FOTOCHOP XIV

Nebraska

  • Cuando antes de sentarme a escribir tengo que desenterrar de mi pila de vinilos el Nebraska de Springsteen es que algo no va bien    
  • Me ronda por las tripas la inquietante sensación de que no vamos a aprender nada de todo esto  
  • ¿Seguirán manteniendo los impuestos del trabajo el endeble chiringuito social que nos cobija mientras los de la banderita se llevan la pasta al Caribe?
 

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Cuando antes de sentarme a escribir tengo que desenterrar de mi pila de vinilos el Nebraska de Springsteen es que algo no va bien. Es como si alguna cosa interfiriera la vocecilla interior que jalea a mis aurículas y ventrículos cual patrón de trainera mientras entona la consigna “vamos, vamos; hay que seguir” y me quedara doblao. Las canciones tristes e insultantemente americanas de El Boss actúan a modo de aceite lubricante y, generalmente, activan mis entumecidas articulaciones y hasta mis encharcadas neuronas las que sean, que ya no se creen casi nada y que con el correr de los años pasaron de la esperanza a la nostalgia y de ahí a la melancolía, cuando no a la zozobra. El chirrido de la perezosa armónica me despierta lentamente, sin sobresaltos, y me echa en brazos de los arpegios acústicos y de la voz confortable de Bruce, que me lleva de la mano hasta paisajes maravillosamente desolados, en blanco y negro, ventosos, sin árboles; y con horizontes pintados a carboncillo.

***

La canción que da título al álbum cuenta la historia de Charlie Starkweather y Caril Ann Fugate, su chica, que durante una excursión en coche entre Nebraska y Wyoming asesinaron a sangre fría a una decena de personas, entre ellas, Betty Jean, una niña de dos años. Charlie fue detenido el 29 de enero de 1958 y ejecutado en la silla eléctrica en Lincoln, Nebraska, el 25 de junio de 1959. Caril Ann salió de la cárcel por buena conducta dieciséis años después.

***

La vi cuando estaba en el jardín de la entrada 

haciendo girar su bastón.

Ella y yo fuimos a dar una vuelta en coche 

y diez inocentes murieron.

Desde la ciudad de Lincoln, en Nebraska, 

fui con una recortada 410 en mi regazo. 

A mi paso por las tierras yermas de Wyoming 

maté a todo lo que se cruzó en mi camino.

No puedo decir que me arrepienta 

de todas las cosas que hicimos.

E incluso, por un momento, señor,

llegamos a divertirnos.

El jurado me declaró culpable en su veredicto

y el juez me sentenció a morir.

En el sótano de la prisión a medianoche

con correas de cuero cruzándome el pecho.

Sheriff, cuando ese hombre baje el interruptor 

y con un chasquido lleve mi cabeza hacia atrás,

asegúrese de que mi chica 

esté sentada en mi regazo.

Me declararon indigno para vivir 

alegando que mi alma debía ser arrojada al vacío. 

Intentaron saber por qué hice lo que hice

y, bueno, supongo que hay algo de maldad en este mundo. 

***

“¿Acaso eres tan estúpido que ni siquiera te das cuenta de que el que no se consuela es porque no quiere?”, me encaro conmigo mismo. “Pues claro”, me respondo de inmediato… Ahora me siento mucho mejor, dispuesto a todo: a quedarme en casa, a salir a aplaudir al balcón, a sonarme los mocos con cuidado, a ligar la salsa de las albóndigas, a escribir la columna e, incluso, a ver el maldito telediario. Y eso que me ronda por las tripas la inquietante sensación de que no vamos a aprender nada de todo esto, de que lo único que importa es volver a la casilla de salida; juntos, eso sí, pero al mismo sitio ¡y contento te puedes ver!, como dicen estos días los anuncios de las compañías de seguros… Y hasta los del Santander.

***

¿Iremos para adelante, para atrás, o no iremos a ninguna parte? ¿Estamos condenados a vivir por siempre jamás con tres millones de parados? ¿Seguirán manteniendo los impuestos del trabajo el endeble chiringuito social que nos cobija mientras los de la banderita se llevan la pasta al Caribe y se desgravan hasta los volquetes de putas? ¿Qué ha sido del periodismo? ¿Dónde anda metido? ¿Me hago de Legálitas o de la CGT? ¿Siguen siendo los dueños de La Sexta los mismos que los de La Razón? ¿Por qué me decía usted que no pusiera una X en la casilla de la Iglesia? ¿Qué un señor del Opus organizó la visita del Papa a Valencia y se quedó con la pasta? ¿Cómo va a ser eso?

***

Para ese viaje me sobran las alforjas. En el mundo que yo quiero no habría recortadas 410, y si hubiera alguna nunca sería tan eficiente como una buena canción. Y por supuesto, en ese mundo que te cuento al que se llama Cretino le llamaríamos Cretino, no Cotino… Y todo cristo sabría por qué.

1 Comment
  1. NG says

    Siempre sorprendes, además de escribir muy muy bien, dices mucho en pocas líneas. Aunque no esté al cien por cien de acuerdo me viene bien tu punto de vista.
    Espero con impaciencia el del próximo domingo.

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