentración franquistas o nazis donde hubo españoles, las represión de la dictadura (cárceles, fusilamientos, leyes de excepción, TOP, Brigada Político Social…), la oposición obrera, estudiantil y vecinal a la dictadura. Es un escándalo que no se hable del papel de la Iglesia o del expolio económico a los republicanos en el que se basan algunas de las “respetables” grandes fortunas actuales.

Por último, habría que resaltar el modelo teleológico de los libros de texto que encadena los acontecimientos buscando un final previsible y sesgado. Es la asociación entre Republica y Guerra Civil en el mismo tema, lanzando el falso mensaje de que lo que no era bueno lo que mal acaba; y Dictadura y Democracia, en sentido contrario: no será tan malo lo que parece que acaba bien, sobre todo si no se habla de la oposición antifranquista y se presenta como algo tan natural como la sucesión de la sequía y la lluvia.

Así las cosas, cierra el panorama como remate a esta falta de formación histórica, que algunos la acaban buscando en los best sellers de los grandes almacenes de historiadores revisionistas, manera elegante de llamar a los “historiadores” franquistas. Lo que no deja de ser un síntoma de la falta de calidad de lo que se enseña y del déficit de formación histórica de los ciudadanos.

Con todo existen buenos profesores y profesoras que hacen un gran esfuerzo por abordar esta parte de la Historia y aprovechar todo tipo de recursos didácticos. Muchos hemos recurrido a la proyección de películas como La lengua de las mariposas, Ay Carmela, Tierra y Libertad; lecturas como Réquiem por un campesino español de Ramon J. Sénder o Los girasoles ciegos de Alberto Méndez, textos de Louis Delaprée o Juan Eduardo Zúñiga; la visita a exposiciones o el encuentro con autores como Carlos Hernández sobre los españoles en Mauthausen.

Para los docentes es un imperativo cívico desvelar el pasado reciente con buenos trabajos e investigaciones, ayudando a pensar con fuentes contrastadas, orales y lugares de memoria. Pero para los ciudadanos es una exigencia ética abordar de forma definitiva la Verdad, Justicia y Reparación en torno a la memoria histórica. Ello pasa por medidas como: la retirada de todos los nombres relacionados con el franquismo de calles y plazas; la anulación de las condenas por motivos políticos de los tribunales ilegítimos de la dictadura; la retirada y devolución a sus legítimos propietarios de los bienes que la familia Franco expropió; un inventario de bienes expoliados durante la Guerra Civil y la dictadura: el juicio a los responsables políticos de los crímenes del franquismo y la transición; la apertura de todos los archivos militares, civiles y eclesiásticos que contienen información esencial para la investigación histórica. Y especialmente la apertura de todas las fosas comunes y el entierro digno para las víctimas del franquismo; hasta el Papa acaba de decir: “Una sociedad no puede sonreír al futuro teniendo sus muertos escondidos”.

El Comité de Ministros del Consejo de Europa (2001) recomienda que se tomen medidas educativas para prevenir la repetición o la negación de acontecimientos devastadores que marcaron el siglo XX. Aquí tenemos el déficit explicado. Quizá por ello, tantos años después, siguen presentes estos temas en la actualidad política. Se debe a que no se han resuelto los temas de Memoria Histórica y este país no se ha vacunado contra nuestra forma casera de fascismo. Las elecciones generales del 28 de abril deberían de servir para acabar con el franquismo definitivamente, aunque no parezca fácil. En todo caso, el conocimiento histórico debe ser considerado, como hacen los países democráticos de nuestro entorno, un derecho civil que los Gobiernos han de garantizar y promover. Al fin y al cabo, la Historia es la memoria colectiva y sin ella es difícil avanzar como pueblo.

NOTAS:

  1. “La Memoria Histórica en los libros de texto”, Enrique Javier Díez Gutiérrez (Dir.) Editado por Foro de la Memoria y Presidencia de Gobierno (2012)

  2. https://comunidad.publico.es/peticion/dictadura/?utm_medium=twitter&utm_campaign=dictadura&utm_source=peticiones
2 Comments
  1. ninja45 says

    Hay algunos momentos tan surrealistas que hasta rozan lo cómico. La ocasión la pintan calva para uno de los salvadores patrios, ínclito Francesc de Carreras, inspirador de Ciudadanos, escribiente de su constitución y, en su tiempo libre, atizador de la maldad nacionalista catalana. Dicho sabio escribió un sesudo
    artículo que tenía como finalidad comparar a Puigdemont con Hitler, no fuera a ser que no lo hubieran comparado suficientemente. Y si bien nada es sorprendente la contradictoria verborrea de esta cruzada resulta harto cansina. El problema
    freudiano del españolismo con Adolf Hitler debe estar en su fase oral, porque lo tienen todo el día en la boca. ¿Porque Hitler es siempre el comodín y no Franco, es porque Franco es más cercano, no sé, más familiar?, ¿como llevan la conciencia, usando a un asesino de millones de personas como un simple ariete
    para un debate político?. Usada la comparación ¿ello significa que lo de Hitler no fue tan malo o que lo de Puigdemont y el independentismo es un genocidio?. Cuando usan este tipo de ideas fascistas para ganar posiciones, ¿que esperan, la Cruz de Isabel la Católica o directamente la Cruz de Hierro alemana? Porque usar el nombre de Hitler en vano es un pecado capital contra la memoria, la democracia y la decencia. A la m. con la Injusticia española prevaricadora, títere de fascistas y corruptos, vergüenza de Europa. Si me pegan, me divorcio. Som República !!*!!

  2. florentino del Amo Antolin says

    El «derecho a saber» está secuestrado Agustín, en estos momentos; esos campos de concentración no han terminado, están en las mentes de cada familia y en individualismo personal. Franco y su dictadura vive hoy día, en partidos, leyes, asociaciones católicas y en los centros de fuerzas armadas; mantienen el totem de virgenes en escayola, con un Concordato con la santa sede… ¡ Mantener el ideario, con dinero público !. Hace 80 años empezó su reconquista el «nazional catolicismo», se cargaron lo primero a los Maestros ( por miles ); la base y el compromiso del conocimiento, pues sacar del analfabetismo era una tarea de militancia casi espiritual, después de tantas dictaduras. Fueron ¡ a por ellos !… Una dictadura sin condenar, sin explicar y ser contada por la ideología impuesta a sangre y fuego. Los terroristas sublevados, educaron en los valores de: Formación, del Espíritu Nazional durante años. El Estado Español se convirtió en un bunker del fascismo, y no paró nunca… Nos vendieron la transición, cuando en realidad fué una transación entre las burguesías locales y el capitalismo Americano diseñaron el «bienvenido Mister Marshal»; blanqueando de cara al exterior, pero invadiendo con «bases americanas» la neutralidad y el poco respeto por los Pueblos peninsulares. Hoy día existe en Andalucía, una pantalla anti misiles nucleares… ¿ Quienes decidieron esto ?.
    Por esto Agustín todo esto llegó así, así está y la forma de cambiarlo ya la están trabajando; se han quitado la careta el PP del 3+1… Y piensan dar armas al idiota capado y atrapado, para defender la misma bandera que nos impuso el dictador. Que los Derechos Humanos Universales, son eso Universales… Pero hasta el PsoE,usa los Hechos Históricos de forma electoralista, dando un tufo de naztalina pasada de fecha… Osea caducada.
    El cambio, puede venir por el lado que combaten desde su nacimiento, si la herramienta de UP, tienen votos se podrá pensar en: ¡ La Memoria colectiva, la Igualdad, libertad, y la fraternidad entre los Pueblos y Nacionalidades en una confederación ( con educación ) !. https://uploads.disquscdn.com/images/91c83429c8a9935ceb97df5c1479ce8836461a218ed7f9c8c6129ff540c066ac.jpg

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