10 años de Gdeim Izik: el campamento de la dignidad

  • "El 10 de octubre de 2010 nació en los territorios ocupados del Sáhara Occidental un nuevo sistema de resistencia pacífica y moderna"
  • "Los días posteriores, El Aaiún se convirtió en una ciudad fantasma. Nadie salía de sus casas por miedo a las represalias y a detenciones arbitrarias"
  • "Se cumple el décimo aniversario del desalojo brutal de Gdeim Izik y pedimos todo el apoyo a la resistencia civil y la liberación de los presos políticos saharauis"

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Agustina Drovandi y Ahmed Ettanji 

El 10 de octubre de 2010 nació en los territorios ocupados del Sáhara Occidental un nuevo sistema de resistencia pacífica y moderna. Un éxodo masivo a las afueras de El Aaiún- la capital del Sáhara Occidental- en donde se creó: Gdeim Izik, “el Campamento de la Dignidad”. Durante 30 días se levantaron 8.000 jaimas que agruparon a más de 30.000 mujeres y hombres saharauis. La población se organizó en comisiones de conciencia, vigilancia y limpieza. Las y los participantes, de manera voluntaria, preveían cada una de las actividades y necesidades que iban surgiendo.

A lo largo de los días fue a través de las distintas negociaciones con los responsables del Gobierno de ocupación marroquí (Gobernador de El Aaiún, el Ministro de Interior, etc.) y con las y los portavoces de Gdeim Izik para ser escuchados en su pedido sobre las principales reivindicaciones: el cese del expolio de los recursos naturales del Sáhara Occidental y el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui que lleva más de 45 años bajo ocupación ilegal marroquí.

Tras los diferentes intentos que la policía marroquí propuso para prohibir a las y los saharauis que pudieran entrar en el Campamento de la Dignidad, bloquearon los accesos. Al este, con el levantamiento de un muro a su alrededor parecido al Muro de la Vergüenza que separa en dos partes a la tierra y al pueblo saharauis. Los intentos de muchos saharauis de cruzar el muro para acceder al campamento reivindicativo produjeron muchas víctimas, uno de ellos fue Najim El Garhi, un joven de 14 años que murió asesinado por las balas de la policía al intentar entrar. Otro motivo por el que levantaron el muro fue para prohibir la entrada a activistas, periodistas independientes, corresponsales de diferentes medios de comunicación, entre ellos españoles, y observadores civiles internacionales para que nadie diera cuenta de lo que se estaba gestando en aquel campamento.


El desmantelamiento

La escalada de violencia brutal e inhumana para acabar con la protesta pacífica tuvo lugar a las 05:00 de la madrugada del 8 de noviembre de 2010, las Fuerzas Armadas, el Ejército marroquí del Muro de la Vergüenza, la Gendarmería, la Policía y las Fuerzas Auxiliares irrumpían en Gdeim Izik armados con pistolas, gases lacrimógenos, cañones de agua, camiones y 4x4. Atacaron a la gente mientras dormía. No respetaron el Derecho Internacional, ni la Carta Universal de los Derechos Humanos, así como tampoco el alto el fuego firmado por el Frente Polisario y Marruecos en 1991. Atacaron a niños, mujeres, hombres, ancianos, discapacitados y quemaron el campamento. Saquearon todas las pertenencias de las y los manifestantes, móviles, portátiles, etc. Detuvieron a centenares de personas y produjeron cerca de 2.000 víctimas.

A su vez la resistencia se había traslado a El Aaiún. Se realizaron manifestaciones que fueron también reprimidas con nuevas armas: trajeron colonos marroquís dentro de camiones militares. También contaron con la ayuda de un helicóptero. Saquearon casas, torturaron a mucha gente, saquearon y quemaron jaimas de saharauis. Mataron a dos saharauis (Babi Gargar y Brahim Doudi), detuvieron a más personas iban dejando numerosas víctimas en el camino. Los días posteriores, El Aaiún se convirtió en una ciudad fantasma. Nadie salía de sus casas por miedo a las represalias y a detenciones arbitrarias. Algunas de las personas detenidas fueron liberadas tras sufrir torturas y violaciones en lugares secretos. Se llevaron a 200 personas a la cárcel Negra (El Aaiún), entre ellas hombres y mujeres.


Los 24. El juicio militar

24 hombres, entre ellos activistas y periodistas conocidos como el Grupo de Gdeim Izik fueron trasladados a la cárcel de Salé en el Reino de Marruecos. Allí fueron juzgados por un tribunal militar marroquí en febrero de 2013, Tribunal carente de competencia para enjuiciar a los civiles saharauis, por ser un Tribunal de Excepción y Extraterritorial, prohibido por el IV Convenio de Ginebra y el derecho internacional.
El juicio militar duró 9 días al mismo tiempo que se manifestaban las familias de los héroes de Gdiem Izik. Ciudadanos/as saharauis condenaban el juicio farsa delante del tribual militar en Salé (Rabat). El Tribunal Militar marroquí condenó a los 25 civiles saharauis con las siguientes penas: 9 de ellos a, Cadena Perpetua, 4 a 30 años de prisión, 7 a 25 años de prisión, 3 a 20 años de prisión, y a 2 a prisión provisional (2 años y tres meses).

Tras saberse que el grupo de presos políticos saharauis fue mal juzgado por un Tribunal Militar, y con muy altas condenas, a través de las presiones internacionales de distintas organizaciones se logró que los 24 fuesen juzgados por el Tribunal de Apelaciones en la ciudad de Salé, Reino de Marruecos.


El juicio civil

En julio de 2016, el Tribunal Penal Militar estimó el recurso de casación presentado por la defensa de las personas acusadas y se consiguió que se volviera a repetir el juicio, a celebrar el 26 de diciembre del mismo año. Esta vez el tribunal no sería militar sino un tribunal civil que operaría en Sale, Reino de Marruecos.

El juicio farsa llevado adelante no estimó en ningún momento aquellas advertencias sobre las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que sufrieron todos estos años los presos saharauis. En el 2017 la continuación de este juicio farsa puedo comprobarse a través de los observadores internacionales que participaron en el juicio que todas las acusaciones basadas en supuestas “confesiones y declaraciones” se han obtenido bajo terribles torturas y otros tratos crueles e inhumanos por parte de las fuerzas policiales marroquíes, durante los interrogatorios. Ni siquiera los presos saben los contenidos de los sumarios. Esas violaciones contra los presos saharauis, fueron denunciadas por organizaciones internacionales como: Human Rights Watch (HRW), Amnistía Internacional (AI), Centro Robert F. Kennedy (RFK) y Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura (ACAT) entre otras.

A pesar que muchos medios de comunicación ubican el inicio de la llamada ‘Primavera Árabe’ en las revueltas tunecinas, empezó en el Sáhara Occidental, tal y como afirma, entre otras personas, el filósofo y activista norteamericano Noam Chomsky. Más tarde, el símbolo de la jaima lo hemos visto en varios países árabes y occidentales, como el movimiento 15-M en España. Es uno de los ejemplos que Gdeim Izik fue el referente a seguir. Se cumple el décimo aniversario del desalojo brutal de Gdeim Izik y pedimos todo el apoyo a la resistencia civil en los Territorios Ocupados y la liberación de las y los presos políticos saharauis. Desde aquí condenamos y mostramos todo nuestro apoyo a los compañeros secuestrados que esperamos vuelvan pronto con nosotros.

 

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