El 25S o el delito fantasma

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Ricardo Royo-Villanova *

Por decirlo sin insultar, aquí hay alguien intelectualmente inconsistente: o Cristina Cifuentes o yo, y tiendo a creer que es ella. Les explico mis cuitas. Resulta que durante semanas, la estupenda delegada del Gobierno en Madrid ha estado amenazando e injuriando a las personas que pensábamos asistir a las protestas del 25S: nos ha dicho que somos delincuentes sediciosos, que somos peligrosos ”tejeristas” con intenciones de asaltar a patadas el Congreso -cosa de la que se ha hecho eco parte de la izquierda cuadriculada y lo ha usado contra una convocatoria a la que parecen tener miedo algunos en todos los partidos- y nos ha advertido que mientras el Congreso está reunido no vamos a hacer la manifestación nos pongamos como nos pongamos, y que la delegación del Gobierno y la Policía actuarán con todas las consecuencias. Se lo subtitulo, para que lo entiendan ustedes: "vamos a hacer detenciones arbitrarias, identificaciones masivas, os van a llover multas y os vamos a moler a palos, vamos a infiltrar agentes provocadores y vamos a tratar de que vosotros mismos os exaltéis y recurráis a la violencia para tener un pretexto para sembrar el terror entre vosotros".

Para ir calentando el ambiente y hacernos llegar el mensaje de que no iba a reparar en medios para la represión del descontento popular y de la oposición democrática al régimen, doña Cristina Cifuentes tuvo algunas felices ideas: en la manifestación del 15S, convocada por más de 80 organizaciones sociales contra las políticas antisociales de Mariano Rajoy, la Policía permitió -como no podía ser de otra manera- que se desplegaran miles de pancartas, entre ellas algunas con mensajes muy duros contra Rajoy y sus políticas, pero evitaron por todos los medios que se sacara una de ellas porque contenía un mensaje de apoyo al #25S.

Con violencia innecesaria robaron la pancarta y detuvieron a varias personas de las que la portaban, maltratando físicamente a una de ellas, hasta el punto de que se lo llevaron desmayado. Pocos días después, desalojaron un centro social ocupado que llevaba años funcionando, que -casualidades de la historia- era en el que se reunía habitualmente la Coordinadora 25S. El domingo anterior, se habían presentado en una asamblea de la coordinadora que se celebraba en El Retiro y habían identificado a todas las personas allí presentes.

Hace un par de días nos enteramos de que 8 de esas personas han sido citadas a declarar en la Audiencia Nacional acusados de cometer un delito contra las Altas Instituciones del Estado. Durante todo este tiempo, doña Cristina Cifuentes, además, se permite llamar la atención a algunos diputados que, por Twitter, muestran su apoyo al 25S, como si más que delegada del Gobierno fuese la sheriff todopoderosa de algún poblacho sin ley. En este preciso instante, mientras escribo estas líneas, están reunidas unas treinta personas en asamblea en el Retiro rodeadas por efectivos antidisturbios, que les impiden salir del círculo, e incluso ha habido algunas carreras. Todas estas agresiones a las libertades políticas de las personas contribuyen a dar credibilidad a las amenazas de Cristina Cifuentes de que el 25S va a ser ahogado en represión sistemática.

Sin embargo, resulta que, mientras todas estas cosas sucedían, la Delegación del Gobierno emite una resolución en la que garantiza la seguridad para las manifestaciones del 25S –que no autoriza, puesto que, en España, como sabemos, las manifestaciones no están sujetas a autorización gubernamental- con el único límite de no pasar de la Glorieta de Cánovas del Castillo (Neptuno) y no sobrepasar las 21:30 de la noche. Al margen de que haremos lo que queramos y podamos y que terminaremos cuando lo decidamos, porque no reconocemos el derecho del régimen del 78 a coartar nuestros derechos civiles y políticos, es bien sorprendente esta resolución que ha sido emitida como respuesta a un escrito de un ciudadano que, a título personal y sin representar a nadie, ha comunicado a la Delegación del Gobierno los actos del día 25S.

Lo curioso de todo esto es que el delito del que la Audiencia Nacional, por denuncia de la Policía, que actúa bajo las órdenes del Gobierno del PP  acusa a los ocho imputados –entre los cuales, por cierto, están una abogada que me defendió en un viejo pleito–  parece un delito fantasma, ya que cuando la estupenda Cristina Cifuentes manda identificar a los asistentes a la asamblea, sabe perfectamente que la manifestación es legal, y claro, si la manifestación es legal no se puede acusar a nadie del delito de organizarla.

Salvo que lo que ocurra es que Cristina Cifuentes esté completando a toda prisa su famosa  lista de disidentes y miembros de la oposición democrática, sabedora de que se avecinan jornadas duras, durante las cuales va a tener que aplicarse en su triste labor de amedrentar a la gente…

(*) Ricardo Royo-Villanova es periodista y autor del blog A sueldo de Moscú.
5 Comments
  1. Trinidad puerto Pascual-o7581643S says

    La marca «España » positiva ¿quién la promociona?, los jóvenes, lo han hecho los deportistas, los futbolistas cuando triunfaron con el futbol y lo consiguieron ganando, pero lo que más impresionó fue su esfuerzo , su serenidad y equilibrio, que impulsó su entrenador Vicente del B osque,salmantino ,que mantiene el humanismo de Salamanca, y ahora dos movimientos el 15M que exportó sus iniciativas y ahora el 25S pacifico y lúcido con la situación , si queremos valoración de España ahí estan los jóvenes, estudiantes y gente sensata que ve el futuro lo hará muy bien . Tenemos un gran futuro con ellos

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