“Y aquí seguimos, debatiendo sobre el sexo de los ángeles, mientras nuestros estudiantes son estafados en masa y no les enseñan a pensar”. Pedro Sorela, ayer en Twitter.
¿Quién dijo que Rajoy no tenía un plan, que tras su victoria no había ideas, que su liderazgo era hueco? El Partido Popular ha diseñado una estrategia de gobierno tremendamente ambiciosa, que va más allá del presente inmediato y puede garantizarles el poder durante décadas. Su proyecto es de futuro: la solución final. Sígame... El ministro de Educación rechaza la asignatura de Educación para la Ciudadanía, medida que es aplaudida por la Conferencia Episcopal como una victoria, y anuncia que la sustituirá por otra (Educación cívica y constitucional) libre de contenidos “controvertidos e ideológicos”. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha puesto como ejemplos de esa asignatura “adoctrinante” algunos párrafos extraídos de… ¿El libro de texto de la propia asignatura? No, de un ensayo publicado por editorial Akal. Y para delirio de las editoriales de libros de texto, adelanta una reforma de secundaria que incluirá un año más de Bachiller/FP y reducirá la ESO. Pero no se distraiga con estas anécdotas…
Mientras nos entretiene con juegos de manos, el Partido Popular intenta rematar la debacle educativa iniciada por el PSOE: más alumnos, menos presupuesto. Las escuelas y universidades públicas han reducido su presupuesto 2.800 millones de euros en los últimos dos años. Reducción en el número de becas, impagos a los centros (algunos sin calefacción), profesores desbordados…
Recortan en la educación pública e invierten en una concertada que no respeta la ley: a las familias no debería resultarles más cara que la pública, pero, según el INE, llevar a un hijo a la concertada puede suponer unos 800 euros más al año que llevarlo a la pública.
Rajoy y el PP no creen en la educación pública: piensan que la privada es mejor. Es decir, que la igualdad de oportunidades es una estupidez: somos diferentes, puesto que unos pueden pagar buenos colegios y otros no. Sera por aquello que escribió Salinger de que "cuanto más caro es el colegio, más ladrones hay". En estas circunstancias, el abandono escolar temprano es muy alto, ronda el 28%. Y las consecuencias no se hacen esperar: paro juvenil del 43,5%, contratos en prácticas de cinco años, primeros sueldos por debajo del 60% de lo que deberían ser…
El PP sin duda admira el modelo de Grecia, donde el presupuesto para Educación ha sido reducido en un 60% en 2011. Juan B. Martínez, autor de estudios sobre la educación en España para CCOO, calcula que la inversión por alumno en nuestras escuelas bajará en torno a un 15% en tres años. Es el buen camino. El plan de rajoy. Los recortes en la enseñanza son la mejor inversión que puede hacer un Gobierno para permanecer en el poder: cuanto mayores sean las desigualdades sociales e intelectuales, el pueblo, más embrutecido e ignorante, pensará menos y votará con menos criterio. La solución final.
Sólo citar el ejemplo del libro equivocado, que no es ni siquiera libro de texto, debería ser motivo de dimisión. Que bien informado está nuestro ministro. Estamos en buenas manos…
Bueno, no es soprendente que, como dicen por ahí arriba, el PP trate de aplicar su programa. Ahora todos aquellos de sus votantes que no estén de acuerdo con las decisiones que está tomando el Gobierno, deberían revisar sus convicciones, y tenerlo en cuenta en el futuro. A no ser, claro, que todo lo que hagan les parezca bien por defecto, sin pararse a pensar si realmente es bueno para ellos o no.
Es curiosa la explicación de Wert -un lobo con piel de cordero, que ya se ha deslizado con varias perlas en sus artículos publicados en El País antes de que fuera elegido ministro, por ejemplo- para eliminar la asignatura, en el sentido de que aduce que pretende reducir el adoctrinamiento. Y es curioso, porque lo sustituye por otro adoctrinamiento mucho más basto, evidente e insultante para cualquiera con algo de capacidad de análisis. En las pocas semanas que lleva, este Gobierno se está mostrando un maestro en la táctica orwelliana de camuflar y alterar la mentira para hacerla parecer no sólo real, sino inmutable y presente como verdadera desde hace mucho tiempo. De tontos no tienen un pelo, está claro. Y se nota porque pretenden hacer tontos a los demás.
Saludos.
¿Y el bello Francino no tenia nada que preguntar, despues que el ministro leyera tan cínicamente semejante mentira? ¿Eso es un periodista-estrella? No. Estaba babeando con «su ministro» ¡Una auténtica vergüenza!
¡Ay! Si hubiera una ley que planteara que aquel ministro que redujera el presupuesto para el área de su cartera, automáticamente se redujera su sueldo en el mismo porcentaje, es de imaginar que se lo pensaría antes muy mucho. En fin, otro sinvergüenza más. Y aunque estos del PP no se perpetuaran en el gobierno, la alternativa, estando el patio como está, no es mucho más alagüeña, pues no hay más que ver cómo está el otro partido, que ni es alternativa ni es ná.