Necesitamos vacaciones

Algunas televisiones y periódicos ofrecían estos días la posibilidad de presenciar la ejecución sumarial de un teniente coronel de artillería sirio en la orilla del río Éufrates. Las imágenes, colgadas en Youtube, deberían resultar de una violencia atroz. Se trata de un asesinato, con el prisionero atado, insultado y finalmente tiroteado. He dudado si incluir el vídeo en este post, y finalmente he decido hacerlo: parece una mala película rodada en baja resolución. ¿Ficción? No, es el mundo de nuestros días. Pero estamos tan acostumbrados a la violencia, a consumir muerte y dolor en forma de imágenes, bien sea en informativos, cine o series de televisión, que resulta muy difícil que la realidad nos revuelva las tripas.

Sólo el pasado lunes murieron más de 100 personas en atentados simultáneos en 14 ciudades de Irak. En los últimos dos meses el terrorismo de Al Qaeda en este país, teóricamente pacificado tras la famosa guerra organizada por Aznar y compañía, ha causado más de 500 muertos y deja miles de heridos. ¿Impresionante? No sin imágenes.

Sin imágenes, la violencia queda en anécdota. En uno de esos coros de chascarrillos, que solo sirven para alimentar la red durante unas horas,  se comenta la denuncia que José Mourinho ha interpuesto al periodista del diario El País Carlos Boyero. ¿Acaso no le gustó al entrenador madridista la última crítica de Madagascar 3, de marcha por Europa? No. Mourinho denuncia a Boyero por haberle llamado en un chat de El País “nazi portugués”. ¿Nazi portugués? ¿Denuncia? Nos hemos vuelto locos... ¿Qué periodista no ha utilizado estos términos para referirse a un entrenador que utiliza tres pivotes?

Definitivamente, necesitamos vacaciones. Nos vemos en septiembre...