Un joven de 29 años ha muerto corneado en las fiestas de Xátiva. Es la tercera víctima de Ratón, un toro famoso por su sangriento currículo: ya había acabado con la vida de otras dos personas en anteriores eventos populares, ganándose así un prestigio que le ayuda a protagonizar festejos, abarrotar plazas y llenar bolsillos. En el Telediario (TVE) ofrecen la noticia acompañada de las violentas imágenes de la tragedia. En el Mundo le sitúan en portada y le bautizan como “el toro asesino”. Según La Sexta, el caché de Ratón sube a medida que aumenta el número de víctimas, alcanzando ya los 15.000 euros por actuación. “Somos muy fans de Ratón”, asegura un taurino sin despeinarse. “Allá donde va, los empresarios doblan el precio de las entradas (de 6 euros a 12) porque saben que la plaza se va a llenar”, afirma orgulloso el propietario del animal. Muchos son los ayuntamientos que, de no estar completamente endeudados, pujarían por contratar los servicios del peligroso astado, sin duda mucho más necesarios para los vecinos que un nuevo ambulatorio o una biblioteca. Bien es sabido que un pueblo que no echa el resto en las fiestas, que no respeta y apoya las sagradas tradiciones, ni es pueblo ni es nada. La contratación de Ratón es un éxito seguro, puesto que garantiza la afluencia de personal, el morbo y, con un poco de suerte, la sangre.
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A los tres fallecidos como consecuencia de las cornadas de Ratón no les mató Ratón: no hay morlacos homicidas. Les mató la codicia y la ignorancia que rodea el mundo del toro. Ratón es el último monstruo creado por una sociedad, la nuestra, absolutamente enferma. “Un toro resabiado de carácter sanguinario y asesino que se está convirtiendo en un animal mítico”, asegura el informativo de La Sexta. En realidad se trata de un animal manipulado, no genética sino intelectualmente, en lo que supone un retroceso moral y cultural sin precedentes: el hombre ha transformado a un pacífico herbívoro en un desalmado carnicero. Ha hecho de un rumiante inofensivo, que sólo quiere pastar y huir, el sicario sin escrúpulos de una red mafiosa. La Generalitat valencia va más lejos en este retorno al circo romano y, según La Sexta, valora la posibilidad de clonar al toro para preservar su bravura criminal. “¿Queremos pagar para ver esto?”, se preguntan los hipócritas de esta cadena mientras ponen las imágenes de una cornada espeluznante.
Vargas Llosa escribió en El País, en una apasionada defensa de los toros, que “la fiesta representa una forma de alimento espiritual y emotivo tan intenso y enriquecedor como un concierto de Beethoven, una comedia de Shakespeare o un poema de Vallejo”. Ratón es la fiesta nacional. No hay belleza en el castigo o la vejación. Estamos ante una forma de alimento espiritual y emotivo tan intenso y enriquecedor como la cornada en el pecho a un chico de 29 años, una comedia tan divertida como una femoral desgarrada, un poema tan emotivo como una muerte innecesaria.
Ratón es el alma de una fiesta que, no lo olvidemos, va mucho más allá del supuesto arte de José Tomás. Por cada astado que mata el torero de moda cientos de animales son acosados, maltratados y torturados en los pueblos de la España profunda. Algunos incluso son convertidos en asesinos. Encierros, capeas, corridas… Primitivas formas de maltrato que se aferran a las tradiciones, a las viejas costumbres, a la ignorancia colectiva. Alfonso Rus, el alcalde de Xátiva, lidera la manifestación bárbara: pese a la tragedia, no suspendió las fiestas y mantuvo los festejos taurinos. Ricardo Cardona, alcalde de la localidad valenciana de Canals, anuncia en la web del consistorio la presencia de Ratón en la Feria de septiembre.
Diríase, efectivamente, que este torito -ay torito guapo- es una suerte de nuevo Espartaco: Contri-más pupa hace, más quiere verlo el personal. Pasa lo mismo con otros espectáculos multitudinarios de carácter opioide, véase el furgo, en el que sus propios espartacos atraen a más gente contri-más goles marcan solo que sin sangre ni muertes…. Los futbolistas muertos en el campo por fallo cardiaco (varios este año) o los muchos aficionados muertos en las gradas o alrededores en peleas de aficionados no cuentan como muerte o sangre, no?
Moraleja: Contri-más gente se reunen a ver algo, más posibilidad de que todo acabe como han acabado estas cosas desde el principio de los tiempos: un poquito de sangre, algunas viscerillas, una madre con el pecho oprimido de pena y angustia, una viuda, un huérfano….
Va a ser verdad que no hemos avanzado demasiado moralmente en estos milenios…
¿A este toro no acaban atravesándolo con lanzas o poniéndole antorchas en los cuernos? Ah no, que esas son otros palos de este tradicional arte, consistente en ir harto cubatas detrás de un toro tocándole las pelotas. O harto de otra cosa, si no que se lo pregunten a los protagonistas de esta noticia, que muy frescos no podían ir:
http://www.publico.es/espana/391618/un-peregrino-corneado-por-una-estatua
Los toros son la mejor metáfora de la España más negra, la más cutre, cañí, castiza, anticuada, hortera, rancia y apestosa, esa que provoca que en el resto de Europa digan que África empieza al sur de los Pirineos. Que existan negocios como el que se monta en torno a ‘Ratón’ no hace más que confirmarlo. Saludos.
Vamos que pagar más por un toro que tiene más posibilidades de causar heridos y muertos está bien visto y cuenta con el apoyo de las administraciones públicas, mientras que tomar drogas es espantoso y te puede causar perjuicios económicos e incluso llevar a la cárcel. Perfecto, todo tiene sentido ya.
Y luego no quieren legalizar las drogas.
Bueno, Tracio, que las AAPP también financian actividades beneficiosas, enriquecedoras y positivas. Y si no, mira qué cosa tan bonita están pagando esta semana en mi pueblo. To lleno de confesionarios veliformes, abanicos y camisetas JMJiles, y virginales y purísimos jovencitos (e itas) arrobados (y robadas) y evangelizantes ante la visita del PAPA (Padre de Almas Por Antonomasia).
Es que sois unos quejicas. Además de drojjjadictos y pecadores de la peor calaña. He dicho.
Por cierto…. modo coña off. Saludos.
Me han gustado el artículo: «un retroceso moral y cultural sin precedentes […] No hay belleza en el castigo o la vejación […] una muerte innecesaria.»
Por mi parte, sólo comentar alguna cita que me viene a la cabeza:
«Toda sociedad da por supuesto que sus pautas de conducta son naturales y buenas»
«Estar satisfecho con uno mismo es ventaja que acompaña igualmente al hombre necio y al sabio»
http://josearnedo.blogspot.com/
Bravo Albéniz. ¡Vamos que se te echa mucho de menos! Siempre el primero leyéndote. ¡Muchas gracias por tan buenas letras y recomendaciones! 😉
¿Para cuándo se harán responsables a los Ayuntamientos que sueltan un toro por las calles que matan a la gente impunemente?. Hasta que no tengan que pagar los ayuntamientos a las víctimas no se acabará con estas mal llamadas «fiestas» cutres, antíguas y absurdas, en las que la gente maltrata a un pobre animal que está asustado y por tanto se defiende de la panda de imbéciles que les persigue sin razón. Que no olviden estos alegres jovenzuelos que la fiesta no se suspende por que el toro mate a alguno de ellos, a lo sumo un día de luto y a seguir con la fiesta. Es lo que hay…