En la televisión, está de moda el género zombie. Ahí tienen el éxito de The Walking Dead en La Sexta. Y la vuelta a la vida de Carlos Cuesta, presentador de La vuelta al Mundo, quien, tras 73 días muerto (televisivamente hablando), regresó a la pantalla con El Mundo a cuestas, un nuevo ejercicio de propaganda camuflado como información. Y es que Veo 7, la televisión de Unidad Editorial (El Mundo) que cerró el pasado 1 de julio, no estaba muerta: ¡estaba de parranda! Tras despedir al grueso de su plantilla en uno de esos ajustes provocados no por la mala gestión de la empresa, sino por la maldad intrínseca del demoníaco Zapatero, y pasar más de dos meses en el infierno de la teletienda, renació anoche con el nombre de Veo Televisión.
“Nos han hecho perrerías, pero aquí seguimos”, dijo Carlos Cuesta a modo de resumen. Y se plantó ante la cámara cubierto con un batín de boxeador confeccionado con la bandera de España: “vestimos con orgullo este tipo de prendas y volvemos para sacudir al que haya que sacudir”. El albornoz rojigualdo, todo hay que decirlo, le quedaba como un guante: parecía uno de esos boxeadores sonados que son derribados y, con la mirada perdida de una oveja, se levantan una y otra vez, escupiendo sangre y bilis. Y tirando ganchos al aire y bolígrafos a los tertulianos que no piensan como él (ver vídeo). Un muerto viviente. Tan gris y casposo como todo lo que aparecía en imagen, desde los decorados a la iluminación pasando por los contertulios. Ahí estaban juntitos Melchor Miralles y Pedro J, este último con un look cada vez más Anasagasti y un discurso tan vanidoso como críptico. Primero realizó un largo monólogo, citándose a si mismo constantemente, para delirio de Cuesta, el palmero perfecto. Después advirtió del acuerdo de Unidad Editorial con un gran grupo internacional, “que no es el de Murdoch”, para reflotar la cadena cadáver y hacer “una apuesta por la televisión de calidad”. En este momento una mosca le comía la cara.
[youtube width="608" height="350"]http://www.youtube.com/watch?v=Tn4jn1unlD4&feature=player_embedded[/youtube](Vídeo del programa 'La vuelta al mundo', emitido el 27 de mayo de 2011 en Veo7)
Con estos modales, estas actitudes y estos presentadores, es evidente que ni siquiera un magnate australiano en entredicho podría evitarles un nuevo fracaso. La mentalidad provinciana de Pedro J, que se refleja en estos debates políticos amañados, concebidos para impartir doctrina entre sus fans, no tiene hueco en la actual parrilla: el nicho televisivo ultra y tendencioso está en manos de Intereconomía.
“Un programa de televisión se levanta de la misma forma que un país: trabajando”, aseguraba Cuesta en El Mundo a toda página. Tiene razón el presentador irascible de aspecto amojamado: trabajo, trabajo y trabajo. Aunque un poco de talento e imaginación nunca viene mal. Después de ver El Mundo a cuestas, y observar las enormes similitudes con La vuelta al Mundo, solo podemos hacernos una pregunta: ¿Qué oscuros intereses pueden llevar a una cadena de televisión, que ha fracasado estrepitosamente, a hacer los mismos programas, a cometer exactamente los mismos errores?
Mientras pensaba en ello una frase atravesaba la parte inferior de la pantalla: “En unos minutos veremos cómo se quema una bandera de España en la Diada”. Juraría que en ese instante la mosca, la misma que había torturado a Pedro J durante el monólogo, se le cagó en la nariz.
Que inviten a Aznar y ya tienen el circo completo. Saludos.
Que estómago tiene usted Sr. Álbeniz. Saludos desde USA
Hombre, Albéniz. Tú sí que tienes suerte de estar en un medio tolerante. Por ejemplo, puedes decir sin ninguna cortapisa que las fundadoras de Cuarto Poder Esther Jaén e Irene Lozano participan en «debates políticos amañados, concebidos para impartir doctrina entre sus fans».
Por cierto, que si te hubieras molestado en informarte un poco mejor, sabrías que Cuesta – que hizo un gesto bastante desafortunado, esó sí – NO LE TIRÓ EL BOLÍGRAFO A NADIE. Al menos eso dijo el propio Roberto Santamarina, a quien supuestamente iba destinado:
«Carlos [Cuesta] es un grandísimo profesional y le tengo mucha estima. En ningún momento me arroja el boli -jamás se lo hubiera permitido- sino que lo lanza sobre la mesa en señal de fastidio porque los socialdemócratas de la mesa nos metemos mucho con él y no le dejamos hablar. Pero que quede claro que no tiró el boli hacia nadie»
Estos tios no tienen parangón, piensan que los ciudanos somos imbéciles. Si estaba muerta, mejor que hubiera quedado así. El pedro JETA es de psiquiatra. !Increible e infumable!. Consulten Vds. esta página: http://foro.desiertoslejanos.com/ , En la misma, con referencias documentales, se pone en evidencia la ética periodistica y la catadura moral de este individuo.
Es mejor ver la sexta, asi estais todos haciendo caso a las trolas del pais y de la ser estamos todos arruinados porque os habeis gastado el dinero en bobadas y ahora quereis que os lo den la gente honrada que se lo ha ganado trabajando duramente, y les toca pagar vuestra hipocresia
El Sr. Carlos Cuesta es de analizar como ingrato en área de la conducta bajo un cierto componente esquizoide. Sus alteraciones le llevan al totalitarismo que lo arrastra al campo del narcisismo. Su formación en extremo piramidal no es capaz de aceptaar las libertades resultando sea despreciable por la sociedad. Que aprenda algo de la vida real y salga de su propio mundo totalitaario para aprender algo de dignidad humana.
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