Acaba de comenzar el #15M

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Hugo Martínez Abarca *

Hace apenas cuatro semanas casi nadie había oído hablar del 15M. Desde luego muy poca de la gente que se informe sólo por periódicos en papel y nadie que lo haga por emisoras de radio generalistas ni por cadenas de televisión comerciales ni públicas. Sin embargo, la convocatoria llevaba muchos días formando parte de las expresiones más usadas en Twitter (trending topic), el evento de Facebook anunciaba que miles de personas tenían la intención de acudir a la manifestación y muchos blogs y algunos medios digitales anunciaban la convocatoria. No es cierto que se gestara sólo en las redes sociales, pero sí que fueron un instrumento clave en la difusión de la manifestación junto con los miles de carteles y pegatinas que decoraban las ciudades españolas pidiendo democracia real, ya y recordando que no somos mercancía en manos de políticos y banqueros. El éxito de la manifestación también fue relegado como una noticia menor en prácticamente todos los medios. El 15M no fue una noticia relevante para los medios tradicionales hasta varios días después del 15 de Mayo. La manifestación del 15 de Mayo terminó por la noche de aquel domingo, pero el movimiento social apenas había mostrado su relevancia.

En los últimos días el centro de atención ha sido si se levantaba la acampada de Sol o no. Una vez tomada la decisión el martes por la noche, Telemadrid informaba (valga la contradicción) de que el movimiento 15-M había terminado. Daban igual los cientos de asambleas de barrios y pueblos que se van estructurando desde hace un par de semanas. Dan igual las convocatorias futuras que ya llegan hasta octubre. Si se levantaba la acampada se acababa el movimiento. Pero apenas cinco horas después de que Telemadrid entonase su ilusionado Réquiem por un movimiento antiespañol miles de personas se concentraban con absoluto pacifismo frente al Congreso de los Diputados protestando contra las regresiones sociales. Al día siguiente se repetía la escena frente al Parlament en Valencia protestando contra la corrupción mientras en el interior se servía un ágape de 17.397€ para disfrute de sus nuevas señorías (salvo aquellas que, como las de EUPV-IU entre otras, se negaron a participar en el dispendio). En próximos días se producirán muchas escenas nuevas articuladas en torno a un movimiento que se está estructurando con bastante rapidez y sobre todo con muchísima energía, inteligencia y gran apoyo popular, como se ve en todas las encuestas que ha habido y en la inédita cantidad de gente que participa en las asambleas de barrios y pueblos.

El próximo 11 de junio las nuevas corporaciones municipales contarán con una multitud que reivindique instituciones al servicio de la ciudadanía; el 12 de junio se celebrará con una gran fiesta popular el desalojo de la acampada de Sol; el 15 de junio a las 9h están convocadas en la salida Algodonales de la estación de Metro de Tetuán, Madrid, todas las personas que quieran colaborar en la resistencia pacífica para frenar un desahucio de una casa por el impago de una hipoteca (en Murcia, por ejemplo, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca ya ha garantizado así el derecho constitucional a la vivienda de dieciséis familias: uno de los frutos del movimiento ha sido la expansión de esta Plataforma); el 19 de junio hay convocadas manifestaciones en muchísimas ciudades: sólo en Madrid se prepararán numerosas marchas desde muchos rincones de la Comunidad y de la ciudad que convergerán en Neptuno para acabar de nuevo frente al Congreso. Las asambleas de barrio se dividen en comisiones y grupos de trabajo, elaboran propuestas, siguen en marcha asambleas sobre múltiples temas (economía, cultura, periodismo, política, urbanismo...). Y en el horizonte lejano aparece el 15 de octubre, jornada en la que habrá movilizaciones por todo el planeta como expresión de la internacionalización del movimiento. La audiencia de Telemadrid se sorprendería si se entera de que esa es parte de la agenda de un movimiento que, según les han contado, ha terminado.

Lo importante no era si las lonas y las tiendas de campaña seguían en Sol: lo importante es que está cuajando un movimiento social que está coordinando a muchísima gente que hasta ahora estaba desorganizada u organizada de forma dispersa y que, en cualquier caso, no habíamos logrado dar con un cauce para la protesta y la propuesta popular tan eficaz e ilusionante. Mucha de la gente que llevamos años participando en otras movilizaciones hemos tenido una experiencia similar: ver una multitud en nuestro barrio en la que está la gente que ya nos conocemos de todas las protestas históricas y muchísima gente que no conocíamos que está participando y sobre todo organizándose por primera vez. Esa heterogeneidad es probablemente la principal fuerza del movimiento, aunque en principio está siendo la fuente de dificultades e ineficacias. Con la rapidez que podemos estamos intentando aprender una gente de otra: el probable adanismo que lleva a veces a atascarse también permite ensayar formas de comunicación y participación sin los vicios y enfrentamientos que acumulamos. Ello ha llevado por una parte a que mientras se movía todo aparecía un atasco en el levantamiento de la acampada, o que en algunas de las asambleas nos enrocáramos al principio en la toma de decisiones meramente logísticas. Sin embargo la velocidad a la que estamos aprendiendo y resolviendo problemas es asombrosa para todas las personas que estamos participando y nos está permitiendo articularnos en un movimiento capilar con miles de asambleas espolvoreadas por las ciudades y pueblos .

Ya está fuera de toda duda que el extremo civismo adoptado por el movimiento está siendo un motor fundamental que desnuda a quienes se refugian en adjetivos (¡antisistema, perroflauta!) para no confrontar argumentos. Tal estrategia ha revertido el objetivo de las cargas policiales: tras el primer desalojo policial en Madrid se multiplicó la presencia ciudadana en Sol; tras la violencia de los Mossos d'Esquadra avalada por el conseller Puig (que dejó para la Historia de la desvergüenza política la frase “esperaba una reacción menos pacífica por parte de los concentrados”) la gente abarrotó las plazas con más motivos para desconfiar de la calidad democrática de nuestro sistema. Tan impecable está siendo el movimiento que a los medios más histriónicos no les ha quedado otra opción que inventarse grotescos personajes que supuestamente participaban en la acampada de Barcelona pese al olor a porro (que él, por otra parte, reconocía). Cada exceso contra el movimiento lo está reforzando, mientras éste no hace más que avanzar en número, en propuestas y en acciones.

Hace sólo un mes nadie esperaba que estaríamos viviendo en nuestras plazas un movimiento cívico y democrático del calado que estamos viviendo, ni siquiera quienes con más osadía que sentido común escribieran que quizá la manifestación del 15 de mayo pudiera convertirse en “la chispa que hará que prenda de una vez la vieja y sucia moqueta.”  El 15M no ha hecho más que empezar. No sabemos adónde nos llevará como hace un mes no sabíamos que nos traería hasta aquí. Lo que sabemos es que hay un movimiento en marcha que ha desnudado públicamente un entramado político, mediático y económico cuya hegemonía cultural y social no había sido tan frágil ni siquiera en nuestros sueños.

(*) Hugo Martínez Abarca es secretario de comunicación interna de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid y autor de Quien Mucho Abarca, premio 20blogs 2010 al mejor blog de actualidad.
8 Comments
  1. Armando says

    El movimiento ya no es tan «impecable». Las imágenes de Madrid y Valencia de estos días no muestran una resistencia pacífica como la de Barcelona.

  2. Algorme says

    Que se pretenda devaluar este movimiento por todos los medios solo puede sorprender a los muy despitados,en cuanto a las imagenes de los incidentes hablan por si solas a menos que se tome partido antes de verlas ;lo que se devalua a diario es la actitud de una clase política y su corifeo mediatico que advierte que la complecencia con buena parte de su farsa se ha terminado,y que-les guste o no-esto va a crecer y que cada vez que opten por reprimir-en el mas burdo estilo fascioso-se ponen más en evidencia y la respuesta la hayaran en decenas ,igual de hastiados de su hipocresia, que pasaran a engrosar las manifestaciones y asambleas.Que siga creciendo la marea y ya veremos si acaban escuchando a la ciudadania o «ahogados» en justicia por ella.

  3. Treparriscos says

    Tienes toda la razón Hugo, pero cuando he llegado a «Hugo Martínez Abarca es secretario de comunicación interna de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid» la hemos cagao, cortejando el voto indignao. Sospecho.

  4. Joe Lion says

    Querido Armando,

    Ningún movimiento, ninguna persona, es impecable, aún menos un movimiento complejo. Pero eso no le quita ni un áoice de su valía. Es más, juzga a otros, a los corruptos, por ejemplo, y sé más cortés y generoso con los que se han atrevido a levantar la cabeza.

  5. Hugo says

    Treparriscos, no sé qué voto indignado estaría cortejando: ahora no hay campaña electoral. En todo caso si quieres pásate por mi blog (que también viene en esa mini-bio) y verás que antes de que la convocatoria fuera un éxito ya la estaba apoyando como ciudadano que soy. La gente que militamos en partidos también somos ciudadanos. Y la que militamos en IU, en general, nos afiliamos como una de tantas formas de canalizar nuestra indignación.

  6. pedro perez says

    hola a todos y como siempre mi humilde opinion es la buena cordinacion sin infiltrados y sobre la que todos tenemos que participar con nuestra voz y no dejarnos ya nunca mas enganarnos por nadie asi que adelante y buena letra con la que podemos llegar muy lejos , con amor respeto y buen humos

  7. Armando says

    Estimado Joe:

    Yo no estoy juzgando a nadie. Me he limitado a destacar la diferencia entre distintos enfrentamientos entre la policía y los «indignados». El de Barcelona mostraba una coherencia con las acciones anteriores del 15-M.

    Si yo considerara oportuno invadir las Cortes, ya fuera en Madrid o en Valencia, ni iría con corbata ni gritaría si me detuvieran. Estaría en una revolución del antiguo estilo.

    Comentar la degeneración del movimiento que omite el autor del artículo no implica falta de cortesía o generosidad. De hecho, fui en persona el 21M a agradecerles su trabajo en intentar una revolución pacífica. Tampoco creo que el movimiento tenga que ser «impecable», aunque eso siempre ayuda.

    No me parece mal que los partidos políticos apoyen al movimiento, sobre todo si utilizan los recursos a su alcance en las instituciones. Sin embargo, como se ha visto en el caso del concejal Ángel Pérez y su coche oficial, resulta muy difícil ser coherente. Ese apoyo puede ser el beso de la muerte, porque da a entender que afiliarse a un partido o entrar en una asociación vecinal es la forma «correcta» de actuar en el futuro.

    El 15M era un púgil con fuerza pero sin técnica. Los contrincantes más experimentados, como Rubalcaba, han seguido la táctica obvia: dejar que se canse con golpes voluntariosos pero ineficaces hasta que abra sus defensas.

    PD A los que habéis valorado negativamente mi opinión, siento haberos roto la ilusión. Como habéis podido comprobar, sólo se han pedido firmas para la dimisión de Puig.

  8. Treparriscos says

    Hugo, pues escribe en calidad de ciudadano como Armando, Algorme, Joe Lion, Hugo (lo sabes hacer), pedro perez… La etiqueta de ciudadano es la más alta que existe y te libera de suspicacias a meses de generales. Me paso por tu blog.

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