Made in Bangladesh

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Imagen del edificio que se derrumbó el jueves, día 25, en Savar, cerca de Daca (capital de Bangladesh) y del comienzo de las tareas de rescate de las víctimas que quedaron atrapadas bajo los escombros. / Abir Abdullah (Efe)

La magnífica relación de El Corte Inglés con los medios de comunicación es legendaria: no hay nada como la publicidad para que confluyan los intereses y se relajen las exigencias. Seguramente en la misma página en que lee usted este texto puede disfrutar de un anuncio de la Colección Spring de Emidio Tucci, con unos trajes preciosísimos presentados por el futbolista Xavi Alonso. Estamos en el mismo barco…

Los almacenes más grandes entre los grandes almacenes se anuncian en cuartopoder.es. Y lo hacen justo cuando un edificio de tres plantas, reconvertido en fábrica textil de cinco, se ha derrumbado en Bangladesh, dejando centenares de muertos y desaparecidos. El Corte Inglés ha reconocido su relación comercial con una de las empresas que operaban en ese edificio, y habla de “la necesidad de tomar medidas urgentes de supervisión de los edificios industriales”. Tampoco estaría de más una revisión de las condiciones laborales: los empleados textiles de Bangladesh (el 90% de los cuales son mujeres) están entre los peor pagados del mundo, puesto que cobran unos 32 euros al mes y trabajan hasta 15 horas al día.

Con 32 euros al mes tienes que ser muy austero, y ahorrar mucho, para poder comprarte un traje de la colección Spring de Emidio Tucci. Pero la verdad es que con el calor húmedo de Bangladesh, ¿quién necesita un traje? En Bangladesh lo que quieren es comer todos los días. Los trajes, americanas y prendas de punto y abrigo son para nosotros, que trabajamos en edificios inteligentes con aire acondicionado y luego salimos a la calle y nos quedamos fríos.

Los edificios en Bangladesh son tan poco inteligentes, tan estúpidos, que se agrietan ante los ojos atónitos de los trabajadores. Cuenta un superviviente que el día del derrumbe los obreros, ante el mal estado de las paredes, se negaron a entrar, y los jefes tuvieron que obligarles blandiendo estacas. Como en el África de Livingstone.

Las grandes marcas europeas que trabajan con empresas del Tercer Mundo saben perfectamente lo que hacen: contratar mano de obra muy barata. Es decir, pagar a los proveedores asiáticos el coste más bajo posible por unidad para obtener los mayores beneficios posibles en Europa. Son empresas, no ONGs, dicen. Mango, Children’s Place, Wal-Mart, Benetton, Primark...

Los clientes occidentales de grandes marcas europeas y norteamericanas deberíamos saber a qué atenernos. Cuando compramos una camiseta por diez euros tenemos que ser conscientes de que es poco probable que el trabajador que la ha confeccionado esté sindicado, tenga una jornada laboral de ocho horas, cobre catorce pagas y disfrute de un mes de vacaciones.

El consumo es una elección personal. Solo teniendo prudencia a la hora de consumir, haciéndolo con criterio y sentido común, primando los productos cercanos sobre los simplemente baratos, no seremos cómplices de estos abusos, consecuencia de la globalización económica más burda. Además de, por supuesto, exigir a las multinacionales europeas y norteamericanas garantías laborales, condiciones de trabajo más justas y sistemas de inspección de sus fabricas en el extranjero. No pueden seguir produciendo, no podemos seguir consumiendo, ignorando el sufrimiento y la explotación de trabajadores inocentes. Estamos en el mismo barco, ¿recuerda?

10 Comments
  1. Albéniz says

    El País, páginas 2-3 suplemento Empresas: «La gran empresa de la marca España». Pie de foto: «En 1992 la firma textil Mango comenzó a exportar. Hoy estña en 107 países y da réplica fuera a empresas como H&M»

  2. carlosg says

    ¡Locos! Os vais a quedar sin publicidad… y, total, por 371 muertos y cientos de desaparecidos…

  3. inteligibilidad says

    ¡¡Grande!! Grande Pérez de Albéniz por escribirlo y grande cuartopoder.es por publicarlo! Esta organización se dedica hace tiempo a apoyar la lucha de los trabajadores del sector textil principalmente en Asia. Entre las diferentes campañas, acaban de reforzar con esta su lucha por los derechos de los trabajadores de Bangladés con esta petición: http://www.cleanclothes.org/news/press-releases/2013/04/29/201cstop-the-killing-act-now201d-clean-clothes-campaign-urges-brands-to-sign-safety-agreement

  4. Pepa says

    El problema es que si compras una camiseta por 80 euros y no 10 tambien es poco probable que el trabajador que la ha confeccionado esté sindicado, tenga una jornada laboral de ocho horas, cobre catorce pagas y disfrute de un mes de vacaciones. Mira lo que pasa en italia con las subastas, a la baja, de confeccion para firmas de lujo.

  5. Mecacholo says

    Me quito el sombrero, Jefe. Post de 10.

  6. irene says

    Así se hace. Esto es llamar a las cosas por su nombre. Y tienes razón Pepa: yo estoy como una loca mirando todas las etiquetas y es difícil que no ponga ya Made in India, aunque cueste 60 €. Pero, de momento la fabrica que se ha hundido es ésta.

  7. Albert says

    Donde dice Albéniz «como en el África de Livingstone» diría yo: Como en Europa presindical, o en España post reforma laboral pepera. Hoy las pymes españolas ya no tienen porqué ajustarse a ningún convenio provincial ni sectorial, pueden negociar individualmente sus condiciones de trabajo. Eso equivale a que los 8 o 14 empleados negocien con la estaca del Patrón o Amo.
    Se ve, que hay que competir con países exitosos con menor desempleo tales como Bangladesh, con un 5% aunque el 40% de los empleos sean minijobs para contratas de este pelaje. Mejor 35 euro al mes que estar en el paro. O no.

  8. Rojo says

    Mi dolor con las familias de los obreros/as asesinados en ese país empobrecido, ya sabemos por quiénes. Y mi deseo en este Primero de Mayo de que se organicen y luchen de una puta vez contra los criminales chupasangre que les someten a una explotación que es peor que la esclavitud.

  9. Diferent says

    A cuento de esto, zásca! El emprendedor Ander Aldekoa lo hará diferente: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=384917708290029&l=ff75c612aa

  10. dolfus58 says

    Se ha globalizado la ganancia y el máximo beneficio, pero no los derechos laborales, ni por supuesto los derechos humanos. Ya vemos aquí en España la opinión de algún empresario aludiendo a «que hay que trabajar como los chinos…» la famosa «competitividad» se reduce a bajar salarios, aumentar horas de trabajo y por supuesto «AUMENTAR BENEFICIOS». El primer paso a esta esclavitud, ya se ha dado con la reforma laboral, y si no nos unimos contra tanto escándalo, llegaremos a pagar por trabajar; al capitalismo le importa muy poco que se quede gente en el camino; los primeros días todo son promesas, pero ya van muchos muertos (que sepamos) para no tomar conciencia y de una vez hacer un frente común contra tanto neoliberalismo salvaje. Los sindicatos tienen una gran tarea por delante, mantener una coordinación internacional, denunciando estas explotaciones, allí donde se produzcan

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