¿Reforma o 'golpe de estado' contra los trabajadores?

Cayo Lara *

Lo hemos anunciado y estamos trabajando de forma muy seria en ello: Izquierda Unida presentará, a través de su grupo parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA, una enmienda a la totalidad al texto de la devastadora reforma laboral aprobada el pasado viernes por el Consejo de Ministros. Nuestros servicios jurídicos están analizando con detenimiento el alcance legal de cada uno de sus puntos y estudiando la posibilidad de presentar un recurso de inconstitucionalidad, algo para lo que se necesitaría la firma de 50 diputados y, por consiguiente, requeriría de acuerdos con otros grupos parlamentarios del Congreso.

No podemos ni debemos mordernos la lengua ante una medida que podríamos calificar de auténtico terrorismo social. Es también por lo que tiene de letal, un golpe de Estado a los derechos de los trabajadores y un golpe salvaje a las conquistas que tanto sacrificio costó conseguir. Pero, no perdamos la perspectiva, todas estas acciones políticas habrán de caminar parejas al llamamiento a los militantes y simpatizantes de mi formación, que también forman parte del movimiento sindical en toda su pluralidad, así como al conjunto de los trabajadores y desempleados para sostener desde ahora una movilización constante y permanente para lograr que el Gobierno del PP dé marcha atrás a este ataque de agresividad extrema.

O conquistamos en la calle el poder que se ha ejercido desde los despachos y que ha llevado al PP a presentar esta reforma laboral o no lo conquistaremos en el parquet del Parlamento. La correlación de fuerzas realmente existentes es la que es, entre otras cosas por un sistema electoral que ha posibilitado que el PP, sin mayoría absoluta en la calle, la tenga en el Congreso de los Diputados. Sin duda, producto de esa circunstancia el PP ha tardado muy poco tiempo tras las elecciones del 20-N en demostrar que, no solamente es una ‘cospedalada’ que el PP encarne al ‘partido de los trabajadores’, sino que ha puesto en evidencia que es el partido de la gran patronal y actúa, en consecuencia, al dictado del sector más radical y duro de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

Es una patraña que esta reforma tan celebrada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy vaya a generar más empleo. Al contrario, hace el despido más fácil y más barato, legaliza el trabajo precario, acaba con la negociación colectiva y convierte a los parados con prestación en voluntarios forzados. Me produce rechazo, tanto la letra como la música de este auto de fe, doctrinario y dañino. Con la única lectura ofrecida desde el PP que estoy de acuerdo es con la que ha dado la vicepresidenta del Ejecutivo de la derecha, Soraya Sáenz de Santamaría, al afirmar que va a haber un ‘antes y un después’ con esta reforma. Bien, el antes ya lo conocemos y el después pretenden que sea la mutilación definitiva de los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Entre las pretensiones de los profundos cambios que introduce esta reforma está convertir el despido en un trámite libre y subvencionado. Frente a este zarpazo perpetrado por el Gobierno de la derecha, estamos en disposición de oponer nuestra alternativa, basada en el objetivo de crear empleo estable y con derechos, y que tratará de recoger los planteamientos ya plasmados por los sindicatos en la iniciativa legislativa popular (ILP) elaborada a raíz de la anterior reforma aprobada por el PSOE y su Gobierno en 2010. La enmienda a la totalidad de Izquierda Unida situará al contrato indefinido como forma de contratación base y presentará planes de empleo tanto público como privado. Además, buscará proteger a los trabajadores subcontratados, reforzar la inspección de trabajo para que actúe sobre los empresarios que eludan dar de alta a sus trabajadores en la Seguridad Social, reforzar el servicio público de empleo y reformar la formación profesional, de acuerdo con los profesores y las organizaciones sindicales. Ni un trabajo sin contrato y ni un contrato sin alta en la Seguridad Social.

Supongo que nadie me tildará de insidioso si reclamo una mínima coherencia a los dirigentes socialistas, ya que cuando estuvieron en el Gobierno fue el PSOE quien puso en marcha una reforma laboral que abrió la puerta al despido más barato y es ahora el PP quien se ha apresurado en dar una vuelta de tuerca completa. Llama la atención que un partido cuando está en el Gobierno tome medidas contra los trabajadores –‘tijeretazo’, ‘pensionazo’ y déficit cero en la Constitución- y cuando pasa a la oposición se ponga la ‘chaqueta de pana’. Así y todo, bienvenidos al club si ello significa que han hecho una reconversión tan profunda que hoy les lleva a decir lo contrario de lo que decían cuando formaban parte del Gobierno.

Pronto se reunirá mi organización con los sindicatos para analizar conjuntamente el alcance de la reforma. En el pasado reciente, IU fue quien estuvo en la calle con los trabajadores y la ciudadanía frente las medidas de ‘ajuste duro’ que aplicó el PSOE siguiendo los dictados del FMI y del Banco Central Europeo. Garantizo que seguiremos estando en la movilización. De cualquier forma, la convocatoria de una huelga general como respuesta es potestad de las organizaciones sindicales. Por lo pronto, defendemos y apoyamos la movilización del próximo domingo 19. Nuestro empeño ahora ha de centrarse en la explicación y la pedagogía para trasladar a los ciudadanos todo lo que supone esta medida y sus penosas consecuencias.

(*) Cayo Lara es coordinador federal de IU.