La televisión del mañana

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La televisión puede parecernos una simpleza, pero en realidad se trata de una ciencia. Oculta. La pasada semana RTVE, Telefónica y Mediaset (Telecinco y Cuatro) presentaron un acuerdo que anunciaba el inminente inicio de sus emisiones piloto en, atención, HbbTV, que es tanto como decir en Hybrid Broadcast Broadband TV. Suena acojonante ¿verdad? Pues esperen a saber de qué se trata… Es la primera de las grandes y revolucionarias alternativas que ofrece la TDT, la famosa televisión digital terrestre. Sus defensores aseguran que se convertirá en el futuro de la comunicación audiovisual, la simbiosis entre tele e internet, la televisión interactiva, la unión definitiva entre pantalla y espectador... la pera.

 

Televisivamente hablando, el futuro ya está aquí. No me lo puedo perder: pongo Telecinco en busca de un atisbo de HbbTV, esa dosis de modernidad interactiva que me permita volver a creer en el medio, dar una nueva oportunidad a la televisión. ¿Y qué me encuentro? Ahí está un tal Víctor Sandoval, periodista de la víscera, despellejando a su ex novio, un tal Nacho Polo, entre graznidos de urraca histérica, cancioncillas patéticas y frases sucias y malsonantes. Dos seres condenados a la mediocridad eterna, dirigidos por un alfeñique con ínfulas de presentador, teatralizan su vida miserable ante el coro que forman otros periodistillas y millones de espectadores. Forman un patético batallón de individuos sometidos, un circo de autómatas retrasados y explotados, de tarados esclavos de su propia miseria y de una cadena millonaria. Son el paradigma de la derrota del intelecto, aunque se resistan a creerlo. ¿Con esos escombros piensan alimentar su flamante Hybrid Broadcast Broadband TV?

Si es cierto que todo avance tecnológico supone un retroceso cultural, con Telecinco en HbbTV corremos el riesgo de acabar en Atapuerca. La tecnología se nos está escapando de las manos, puesto que avanza mucho más rápido que nuestras neuronas. Quizá el HbbTV sea el maravilloso futuro, pero lo que es seguro es que Telecinco es el hediondo presente. Y que seguirá siendo hediondo en HD, en pantalla de cine o en HbbTV. La soñada interactividad y la evidente miseria, el futuro esplendoroso y la pestilente realidad. Mientras los contenidos no cambien, nada cambia, y los contenidos no se modificarán mientras sigan siendo rentables. Le recuerdo que el Grupo Antena 3 obtuvo un beneficio neto de 109,1 millones de euros en 2010, lo que supone un 79.6% más que en 2009. Y que en ese mismo ejercicio Telecinco logró un beneficio neto de 70,5 millones de euros, un 45.6% más que durante 2009.

Necesitamos una nueva televisión, de la misma forma y con la misma urgencia que necesitamos una nueva sociedad. Los telespectadores indignados no tienen necesidad de tomar las calles, puesto que la mejor manera de mostrar su rabia es apagar el electrodoméstico. El poder está en el botón rojo de su mando.

P.D.

El País tiene nueva sección de humor, camuflada dentro de su sección “Pantallas”. Donde hace cuatro días relacionaban a Telecinco con la telebasura, ahora lo hacen con “lo mejor de la cosecha de ficción”. “Telecinco llena la nevera”, titulan la pieza de apoyo, que habla de lo último de lo último en series  norteamericanas adquirido por el estercolero que dirige Paolo Vasile. ¿A qué se debe semejante cambio de opinión? Pues a que Telecinco, la Meca de la telebasura, ha pasado a formar parte de Mediaset junto a Cuatro (el canal fundado por Prisa) y el 22% de la plataforma Digital +. Brothers in arms...

10 Comments
  1. elnene says

    El problema de la tecnología es que muchas veces se ve como un fin en sí mismo y no como un medio, que es lo que debería ser. Así ocurre, por ejemplo, que la televisión mas requetemoderna a la vez la más casposa es. Confundimos el envoltorio con el contenido, lo que es también una característica propia de la sociedad consumista y superficial en la que vivimos.

  2. remoloncete says

    La basura se pone en órbita y se lanza un nuevo telescopio para verla mejor: más cerca, más nítida, más real.

  3. Sergio says

    «Mientras los contenidos no cambien, nada cambia, y los contenidos no se modificarán mientras sigan siendo rentables»

    Esta frase lo resume todo.

  4. iosu says

    Empiezo a estar un poco harto de los ataques a Telecindigooo a la telebasura, empieza a ser hora de atacar a los que la perpetúan.

    Del mismo modo que hay prostitución porque hay demanda de ello.

  5. alter_ego says

    Je, je, Albéniz, utilizando los epítetos eres único. Menuda somanta palos le has atizado a los sub-humanos telecinqueros..

  6. Carlos G says

    ¿La televisión híbrida de tele5 y cuatro?; en verdad suena acojonante. Serán de ver (o mejor no), los contenidos que acojerá: información, música, debate, novedades culturales, científicas y sociales, como ahora, vamos.
    Y encima hay que montar otro tinglado de equipos y cables y sintonizarlo todo, y mantenerlo. Creo que va a ser que no.

  7. krollian says

    Con la TDT también se prometió el oro y el moro. Interactividad, nuevos contenidos, pluralidad…
    Y aqui no hay más que A3 y Mediaset. Y los contenidos interesantes bajo mínimos. Ni se respetan los horarios ni las audiencias por edades.
    Menos mal que nos queda La 2. Algo es algo. Pena da que un medio tan potente quede, en su mayor parte, como un refrito de de pobreza y miseria de espacios. La TV, en definitiva, es un reflejo de la sociedad…

  8. Pur says

    Cien por cien de acuerdo. Esto ya nos pasó con la llegada de la alta definición. La mierda en alta definición sigue siendo mierda, pero con todo lujo de detalles, casi hasta con olor. Ahora nos va a llegar de forma interactiva y «on demand», y seguirá siendo mierda.

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