Periodismo en declive
Ayer abrí El País por las páginas centrales y me encontré con una entrevista a Petr Petrov, peso ligero ruso de 29 años. “Aquí la forma de pelear es más agresiva, van más al palo. Yo soy más técnico, contragolpeo más y me llevo menos golpes”, asegura el llamado Zar del Ring a los lectores del diario de Prisa. Como viejo lector de El País me sorprendió enormemente el reportaje, a toda página, sobre este desconocido púgil de Stávropol afincado en Vallecas. “Es sabido que EL PAÍS optó en el momento de su fundación por no informar del boxeo profesional”, escribió hace años el Defensor del Lector de El País. “Esta decisión fue incorporada, como uno de los principios de su política editorial, al Libro de estilo (primera edición, noviembre de 1977) en los siguientes términos: "El periódico no publica informaciones sobre la competición boxística, salvo las que den cuenta de accidentes sufridos por los púgiles o reflejen el sórdido mundo de esta actividad”.
La entrevista a Petrov estaba incluida en Rusia HOY, un suplemento con diversas noticias sobre el país que dirige con mano firme Vladimir Putin. Informaciones en general propagandísticas, como la llegada de Zara al lejano oriente ruso o el resurgir de la fe ortodoxa en España, junto a otras tan sorprendentes como la entrevista a un boxeador. En esta última, un párrafo memorable: “Petrov no bebe: la alta competición no se lo permite. La mejor prueba: tomó vodka por primera vez en España”.
Y digo memorable porque ese mismo día, miércoles 28 de noviembre, en El Mundo, diario de la competencia, se podía leer la siguiente noticia: “Putin quiere un país más sobrio. Rusia subirá el precio mínimo de la botella de vodka porque el abuso de la bebida nacional es la causa de la muerte prematura del 75% de los hombres”.
Mientras El Mundo me informaba de que “un ruso bebe de media 15 litros de vodka al año”, el diario El País se saltaba el libro de estilo para entrevistar a un boxeador que había tenido que venir a España para probar no ya la sangría o el sol y sombra, sino la bebida nacional rusa. ¿El mundo al revés?
No. Son El Mundo y El País, dos formas de entender el periodismo en franco declive. ¿Consecuencias? Las ventas de El Mundo caen un 25% y las de El País un 16%, según datos del OJD de octubre. No son una excepción: La Razón baja un 19%, la Gaceta un 44%...
La crisis de la prensa está en la propia prensa, no en los lectores. La publicidad se ha desplomado, y el público cada vez paga menos por los periódicos, pero sin embargo la audiencia aumenta. El negocio está en constante evolución, y lo que hoy es fuente de ingresos mañana es un ruinoso pozo. Lo que no cambia es la base: para sobrevivir, el periodismo debe ser cada vez mejor. Y es cada vez peor.
Pues sí, va a ser que «Rusia hoy» es un gigantesco publirreportaje camuflado de periodismo. Mirando en la esquina superior derecha de la cabecera que reproduce el post, veo que dice «Un producto de ‘Russia Beyond the Headlines'». Me ha dado por buscar qué es esto, y vaya, fíjate en lo que dice la Wikipedia: «Russia Beyond the Headlines (RBTH) is a branch of Russian state-owned newspaper Rossiyskaya Gazeta which publishes a number of foreign-language newspaper supplements and maintains the RBTH news website. The supplements are included in international newspapers in an effort to cultivate a positive view of Russia’s political and economic environment abroad.» Es decir, publicidad pura y dura.
Me gustaría saber cuánto ha cobrado El País, antaño un diario de prestigio internacional, por publicar esto, y de paso por pasarse por el arco del triunfo su propio libro de estilo. Lógico que las ventas bajen, a la gente no suele gustarle pagar por publicidad. Una lástima.
Yo me quedo con la buena noticia: «las ventas de El Mundo caen un 25% y las de El País un 16%, según datos del OJD de octubre. No son una excepción: La Razón baja un 19%, la Gaceta un 44%».
Si a esto le sumamos como van otras empresas, por ejemplos algunas que yo me se de sanidad, la conclusión básica es la siguiente: Para el empresariado español (al menos una parte del mismo, especialmente el alto empresariado) las empresas, que a menudo han creado ellos mismos, solo son productos de usar y tirar para engordar cuentas propias.
Ora me vale, ora ya la tiro…. esos bichos que se mueven por la empresa, que hablan…. parece que hasta piensan o incluso hasta sienten…. trabajadores, creo se llaman…. bah, a la basura tamién… das una patada a una piedra y te salen a montones…. ¡Uy, he pisado otro! Desagradable, el ruido que hacen al morir….
Si es que los buenos escriben en «Interne» 🙂
Muchas gracias qq por haber investigado más allá. Efectivamente tiene toda la pinta de un publirreportaje, al que El País accede porque sólo busca dinero fácil para salvarse. La posible llegada de muchos rusos a España a 160.000 euros la residencia, también tendrá que ver, digo yo
en rusia tocan a 15 litros de vodka por persona y ¿aqui a cuantos hectolitros de vino per capita ?
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y…. los anuncios de prostitucion ?
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