El rey virtual

Desactivado Nacho Vidal, los amantes del marraneo audiovisual llevaban semanas  huérfanos, recorriendo caminos ignotos en busca de imágenes chuscas que despertasen sus mas bajos instintos. Una penosa travesía por el desierto. Pero cuando parecía que nada podía reemplazar los 25 centímetros del ídolo ibérico, se anunció en la web de la Casa Real, aleluya, lo que todos estaban esperando: "permanezcan atentos al canal de Youtube Casa Real TV". Horas y horas de diversión asegurada para al menos una buena parte de la población: las élites, esos lectores e ideólogos de medios como La Razón o ABC, que ya tenían desgastadas y pegajosas las fotos de Cospedal en Semana Santa. Guarretes...

Desde hoy la pieza estrella del Canal Youtube de la Casa Real es, no podía ser de otra manera, el último mensaje del Rey. Emitido en riguroso diferido, pero en live streaming de YouTube y en los cuatro idiomas cooficiales. Casi nada. Los medios auguraban un texto "de alto contenido político". "Uno de los discursos más relevantes de las ultimas cuatro décadas", advertía Zarzuela. ¿Podría superar al inolvidable mensaje Urdangarín del pasado año? Todas las previsiones se han quedado cortas...

No recuerdo un monólogo navideño tan excitante desde aquel que lanzó Pedro J a sus empleados tras el affaire del armario... Y es que su majestad estuvo anoche sembrado, reconozcámoslo. ¡Qué desparpajo! !Qué soltura y gracejo! Qué postura tan señorial, al tiempo que informal, sentado al borde de la mesa de su despacho, castigando tanto cadera como próstata. Y qué manera tan tronchante de enfocar los temas de candente actualidad, esos que no dejan dormir al ciudadano. Como por ejemplo el de la corrupción, que definió como "alta política". Su majestad no habló de comportamientos adecuados y ejemplares, como el pasado año, que la cosa no está para chuflas. Pero no evito ningún asunto complejo: el paro, el descrédito de la política, la emigración, la lealtad recíproca, el respeto a las leyes, la economía... "No todo es economía", se atrevió a decir, abofeteando a esos ricachones y banqueros con los que mañana estará de montería. Con dos cojones...

Desde los buenos tiempos de Quique San Francisco no he visto a nadie tan entrañable, a la par que divertido, delante de una cámara. ¡Qué digo delante de una cámara! delante de varias cámaras, que se movían como raposas buscando los mejores ángulos, los tiros más increíbles, aquellos detalles que quedarán registrados para siempre en nuestra memoria. Y es que ahora tenemos un rey renovado, moderno, virtual.

Cada año en más canales, en más idiomas, en diferentes posturas, con distintos enredos, en digital... Todo para que cada vez entendamos un poco menos la monarquía.