Un nuevo PSOE global

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José Cepeda *

El Partido Socialista Obrero Español, se enfrenta a un gran reto en este 38 Congreso Federal, una encrucijada tras el mayor varapalo electoral sufrido en la reciente historia de la democracia.

El desgaste progresivo del PSOE ha sido evidente, tras haber asumido y ejecutado decisiones desde el gobierno con la responsabilidad de evitar a la sociedad española graves consecuencias. Asumir algunas decisiones tenía serios riesgos de difuminar y distorsionar el proyecto socialista y finalmente así ha sido percibido, a tenor de los resultados electorales obtenidos el pasado 20 de noviembre.

Las razones de la desafección de los españoles al PSOE han sido múltiples. No solo la crisis ha sido la causa de esta derrota histórica que ha afectado a todos los gobiernos de diferentes ideologías en Europa, sino la falta de "musculatura" de un partido colectivista que en los últimos años pasó a ser presidencialista, y que asumió, sin debate ni discusión alguna, todas y cada una de las decisiones que la derecha europea imponía a los gobiernos, incluido el socialista en España.

Nunca antes el Partido Socialista había asumido tan dócilmente un papel secundario ante las decisiones de su gobierno. Nunca la relación simbiótica entre el gobierno y el partido había sido tan intensa, quizás cuando menos necesaria era y cuando el papel de sus bases y su contestación interna debería haber fluido con más fuerza de abajo arriba.

Por tanto, el problema del PSOE nada tiene que ver con un debate sobre girar a derecha o izquierda que está perfectamente claro en su ultimo programa electoral, ni sobre qué sistema hemos de inventar para elegir a dirigentes o candidatos, tampoco si hemos de buscar un mirlo blanco o si debemos de buscar un producto de laboratorio mediático que nos haga ganar un premio internacional a la innovación multimedia, financiado por Keith Rupert Murdoch. El PSOE, simplemente, tiene que girar hacia la realidad para recuperar la credibilidad perdida.

Para ello, el primer paso que debemos dar es recuperar un gran Partido serio, solvente, reconocido históricamente por los españoles, con un discurso claro y único en toda España, y reconstruir una dinámica de trabajo colectivo y plural donde los ciudadanos que se afilien a nuestro partido se sientan útiles, se conviertan en militantes activos, en auténticos agentes de ese cambio social, cultural, de valores, de principios alternativos a los neoliberales, tan necesarios hoy, y demostrar necesariamente solvencia a la sociedad española.

El PSOE como partido debe volver a ser un instrumento real para transformar la sociedad, no el partido que más se parece a la España de moda, sino que ese nuevo modelo de sociedad en este mundo de cada vez mas desigualdades impulse una nueva moda en España, una sociedad global con los valores de justicia, igualdad y solidaridad de siempre, hoy mas vigentes y necesarios que nunca en el mundo.

El PSOE debe recuperar ese papel didáctico de la política, y aunque requiera de un importante esfuerzo de comunicación, a través de los mass media y las redes sociales, los ciudadanos en todo el mundo, en toda Europa y también en España, necesitan conocer que otra alternativa es posible ante la mayor crisis conocida en la historia del capitalismo.

No es el momento de desarrollar un provincianismo estratégico pensando en los restos del naufragio del poder territorial que acabamos de perder en prácticamente todas las autonomías, o simplemente atrincherándonos en una visión bunkerizada que tan solo nos perpetuará en el frío desierto de una larga oposición, sino pensando en lo que realmente nos jugamos, que es la herencia del partido que aglutinó los deseos y los sueños de una sociedad libre tras más de cuarenta años de oscuridad y silencio.

La salida a esta crisis posiblemente sea más cercana para los miles de estudiantes de Erasmus que han visto de cerca la multiculturalidad de un mundo de riesgos y oportunidades globales. España, hoy, es tan solo una provincia de un gran país que está llamado a llamarse Europa con mayúsculas; de lo contrario, todos sufriremos las consecuencias.

La salida está en volver a recuperar la visión internacionalista del socialismo democrático, en recuperar alianzas estratégicas en la vieja Europa y el mundo entero para juntos plantar cara a una nueva forma de totalitarismo financiero global que amedrenta a la voluntad democrática local de los países, con los limites de sus fronteras, en sus estados-países.

El futuro pasa, quizás, por llegar a ceder parte de nuestra soberanía como partido a un gran partido que ha de constituirse como el Partido Socialista Europeo.

Para empezar a pensar el socialismo que hemos de construir, empecemos por reforzar el viejo e histórico PSOE como lo que siempre fue, un partido federal, no una federación de partidos.

Ser socialista hoy en este mundo globalizado, es la antítesis de cualquier visión egoísta, sectaria, nacionalista que divide la solidaridad en territorios o etnias, en vez de otorgar posibilidades, derechos y oportunidades entre seres humanos.

Por todo ello, no son momentos de tibiezas. En política uno puede formar parte del problema o puede formar parte de la solución, pero de lo que no puede formar parte es del paisaje. Por eso quiero trabajar con una visión puesta en el futuro, reforzando los cimientos de este gran edificio que es el PSOE, y no tengo ninguna duda, yo votaré por el nuevo proyecto que comparte todas estas ideas, el proyecto que lidera Rubalcaba.

Nos jugamos mucho, nos jugamos casi todo, nos jugamos la credibilidad de más de 132 años de millones de pequeñas historias que escribieron, hasta con su vida, los renglones torcidos de este pequeño partido que un puñado de soñadores liderados por Pablo Iglesias pensó que algún día podían cambiar el mundo.

Yo hoy sigo soñando con su legado. Aún es posible. Millones de personas en España y en el mundo también lo creen y no les vamos a defraudar.

(*) José Cepeda (@cepeda) es vicepresidente del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid y delegado al 38º Congreso Federal del PSOE.
2 Comments
  1. Ivan says

    Me gustaría saber quienes son los 8 millones de subnormales que han votado al Psoe en éstas elecciones. Porque España está arruinada por sus malas políticas y nosotros con ‘ella’. 1saludo.

  2. Emiliano says

    Cepeda:Tu no eres provinciano ,eres mundial y vas siempre de caraporque cara te sobra.Pero me parece que la jugada te ha salido mal y ahora vas de culo , o tal vez de culipardo,

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