Gobierno de Coalición Progresista: el perfil
- "La música y la letra del Gobierno de Coalición Progresista suenan bien; queda por ver cómo será la interpretación"
- "El perfil de técnicos es el predominante en el PSOE, mientras que desde Unidas Podemos se ha apostado claramente por el perfil político"
La música y la letra del Gobierno de Coalición Progresista suenan bien; queda por ver cómo será la interpretación. Me ha gustado lo que han dicho las ministras y los ministros en su toma de posesión. Ha habido sintonía en sus intervenciones. La pluralidad del Gobierno se refleja en la trayectoria política de sus miembros, siendo en su mayoría independientes de prestigio. Han levantado en mí alguna esperanza; y espero que no se vea defraudada.
La toma de posesión se ha realizado sin la simbología religiosa y la incorporación del lenguaje inclusivo, con la incorporación del término Consejo de Ministras y Ministros. Pablo Iglesias y Alberto Garzón, han prometido su nuevo cargo sin corbata y con el triángulo rojo invertido en las solapas de sus chaquetas, símbolo antifascista en honor a los comunistas represaliados en los campos de concentración nazis. Iglesias, a los movimientos sociales: "Vais a ser la referencia de esta vicepresidencia".
No lo tienen fácil. Desde la derecha ya les han advertido que van a hacer todo lo imposible por acortar la legislatura; eso si, con la ley en la mano, en la sede de la soberanía nacional y fieles a la Constitución. Y siguen insistiendo con relacionar al Gobierno con los separatistas y los herederos de ETA. Incluso la Iglesia, por boca del cardenal Cañizares, advierte en que no dará tregua, describiendo a un Unidas Podemos que se comerá al PSOE en el ejecutivo: "El marxismo-comunismo, que parecía desterrado a partir de la caída del muro de Berlín, renace y seguro que va a gobernar España; la socialdemocracia se desfigura". La última es que el partido ultraderechista Vox, ha presentado una querella ante la sala Segunda del Tribunal Supremo contra Pedro Sánchez y la anterior ministra de Justicia Dolores Delgado (que será propuesta para ser Fiscal General del Estado), por tráfico de influencias.
Carmen Calvo, continúa como vicepresidenta primera y mantiene las mismas competencias que en el anterior mandato, sustituyendo Igualdad por Memoria Democrática. Pablo Iglesias se estrena como vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030, con el desafío de demostrar que la peor opción para asumir la dirección de Estado es la ultraderecha y la derecha. Nadia Calviño será una vicepresidenta económica entre la ortodoxia de Bruselas y un Gobierno progresista. Su oposición a derogar aspectos de la reforma laboral vaticina una complicada convivencia con Unidas Podemos. La nueva vicepresidencia para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico refuerza la política ambiental del Gobierno.
El perfil del Gobierno de Coalición y sus titulares es plural y con perfiles ideológicos muy contrapuestos. Compartirán mesa del Consejo de Ministras y Ministros un ortodoxo del control de la estabilidad y la sosteniblidad de las cuentas públicas como es José Luis Escrivá; y una mujer que siempre ha defendido los planteamientos de los sindicatos en materia de pensiones o en la subida del Salario Mínimo interprofesional, como Yolanda Díaz; cuyas posiciones en asuntos como pensiones o empleo han sido antagónicas. Yolanda Díaz destacó, en su discurso de toma de posesión como ministra de Trabajo y Economía Social, que tiene ante sí "un claro mandato ciudadano: frente a la precariedad, trabajo decente". Por su parte Escrivá ha destacado dos principios que inspirarán su actuación: la evidencia científica, y el consenso con el resto de fuerzas políticas y los sindicatos y la patronal; resaltando que el principal desafío que hará frente es la reforma del sistema público de pensiones.
Arancha González Laya, una experta en economía global para el Ministerio de Exteriores, UE y Cooperación. Moncloa apuesta con ella por un perfil orientado a la "diplomacia económica". María Jesús Montero, con talante negociador para ser la voz del Gobierno de Coalición y controlar la caja. La titular de Hacienda gana influencia ante el reto de mejorar ingresos y controlar gastos para cumplir el programa más social. Fernando Grande-Marlaska continúa como ministro de Interior con el desafío de regenerar la Policía pendiente de deshacerse de un equipo ajeno y de corte conservado. José Luis Ábalos, el hombre fuerte del PSOE en el Gobierno, vuelve a controlar la vivienda y las infraestructuras con la cartera de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (antes Fomento). Isabel Celáa repite en Educación con parte de los deberes hechos: deberá aprobar la octava ley educativa de la democracia, que ya está preparada.
Carolina Darias, una alta funcionaria experta en dialogar, es la nueva ministra de Política Territorial, que no ha mencionada a Catalunya en su toma de posesión. Cuenta con un perfil económico, la consejera ha logrado lo que nadie en la política en Canarias: estar en todas las administraciones. Irene Montero, la activista convertida en política, será ministra de Igualdad. Deberá impulsar leyes por la igualdad laboral, la conciliación y el Pacto de Estado contra la violencia de género. Manuel Castells, sociólogo de reputación global, referente del 15M y 'contrario' al ministerio de Universidades al frente de Universidades. Propuesto por Ada Colau, es una de las figuras con mayor proyección internacional. Por su parte, el ministro de Justicia Juan Carlos Campo, se ha comprometido a que la Justicia "trascienda de los partidos".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la presentación de su Gobierno, garantizaba el "firme propósito de unidad" de su Ejecutivo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos que tendrá varias voces, pero una misma palabra. Sánchez ha admitido la singularidad del nuevo Ejecutivo por ser el primero de coalición de la democracia, que tendrá que recorrer un camino nuevo que, en su opinión, "va a servir de referencia al futuro". Además ha señalado que este modelo de Gobierno pone a la política española en la misma senda europea donde conviven muchas mayorías basadas en el entendimiento de distintos partidos.
Un buen número de ministras y ministros no son afiliados al PSOE: Nadia Calviño, Arancha González, Fernando-Grande Marlaka, Margarita Robles, Pedro Duque, José Luis Escrivá. Por su parte Teresa Ribera, Reyes Maroto y María Jesús Montero tampoco son personas de una trayectoria en el partido, ya que se afiliaron después de llegar a un cargo público como independientes. Por el contrario, con los nombramientos de Salvador Illa, Carolina Daria y Campo, en Justicia, se le ha dado mayor presencia al PSOE. El perfil de técnicos es el predominante en el PSOE, mientras que desde Unidas Podemos se ha apostado claramente por el perfil político. Están los líderes de Podemos e IU, Irene Montero y Alberto Garzón, así como Yolanda Díaz, dirigente histórica de la izquierda gallega.
El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez será el primero de Coalición de la democracia. Es el segundo con mayor número de miembros después del formado por Adolfo Suárez en abril de 1979. Cinco de sus veintitrés miembros han sido propuestos por Unidas Podemos. En su estructura destacan las cuatro vicepresidencias. Hay 11 hombres y 11 mujeres, rompiendo la paridad el propio Presidente, quién quiso recalcar en su comparecencia el importante papel que tienen las mujeres en el Gobierno con tres vicepresidencias.
El nuevo Gobierno se va a nutrir de ideas plurales y hablará con distintas voces, "pero con una misma palabra". El Presidente insistió, "en que la pluralidad del Ejecutivo es reflejo de la pluralidad de la mayoría progresista que hay en España. Sánchez ha explicado su nuevo Gobierno tendrá como pilares el "diálogo, el entendimiento y la convivencia de familias políticas distintas". Según explicó, ha diseñado su Gobierno con competencias muy precisas y tasadas, justificando así por que ha desgajado Trabajo y Seguridad Social.
Sánchez quiere abrir la legislatura del entendimiento y del diálogo en lo social, lo territorial y lo generacional. Ha hecho un llamamiento a abandonar la crispación, los vetos y la discordia; indicando que quiere un Gobierno que sea "activo, ejecutivo y resolutivo" y con claros valores progresistas, marcándose cinco objetivos: afianzar el crecimiento y el empleo, abordar el conflicto territorial, la justicia social, la transformación digital y la plena igualdad de la mujer.
El nuevo Gobierno tendrá que afrontar desafíos en materia de empleo, fiscalidad, emergencia climática, reto demográfico, cultura, deporte, igualdad, memoria democrática, derechos sociales, pensiones y vivienda; desafíos territoriales, judiciales, económicos de envergadura y con un parlamento muy fragmentado. Uno de los principales objetivos de la coalición será demostrar que se puede lograr una cierta estabilidad legislativa para los próximos cuatro años.
El Gobierno de Coalición, según los acuerdos firmados, comparte la importancia de asumir el compromiso en defensa de la libertad, la tolerancia y el respeto a los valores democráticos como guía de acción del Gobierno, de acuerdo con lo que representa la mejor tradición europea. Por ello, los ejes prioritarios de actuación han de centrarse en dar respuesta a los principales retos que tiene ante sí la sociedad española.
Si una coalición es un pacto o unión entre grupos sociales y políticos para lograr un fin común; las ideologías progresistas son aquellas que proponen ideas, que superan y trascienden todas las reglas, métodos, programas existentes, y se manifiestan a favor del bienestar, buscando los mejores en cuanto a derechos civiles y una distribución diferente de la riqueza de las naciones. Las ideologías progresistas, mantienen la lucha por las libertades y los derechos.
Enhorabuena a todas y a todos y buena suerte.