Si Mariano Rajoy se hubiese cagado en todos mis muertos no me hubiese faltado tanto al respeto como haciéndose la foto junto al Códice Calixtino. La imagen, junto a las declaraciones que acompañaron ese pornográfico posado, forman un ejercicio de propaganda tan vulgar y simplista, tan pueril, que lo siento como un insulto directo a mi condición de ciudadano en pleno uso de sus facultades mentales. El Rajoy que no fue a los incendios de una Valencia arrasada, viaja ahora a Santiago de Compostela para posar con un libro recuperado. “En una etapa en la que no vivimos buenas noticias me reconforta estar aquí”, dice y, sin ruborizarse, reclama “un mayor esfuerzo para que el robo del Códice no vuelva a producirse”. Con esta actitud, con estas frases, el presidente no es que dude de mi inteligencia, es que realmente piensa que soy un idiota sin criterio alguno, un pelele intelectual sin rumbo, a merced de sus abyectas intenciones.
Es difícil saber si Rajoy trabaja para todos los españoles o solo para los lectores de La Razón y ABC. Ayer Mariano y el Códice, ese libro del que hace un año la mayoría ignorábamos su existencia y el deán utiliza como cuaderno de notas, ocupaban las portadas de ambos diarios. La Razón y ABC son dos ejemplos perfectos de la verdadera crisis del periodismo: considerar información lo que en realidad es propaganda.
Solo una razón hubiera justificado el viaje promocional de Rajoy a Santiago: que el mismísimo presidente aconsejase al electricista ladrón sobre cómo blanquear cómodamente los dos millones de euros que guardaba en metálico bajo el colchón. Ya estoy viendo la portada de ABC y La Razón: “El presidente del Gobierno inaugura el departamento de atención personalizada al defraudador”.
Una de las bases del periodismo real, ese que se extingue día a día, es mantener un control férreo sobre las actividades del poder, ser críticos con el Gobierno, no ceder a los intereses de aquellos que mandan y denunciar sus actividades dudosas. Pues ABC y La Razón hacen exactamente lo contrario. Son órganos de propaganda del Partido Popular. Y el resto de la profesión, asociaciones de la prensa incluidas, no afean su conducta, no desnudan sus miserias, no les dan la espalda, no denuncian que no son colegas, sino sicarios que están acabando con la credibilidad de nuestro trabajo.
Ahí tienen a Marhuenda y compañía en las tertulias de radio y televisión. Incluso en las que se autodenominan de izquierdas. Cadenas supuestamente progresistas se llenan la boca con la palabra “periodismo” mientras dan cancha a prácticas que ensucian ese nombre. Un periodismo que está envenenando la esencia de la profesión como antes ya hizo la prensa rosa: no hay demasiadas diferencias entre Lidia Lozano y Jesús Mariñas y los directores de ABC y La Razón. Los cuatro practican un periodismo banal y tendencioso, de baja estofa, basado en la manipulación de la información. Un periodismo a la medida del Gobierno.
Siempre nos quedará Al Facha Vivo, Sr Pérez de Abéniz.
Salud y Republica!
Al electricista no creo, pero al Obispo de Santiago seguro que sí que le aconseja cómo blanquear esos doscientos milloncejos de nada que ha recuperado.
Exactamente pense lo mismo cuando me enteré q Mariano iba a hacer ese vergonzoso ejercicio de autopropaganda ridícula. además el mensaje fue de aupa: vengo aquí porque es una buena noticia, a las malas ni me acerco. ¿para cuando unos políticos a la altura de los ciudadanos?
«Es difícil saber si Rajoy trabaja para todos los españoles o solo para los lectores de La Razón y ABC.» ¿Seguro que es difícil? Pues yo lo tengo clarísimo: de hecho, ni siquiera trabaja para todos ellos, sino que, concretando, todos aquellos para quienes trabaja son lectores de estos panfletos. Saludos.
Es grotesca esa foto. Los asesores de comunicación de Rajoy se lo curran.
Brillante Albéniz!
Equivocas los términos, boss. ABC y La Razón no trabajan para el este bobierno; trabajan para el PP, esté o o en el gobierno.
Yo me enteré del robo en el festival de Ortigueira, porque lo comentaron desde el escenario, y a la gente gallega les jodía que se lo afanaran de aquella manera.
Como, mal cuerpo, se les pone a los restauradores artísticos al ver cómo Rajoy y el purpurado ponen sus zarpas desnudas en el códice del siglo XII.
La verdad es que hay cosas más importante que devolver libro. Es pura publicidad.
En relación con el texto de hoy, las portadas de El País y La Razón a la 18:42. El País: «»La UE quita competencias a Guindos y deja al Banco de España bajo tutela». La Razón: «La UE otorga más capacidad y poder sancionador al Banco de España».
Siento exactamente lo mismo. No lo aguanto más.