Gin & Tonic

Dicen que la diferencia entre un periodista de medio pelo y un gurú de la comunicación está en el olfato. El primero barrunta las noticias, las persigue, las comprende, en algunos casos, pocos, las confirma y, finalmente, las escribe y pone al alcance del lector. El segundo utiliza su sagacidad y perspicacia para vender las noticias que le escribe el primero, pero también para crear opinión, para hacer política y para rediseñar la profesión, e indicar así el camino que deben seguir los medios de comunicación y los periodistas de medio pelo. Un periodista de medio pelo es, por tanto, perfectamente prescindible, y fácilmente reemplazable, mientras que un gurú es un dios: todopoderoso y eterno. Así las cosas, es lógico que el primero se quede sin curro en el primer ERE que organice el segundo.

El gurú señala lontananza y dice, mientras saborea un gin tonic de ginebra Martin Miller´s: “¡Allí está el futuro del periodismo!”. Y el periodista mira el dedo del gurú, que apunta a la oficina del paro. Pedro J Ramírez, gurú entre gurús, ha diseñado memeces del calibre de Orbyt, un “club de lectores Premium” de pago, pero también ha rediseñado el periodismo moderno. ¿Con las crónicas del 11-M? No, por favor. ¿Con el curso de chino mandarín en cómodos plazos, que incluye libro de texto, CD-Rom, CD audio, MP3 y cuaderno de ejercicios? Tampoco. Pedro J ha rediseñado el periodismo aunando sus dos pasiones: El Mundo y el gin tonic…

En las páginas 20 y 21 de El Mundo del pasado lunes se podían ver, a tamaño natural y a todo color, seis copas de gin tonic listas para ser consumidas. Con sus rodajas de pepino y todo. Una imagen tan realista que el lector casi puede percibir el aromático tufo de las semillas de cardamomo, aliño imprescindible en un combinado Premium. Y es que, atención, el domingo día 4 usted puede conseguir, “en su punto de venta de prensa habitual”, la cartilla que da acceso a esas seis preciosidades. Seis copas “de Gin & Tonic exclusivas”, con 650 ml de capacidad, fabricadas en cristal soplado automático, válidas para lavavajillas y con un “diseño único”. Una oferta que deja en ridículo la vajilla de Zara Home de 20 piezas que en su día comercializó El País por solo 29,99 euros.

¿La información que ofrece El Mundo en el resto de páginas? Un truño: menos periodistas, peor información. Pero menudas seis copas de gin tonic regalan…

Le cuento esto porque en estos días se habla mucho del ERE de El País, una monstruosidad pese a que Iñaki Gabilondo piense que “se corresponde con la dureza del momento”. Pero no deberíamos olvidarnos de los expedientes de regulación de empleo que han tenido, y están teniendo lugar, en otros medios, como El Mundo. Y es que la ludopatía bursátil, la mala gestión, el fracaso empresarial y el gin tonic de garrafón no son exclusiva de los directivos de PRISA.