El Huffington Post
Para buena parte de periodistas y teóricos de la información, la profesión comenzó a morir cuando los contenidos pasaron a ser gratuitos. Gratuitos para el consumidor. El Huffington Post, la web del grupo Prisa que se inauguró el pasado jueves, pretende cerrar el siniestro círculo con una vuelta de tuerca al concepto “free”: esos contenidos gratuitos para el consumidor…a partir de ahora también deben serlo para la empresa. Un nuevo y sofisticado modelo de negocio. Y un programa de exterminio de periodistas, puesto que coloca a los verdaderos profesionales de la información en el interior de un cepo de dos mandíbulas, medios y consumidores, que no pagan su trabajo.
Arianna Huffington, la avispada creadora del invento, asegura en su primer post en castellano que el nuevo medio es “una entidad periodística”, y que nace para “aunar la mezcla de noticias, blogs, comunidad y participación social”. Montserrat Domínguez, directora de la edición española, insiste en que son “un medio progresista”, que no piensa pagar a los blogueros, que no dudan “en agregar contenidos de otros medios”, y que “para mucha gente publicar en el Huff es una oportunidad única”.
El Huffington Post es un medio de comunicación tan ambicioso como austero, puesto que cuenta con solo un editor, tres redactores y cuatro jefes. Con una plantilla así, ajustada hasta límites insospechados ¿Quién genera los contenidos, la información necesaria para “rellenar” esa “entidad periodística”? Ya lo advertía Domínguez: otros medios, que son pirateados (enlazados, perdón), y blogueros, que trabajan gratis (a cambio de “visibilidad”, perdón). Periodismo de bajo coste. Los profesionales hasta hace poco más valiosos, aquellos que alimentaban con noticias las redacciones, son antiguallas que no tienen hueco en este innovador, sofisticado y divertido medio de comunicación para el siglo XXI. La directora asegura "ofrecer reporterismo propio" e "investigación propia", pero en un futuro. De momento, enlace y opinión. ¡Gratis total, beneficio brutal!
En este mundo de gratuidad y austeridad sorprende que Juan Luis Cebrían, consejero delegado de Prisa e impulsor de la versión española del Huff Post, pretenda seguir cobrando por su trabajo. En 2011, sin ir más lejos, el empresario progresista ganó 8,2 millones de euros, una cifra capitalista con la que podría poner en marcha y mantener durante un año (siguiendo el convenio de El País) 43 plantillas como las de su nuevo juguete. Pero no será necesario semejante sacrificio…
Ya hemos visto que el Huff Post no genera noticias. Algún periodista obsoleto, carne de ERE, pensará que es posible el periodismo sin papel, pero no sin noticias. Y que por tanto aquellos que dicen que El Huff Post es periodismo mienten como bellacos. El Huff Post es lo peor que le podría pasar al periodismo. No olvidemos que las “noticias” que publica este nuevo portal llegan por dos caminos: tras ser robadas a periodistas de verdad, que trabajan en otros medios y no cobran del Huff, y de lo que antes se consideraban fuentes poco fiables: políticos en constante campaña de promoción. Rubalcaba, Esteban González Pons, Antonio Basagoiti, Juan Fernando López Aguilar, Patxi López…Con esta nómina de blogueros defendiendo sus intereses, ¿Quién necesita periodistas? Con secciones como “Fotos de animales de la semana”, ¿Quién necesita un espacio dedicado a la Ciencia? Con Boris Izaguirre en una sección como Tendencias, ¿Quién necesita Cultura?
Pero bueno, vayamos al grano. El producto. ¿Cómo es el Huff Post? El viejo resumen de prensa convertido en basura sensacionalista. La portada con que arrancaron, un burdo montaje que haría ruborizarse al staff de La Razón, fue una declaración de intenciones. Recorta por aquí y pega por allí, enseña unas tetas por abajo y sube hasta aquí el blog de Alberto Ruíz Gallardón. Algo de desparpajo, mucha jeta y tijeras digitales es cuanto se necesita para crear el portal más cool del mundo, el producto que engrandecerá tu Iphone, el medio de comunicación que anulará tu sentido crítico justo cuando más lo necesitas.
Dice la directora que publicar en el Huff es una oportunidad única. Quizá para blogueros esquiroles que solo exigen una palmadita en la espalda y la promesa de futuras oportunidades. Es difícil pensar en la “visibilidad” como moneda de cambio, o en disfrutar de una “oportunidad única”, cuando tu texto aparece entre burdos fotomontajes, anuncios de coches, fotos de gatitos y vídeos de Youtube con Madonna “sacándose un pecho en mitad de un concierto”.
El Huff es solo el negocio perfecto. Una inversión mínima, unos gastos insignificantes, un descaro sin parangón y el trabajo de otros. Este engendro no tiene la culpa de la decadencia del periodismo, evidentemente. Pero pone su grano de arena para que la profesión se hunda para siempre. Y lo hace en nombre de la progresía y la democracia ciudadana, y con la complicidad de “prestigiosos” periodistas que miran para otro lado y callan.
Les deseo lo peor, que será lo mejor para el periodismo.
Mucho morro le echan Cebrián y compañía. Cuando se trata de hacer negocio se apuntan a lo que sea. Y quien no lo crea que mire a quién apoyan en América Latina a través de sus socios locales. Desde luego, ni a Evo, ni a Chávez, ni a Fdez de Kirchner, ni a López Obrador. Aquí se mantienen de progresistas porque tienen copado ese mercado, pero al otro lado del charco no es lo mismo, no.
Hay que convencerse: ya no hay periodismo, sino empresas con algún periodista que cambia el concepto de información por el de beneficio.
Brillante.
Es que lo de trabajar gratis ya es algo general: ¿cuántos becarios de investigación, o de ingeniería, están trabajando por el sustento, o ni siquiera por eso, incluso directamente perdiendo dinero, tiempo…. vida al fin y al cabo, a cambio de una teórica recompensa futura en forma de posible trabajo de verdad, o de etéreo prestigio profesional? Y esto es extensible a prácticamente cualquier otra profesión. Las jornadas draconianas a sueldos miserables y no son excepción, son norma.
No es sólo el periodismo lo que está muriendo, es el modelo social basado en el esfuerzo, el trabajo, y su justa retribución. Mejor dicho, no está muriendo, lo están matando. Y todos sabemos quienes son sus asesinos y, lo que es peor aún, somos cómplices de ello, por acción, pero sobre todo por omisión.
Tenemos, como de costumbre, lo que nos merecemos. Saludos.
¡Perfecto el artículo! Y… ¿no tiene usted la sensación de que esta es una de las últimas cloacas en las que va a caer la profesión periodística antes de desaparecer?
¿Alguien ha probado ir al panadero y contarle que te llevas su pan y que en vez de dinero le haces publicidad gratis, fuente de futuras ganancias? O tal vez al frutero, al de los zapatos, al del bar o…¡No, no, mejor a Hacienda! Oid, chicos, que no me retengas na del IRPF, que ya verás qué de visibilidad ganas y qué de posibilidades de futuro alcanzas… Ah, que os hace falta el dinero pa dárselo a Bankia… Ya, un problema….
Lo mismo estamos ante un cambio de paradigma donde el trabajo no requiere remuneración y nos estamos quejando. Tú no cobras, pero te llebvas lo que necesitas de las tiendas y los tenderos van al médico privado o al abogado sin pagar nada y el profesor enseña de gratis y el periodista bloguea por que si y luego ambos juntos se sirven la gasofa que uieren y repiten pincho de tortilla en el bar…. ¡Joder, bien pensado el sistema es cojonudo, sin dinero, cada cual hace su trabajo y se beneficia solidariamente del de los demás y… Ah, que no es eso… Ya, que los Cebrianes y las Ariannes quieren la bolsa llena y los de Bankia tamién….
Por un momento me había ilusionado…. ;_(
La esencia de los tiempos que vivimos…
no veo mucho problema
medio internet es así
recomendar eso sí , que no veas la wikipedia. Te podría dar una ataque
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice el artículo, pero me gustaría saber si este medio en el que lo publica no es, en cierto sentido, algo parecido. ¿Pagan ustedes a sus blogueros? ¿Les ofrecen visibilidad a cambio de artículos gratuitos? Me da la impresión de que es exactamente lo mismo, porque si les pagaran, supongo que los blogueros de deportes no llevarían un año sin publicar nada.
Papademos, te aseguro que Cuarto Poder paga por los textos de los blogs. Y no ya mejor que el Huff, que sería muy fácil, sino mejor que su hermano mayor El País. Mucho mejor.
Un saludo!
Estoy absolutamente de acuerdo con el artículo, punto por punto. Ojalá tarde poco en cerrar o será la guillotina que le quedaba a esta entrañable y puta profesión.
Y sí, todos los que escriben sus blogs gratis en el Huff son insolidarios con sus compañeros que necesitan cobrar para vivir! Están consintiendo y apoyando el abuso de una gran empresa, confiando en la visibilidad prometida por un tipo que, de momento, se lleva a casa sus 8,2 millones…
1- En EEUU el Huffington existe hace años y el periodismo no murió.
2-¿Los periodistas tienen que cobrar siempre por su trabajo pero los músicos y escritores no, teniendo nosotros derecho a bajarnos todo gratis?
Ya… Es como cuando se dice que debido a las descargas de películas, música y series, se van a ir a poque el cine, el negocio de la música y la televisión, ¿no? No exageremos, es un formato de «periodismo» diferente, una empresa con sus pros y sus contras como todas. ¿O acaso es menos respetable que otras entidades «estandarizadas» de la prensa española?
Es un medio capitalista mas, pues eso.
Nemigo: sí, es cierto que medio Internet es así. Y precisamente por eso el 90% de lo que se lee es pura basura. Comenzando por esa página que citas, Wikipedia, una auténtica mamarrachada: ¿cómo puede uno fiarse de algo que escribe no se sabe quién con no se sabe qué cualificación?
Me sorprende Javier tu afirmación de que el HP es gratuito. Me extraña que muchos de los que han abierto el medio hayan prestado su pluma de manera gratuita, no obstante seguro que tú lo sabes mucho mejor que yo.
Respecto al futuro del periodismo, creo que depende más de los lectores que de los periodistas.
Sr Pérez de Albéniz, siempre nos quedará Al Facha Vivo, de la sexta, aún no tienen conocimiento del conflicto minero, pero el director de la Razón sigue siendo el preferido de Ferreras.
Estoy de acuerdo con el artículo de Javier, y me sorprende que Montserrat Domínguez deje la radio para dirigir esto. Si nosotros mismos devaluamos nuestro trabajo qué esperamos? Eso de la visibilidad suena arrogante al más puro estilo tiburón empresarial. Un poco más y cobran por publicar y «hacerte el favor de q te lean». Los lectores buscamos reportajes en profundidad, con fuentes identificables, con información contrastada y eso se tarda en elaborar y escribir muchos días. Creo q hace tiempo que los medios se han convertido en auténticas churrerías (de churros y porras).
Yo también te felicito por este post. Estoy plenamente de acuerdo y claro que cada periodista o bloguero o lo que sea puede publicar donde o como quiera como dice en su respuesta pero de ahí a vendernos la moto como Monserrat Dominguez pretende. Reconozco que casi sentí escalofríos cuando le eché un vistazo a la web del Huff el primer día y lo primero que veo son las firmas de Rubalcaba y Pons…(Por no hablar de un diseño que parece salido de las manos de un alumno en la primera semana de un curso sobre diseño web de 1998. Normal que se haya sentido ofendida porque ha escuchado unas cuantas verdades incómodas y eso siempre duele. Siempre he tenido sensaciones encontradas con Monserrat Dominguez. Me solía gustar su trabajo cuando presentaba en telecinco aquellos debates e información política pero un día hizo un comentario despectivo sobre «los gallegos», la traicionó el subconsciente y dejó entrever lo que pensaba, que si no eras de Madrid, la gran capital, mejor que te dediques a cuidar cabras o levantar paredes (no con esas palabras claro). Desde aquel día la tengo cruzada y aunque muy ocasionalmente he escuchado su programa en la radio me alegra que finalmente se haya destapado como lo que es. Una periodista servil intentando ensalzar la mierda a la altura del periodismo de verdad.
Q feo estilo ha utilizado el Sr. Perez de Albéniz para dar su opinión. Ademas no estpoy de acuerdo tampoco con el fondo. Enhorabuena Montserrat por el proyecto y por la carta de contestacion.
A buenas horas te vienes a preocupar por tu profesión, Javier. Al menos no cobrando los colaboradores no se les podrá comprar, evitando as í lo que pasa con la prensa y los medios en España. Soys la mayoría fieles lacayos de quien os da de comer, así que no te rasgues tanto las vestiduras.
SOIS, no «soys»
Muy buen artículo de Javier Pérez de Albéniz. No solamente hay que firmar como periodista sino serlo en esencia y profundidad para entender su indignación. Me uno a su preocupación y lloro como periodista que soy de República Dominicana. No todo el que escribe por cualquier medio es periodista, sin menospreciar una información de un bloguero, el trabajo del periodista debe valorarse, sino morirá la profesión. Muchos periodistas llevan su carrera con vocación y dignidad. Por Dios, hasta donde llegaremos, un medio de comunicación sin periodistas no es tal y uno, dos o tres personas no son hacen el equipo. Todo lo que dice este artículo es cierto, y yo también le deseo lo peor a este proyecto, porque también creo que será lo mejor para el periodismo.
«Un editor, tres redactores… ¿y cuatro jefes?» Yo no les deseo que les vaya mal porque tengo la certeza de que les va a ir peor… Se admiten apuestas
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Lo que realmente me preocupa del Huffington Post es el descaro con el que tergiversan las noticias -las que no inventan, claro- para producir una determinada reacción. Es un medio mentiroso y desacreditado entre los profesionales de la información y el ámbito académico.