El silencio de los CIEs del Estado español

  • "Los Centros de Internamiento para Extranjeros son un espacio de vulnerabilidad de los derechos humanos con la total opacidad de las prácticas policiales"
  • "Para hablar de democracia, y construir un sociedad sólida con derechos y libertades, los CIEs no deberían existir"

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Guillermo Akapo Bisoko, Secretario de SOS Racismo Madrid

Morir en silencio y abandonado/a entre rejas, porque cuyo “delito” cometido es estar en una situación administrativa irregular (sin papeles). Las cadenas de opresión del estado español hacia las personas migrantes y racializadxs tienen nombre y está totalmente legitimada: Ley de extranjería-.

La existencia de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs), en los que se vulneran los derechos y libertades de las personas migrantes y racializadxs, en un país democrático como España, que cada 10 de diciembre celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos. Es tan paradójico que llama a la reflexión y muchas veces a la confusión. Sobre todo si apenas se habla sobre ello.

Los centros de internamiento para extranjeros se establecieron en 1985, en el artículo 26 de la Ley Orgánica 7/1985 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España, bajo el mandato del partido socialista. Según la definición oficial del estado, los CIEs son establecimientos públicos que, pese a sus características, poseen un carácter no penitenciario y dependen del Ministerio del Interior. Su objetivo está destinado a la custodia preventiva y cautelar de extranjerxs para garantizar su expulsión o devolución.

Pero la realidad del objetivo de los CIEs es completamente diferente. 60 días es el plazo máximo en la que el Estado español priva la libertad de las personas migrantes que se encuentran en situación administrativa irregular. Hombres y mujeres, incluso menores. La mayoría de las veces, transcurrido ese tiempo, muchxs ni si quieran son expulsadxs, son puestos en libertad pero con una orden de expulsión. Una libertad tramposa, porque su situación continúa en una odisea, sin derechos y con una burocracia y ley racista que perpetúan su irregularidad en la que podría y con total seguridad, ser nuevamente encarceladx , estar reiteradamente enfrentándose  a la expulsión.

Existen siete centros de internamientos para extranjeros en todo el estado español. Se encuentran en Madrid, Barcelona, Algeciras, Las Palmas, Tenerife, Valencia y Murcia. Las numerosas denuncias interpuestas por diversas asociaciones, colectivos, organizaciones sociales, incluso de las personas encerradxs, ponen de manifiesto que los Centros de Internamiento para Extranjeros son un espacio de vulnerabilidad de los derechos humanos con la total opacidad de las prácticas policiales.

Silenciando muertes dentro de los CIEs

No supone ninguna extrañeza el desconocimiento que la sociedad española tiene sobre los CIEs. Ocultar una realidad tan racista, tan criminalizadora y tan vergonzosa, es tarea fácil para un Estado que instiga y enarbola como identidad moderna la democracia.

El cuestionamiento sobre las políticas racistas migratorias europeas y sus consecuencias, cementerio bajo las aguas del mediterráneo, son constantes. El silencio de las muertes de migrantes y racializadxs dentro de los CIEs en “extrañas” circunstancias, no aviva los ánimos de solventarlas, ni mucho menos de buscar mecanismo que no vulneren libertades y derechos.

Insultos y vejaciones, agresiones y muertes, como la de Mohamed Bouderbala, Samba Martine, Idrissa Diallo, Mohamed Abagui y muchxs más. Muertes cuyas responsabilidades quedaron impunes, y los “juicios” resultaron archivados. Esta es la realidad que viven cientos de personas migrantes y racializadxs que su único “delito” es no haber cometido ningún delito. Y si os preguntáis, si los internos tienen algún derecho dentro de los CIEs, la respuesta es que sí, derechos como:

  • A tener información escrita en tu idioma y ser asistido por un intérprete.
  • A que se vele por el respeto a tu vida, integridad física y salud, sin que puedas en ningún caso ser sometido a tratos degradantes o vejatorios, y a que sea preservado tu dignidad y tu intimidad.
  • A no ser objeto de discriminación por razón de origen, incluido el racial o étnico, sexo, orientación o identidad sexual, ideología, religión o creencias, enfermedad, discapacidad o cualquier otra circunstancia personal o social.
  • A recibir asistencia médica y sanitaria adecuada. Si estás embarazada recibirás un seguimiento médico especial.
  • A recibir asistencia jurídica por un abogado de oficio. (El ICAM tiene dentro del CIE de Madrid un servicio de ayuda legal para todos los internos. Pregunta por el Servicio de Orientación Jurídica para Extranjeros-SOJE).
  • A que se comunique inmediatamente tu ingreso o traslado a una persona que determines en España, además de tu abogado, así como a la oficina consular de tu país.
  • A recibir visitas de familiares, amigxs o funcionarios consulares de tu país. En caso de recibir la compañía a sus hijos menores, ten presente que deberá ser aprobado previamente por el Ministerio Fiscal.

La mayoría de las veces apenas se cumplen y se respetan estos derechos. La mayoría de las veces no se respetan los derechos humanos, sus derechos. Para hablar de democracia, y construir un sociedad sólida con derechos y libertades, los CIEs no deberían existir ya que su función es vulnerar los derechos y libertades de las personas migrantes y racializadxs. Seguiremos exigiendo el cierre de los CIEs y dándole visibilidad a la vergüenza de la democracia española.

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