La 'gigaencuesta' de la ANC y la manipulación de la opinión pública

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Fernando Álvarez-Uría *

Álvarez-UríaLas encuestas de opinión surgieron y se perfeccionaron en los Estados Unidos, en donde se generalizaron a partir de la Segunda Guerra Mundial. La hegemonía mundial norteamericana tras la guerra propició que la aplicación de encuestas se extendiese por el resto del mundo. El perfeccionamiento de las técnicas cuantitativas terminó por ejercer un peso enorme, probablemente excesivo, en los actuales estudios de sociología.

En torno a las encuestas de opinión, en torno a los sondeos y los estudios de mercado, se han ido creando, en la mayor parte de los países desarrollados del mundo, los Institutos de la Opinión Pública, organismos que actúan en numerosas ocasiones vinculados a los intereses de los gobiernos de turno, como ocurre en nuestro país con el Centro de Investigaciones Sociológicas.

Los resultados de los sondeos de opinión han adquirido una difusión enorme en los medios de comunicación, y, a través del eco que les brinda la prensa, la televisión, y las redes sociales en internet, constituyen un eficaz modo de modulación de la opinión pública. Así pues los resultados de las encuestas son en parte la expresión de lo que piensa la gente sobre los asuntos más diversos, y en especial, en el caso de las demoscopias y los barómetros políticos, de las inmediatas expectativas de voto de los partidos, pero proporcionan también datos, saberes, conocimientos instrumentalizables por los poderes fácticos, en función de la voluntad de éstos de incidir en la formación de la opinión pública. De ahí la guerra de cifras, los choques entre los sondeos, el continuo baile de los porcentajes, en fin, los maquillajes de los datos estadísticos.

Con frecuencia los aficionados a los sondeos asocian los índices de fiabilidad de los resultados de las encuestas con el mayor o menor tamaño de la muestra elegida. Se trata de un error, como bien se puso de manifiesto, por ejemplo, durante la reelección del presidente Franklin Delano Roosevelt en 1936. En esa época el influyente semanario The Literary Digest, que en 1927 había alcanzado ya la cifra de un millón de lectores, tras examinar la intención de voto de casi dos millones y medio de encuestados, concluyó que Franklin Roosevelt no saldría reelegido. Por su parte los encuestadores Archibald Crossley, Elmo Roper y George Gallup, este último pionero en la medición de las audiencias de la radio y la televisión, a partir de una muestra que no llegaba a los cinco mil encuestados, concluyeron todo lo contrario, y los resultados reales de las elecciones confirmaron la adecuación a la realidad de sus estimaciones. Como señalaron J. Stoezel y A. Girard, de quienes hemos retomado la anécdota, The Literary Digest había realizado una muestra sesgada a partir de listas de personas que tenían teléfono fijo y automóvil, pero el número de respuestas no aportaba ninguna garantía pues la muestra no era representativa de toda la población, sino tan sólo de los electores ricos.

La Asamblea Nacional Catalana, que cuenta con más de 51.000 socios, y Òmnium Cultural, que cuenta con casi 43.000, han lanzado recientemente en Cataluña una macro-encuesta formada por seis preguntas de la que se han hecho eco los medios de comunicación, y para la que los organizadores han pedido que se presenten encuestadores voluntarios. Según parece, a la llamada han acudido más de veintisiete mil simpatizantes con la causa independentista. El objetivo explícito es saber qué es lo que verdaderamente piensan los catalanes sobre cómo debería ser o no un futuro estado catalán, con el fin de mejor articular el porvenir del país en función de la voluntad popular, pero el objetivo implícito es en realidad movilizar a la población para que participe en la controvertida consulta de hoy, 9N.

La encuesta, llamada pomposamente gigaencuesta, va dirigida a toda la población catalana, por lo que los encuestadores pasarán por todas las casas de Cataluña, lo que resulta sin duda anómalo, pues se elimina la selección de una muestra representativa que ahorra tiempo y esfuerzo. Este despilfarro de recursos materiales y humanos constituye a primera vista un contrasentido. Confieso que en un primer momento únicamente tuve acceso a la formulación de las seis preguntas del cuestionario que aparecieron en la prensa, pero, por deformación profesional, y a pesar de no estar especializado en las técnicas cuantitativas, bajé de la página web de la Asamblea Nacional Catalana el cuestionario al completo formulado en catalán y en castellano. He de confesar que cuando leí el cuestionario mi primera sensación fue de incredulidad, pues se trata de una encuesta que contraviene los criterios de objetividad científica, una encuesta en la que no se respetan las mínimas normas de neutralidad valorativa.

A la hora de elaborar un cuestionario la primera norma es respetar las opiniones de los encuestados. El supuesto básico es que cada encuestado tiene derecho a una opinión propia, personal, y también tiene derecho a expresar, o no, su opinión, así como a estar seguro de que está garantizado el anonimato. Todo esto se vulnera de forma flagrante en la gigaencuesta catalana que comienza por expresar en el preámbulo la siguiente declaración de intenciones: Desde la campaña unitaria por la consulta del 9 de Noviembre estamos visitando todas las casas de Cataluña para preguntar cómo debe ser el país nuevo que queremos construir entre todos. El marco de referencia impuesto al informante no puede ser más explícito: ha llegado la hora del si o si, es decir, la hora de hacer un país nuevo, de forma que quien no quiera un país nuevo, o quien quiera tan sólo reformar el viejo, necesariamente tiene que sentirse excluido de la campaña en la que cobra sentido la encuesta. La negativa a responder por una parte importante de la población está asegurada, pues el marco de indagación es en realidad un lecho de Procusto.

Supongamos que los improvisados encuestadores, -que en los sondeos serios son siempre profesionales, no voluntarios-, limen asperezas y repartan sonrisas para que los encuestados más reticentes acepten responder al cuestionario de las seis preguntas que siguen al preámbulo con la declaración de intenciones. La primera pregunta, relacionada con el dinero de las arcas públicas, coloca al informante de nuevo en un escenario ya conocido, un escenario semejante al creado en Italia por los promotores de la Liga del Norte: Si Cataluña fuera un estado tendría entre 8.000 y 16.000 millones de euros más. ¿Como piensa que se deberían gastar?: a) Mejorar las infraestructuras (carreteras, transporte público, aeropuertos...). b) Mejorar los servicios del Estado del Bienestar (educación, sanidad, pensiones...).
 c) Bajar los impuestos. Al encuestado no se le deja plantear objeciones a un supuesto más que discutible, ni tampoco puede no contestar, pues el cuestionario cerrado no incluye, en ninguna de las seis preguntas, el no sabe / no contesta. Tampoco se incluyen preguntas abiertas, lo que supone renunciar a una importante fuente de información. Una vez más, para responder el informante debe aceptar el presupuesto implícito que le impone el equipo técnico que elaboró la encuesta: ¡España nos roba! Con esta primera pregunta más que a una encuesta se diría que estamos asistiendo al comienzo de una partida de ajedrez que efectivamente culmina con el broche de oro del último ítem que trata sobre si el informante irá a votar el 9 de Noviembre. Entre ambas cuestiones, la primera y la última, hay otras preguntas sobre los servicios públicos, sobre Europa, la lengua, e incluso preguntas como la siguiente, que figura en tercera posición: Construir un nuevo país nos permitiría partir de cero 
y renovar la democracia. ¿Qué le parece más prioritario? a) Regular los sueldos de los políticos y la acumulación de cargos. b) Evitar la corrupción con mucho más control.
 c) Exigir transparencia para saber cómo se gasta nuestro dinero. No se entiende por qué, para reivindicar a la vez las tres opciones prioritarias, hay que esperar a hacer tabla rasa del pasado. La historia nos enseña que los resultados de partir de cero no son demasiado halagüeños, como ha puesto bien de manifiesto la revolución cultural china.

¿Cual es, de verdad, la auténtica información que pretenden obtener los organizadores de la macro-encuesta? ¿Puede alguien con dos dedos de frente pensar que, con los datos obtenidos de esta encuesta cerrada, sesgada, en la que no se recogen indicadores de sexo, edad, ni posición social, se contará con información suficiente para saber cómo debe ser el país que queremos construir entre todos? Todo parece indicar que en este caso, una vez más, la encuesta sirve más como un instrumento de propaganda, y de agitación mediática, que como un medio objetivo de obtención de información. No se entiende como dos organizaciones que cuentan con miles de asociados, como son la Asociación Nacional Catalana y Ómnium Cultural, han optado por llevar adelante un simulacro de encuesta con el apoyo de miles de voluntarios. Los socios de estas dos organizaciones no se lo merecen, y más si se tiene en cuenta que trabajan en Cataluña numerosos sociólogos que cuentan con una gran cualificación profesional y una probada experiencia en la elaboración de cuestionarios. ¿Por qué no acudieron a profesionales que saben hacer las cosas bien? Pierre Bourdieu, en Cuestiones de sociología, señaló que las problemáticas de las encuestas de opinión están en demasiadas ocasiones “subordinadas a intereses políticos. Lo que me parece importante –escribe Bourdieu– es que la encuesta de opinión trata a la opinión pública como una simple suma de opiniones individuales, recogidas en una situación que, en el fondo, es la de la cabina electoral, donde el individuo va furtivamente a expresar en aislamiento una expresión aislada. La cita del gran sociólogo crítico francés resulta clarificadora: la macro-encuesta catalana parece tener como principal objetivo encubierto servir de ensayo general para orientar el voto en la consulta del 9 N, y, en todo caso, para que el voto se decante por los partidos independentistas en las próximas elecciones que se convoquen al gobierno de la Generalitat.

(*) Fernando Álvarez-Uría es catedrático de Sociología en la Universidad Complutense y coautor con Julia Varela de Sociología, capitalismo y democracia.
6 Comments
  1. Y más says

    «Este despilfarro de recursos materiales y humanos constituye a primera vista un contrasentido», no en la Cataluña de Mas, donde no se repara en gastos en materia de banderolas, pegatinas, urnas de cartón piedra y propaganda independentista.
    «mi primera sensación fue de incredulidad, pues se trata de una encuesta que contraviene los criterios de objetividad científica, una encuesta en la que no se respetan las mínimas normas de neutralidad valorativa». Si viviera usted en Cataluña vería cómo le desaparecería esa impresión de incredulidad, sustituida por la de asqueo.

  2. celine says

    Magnífico y esclarecedor articulo. la ignorancia creciente en España, en general, y en Cataluña, en particular, da alas a los salvapatrias, me temo. Terreno resbaladizo donde los haya.

  3. Jonatan says

    Lo del 9N ha sido una versión urbanitas de las divertidas «cursas de rucs» (carreras de borriquitos) de los pueblos, con turistas y niños interviniendo y todo.

  4. ramón moreno palau says

    JONATAN-Lo del 9 N ha sido una consulta informal y no vinculante,al no disponerse de censo ni apoyo oficial de las autoridades del estado,las cosas se han hecho como han podido y aunque es una consulta que ha contado con la repulsa y el boicot de los unionistas españoles-apenas han ido a votar los partidarios del no,que tan solo habrán obtenido unos 100000 votos-el presidente de la comisión de observadores internacionales-escoces UNIONISTA-ha declarado que no se han observado irregularidades dignas de destacar,que las autoridades judiciales no hayan puesto en marcha su maquinaria y el estado mirase para otro lado,hay que preguntarselo a ellos,mi opinión es que el estado español es cobarde-creo que le tiene miedo hasta a ANDORRA-y ha preferido ponerse de perfil temiendo que su actuación favoreciese al sector mas nacionalista e izquierdista-ESQUERRA,CUP-ya que aun piensa que MAS pertenece al sector moderado-al fin y al cabo la politica de MAS se puede calificar de neoliberal,los recortes sociales empezaron aqui antes que en el resto del estado y una CATALUÑA independiente comandada por CIU seria para mi algo indeseable,porque se pareceria a la ESPAÑA del PP como un huevo a otro-le agradeceria-ya se que siendo usted «tan español» es mucho pedir-que no se riese de los dosmillones trescientos mil votantes-entre ellos un servidor-el PP y su jauria mediatica alardean de que solo votó un 32 por ciento del electorado,pero se callan que el número de colegios electorales era mucho mas reducido,ahora el ministro de justicia amenaza con graves sanciones a miembros del gobierno de MAS e incluso a los directores de colegios e institutos que prestaron estas instalaciones para que se pudiese celebrar el reférendum,creo que la educación esta transferida a la generalitat-vamos,lo sabemos todos-por lo tanto no sé hasta que punto el estado puede sancionar a los directores de estos centros educativos,por otra parte es un contrasentido calificar la consulta de ayer de «carnoval»,»charlotada»»payasada» y demas lindezas por el estilo y que varios partidos-UPD,CIUTADANS y PLATAFORMA POR CATALUÑA-hayan in terpuesto denuncias judiciales,si se piensa que la consulta es todo asi ¿a que molestarse en poner en marchala maquinaria judicial?en lo que si le puedo dar la razón es en dejar votar a extranjeros extracomunitarios ,de momento el gobierno del registrador de la propiedad puede estar contento,el sr DAVID CAMERON primer ministro de GRAN BRETAÑA

  5. ramón moreno palau says

    hA manifestado su apoyo explicito a la unidad del estado español y ha rechazado la consulta,al no tener esta todas las garantias democraticas que se precisan,estamos a 10 de noviembre y el registrador de la propiedad y su siniestro gobierno de la gaviota siguen con su NO,NO Y NO dispuestos a no negociar NADA ,con lo cual MAS se verá forzado a convocar unas elecciones plebiscitarias a cara de perro,que si son ganadas por el frente nacionalista-CIU,CUP,ESQUERRA-darán lugar a una declaración unilateral de independencia-DUI-que puede poner en graves aprietos al gobierno español ante la comunidad internacional ¿que hará entonces el registrador de la propiedad?¿se fumará un puro?¿enviará a la brunete,la legión y la guardia civil?desde hace años,no se ha querido reconocer que CATALUÑA esta infrafinanciada,echandole la culpa a los sucesivos gobiernos de la generalitat por gastar dinero en cuestiones identitarias y en apoyar la difusión y mantenimiento de la maltrecha y modesta lengua catalana-¿acaso el COLOSO LINGUISTICO ESPAÑOL-dicho sin ninguna ironia-tiene miedo de una modestisima lengua milenaria hablada en un territorio de 32ooo km2 poblada por 75ooooo habitantes-no todos catalanoparlantes,pero si una mayoria-¿de verdad se creen fuera de CATALUÑA que los hispanoparlantes estan marginados,boicoteados y ninguneados en CATALUÑA?¿DE VERDAD creen que hay niños en cataluña que no saben hablar español?-¿es tan dificil convocar un reférendum con todas las garantias democraticas y con el pleno respaldo estatal para saber de verdad que piensan los catalanes?un reférendum que se puede ganar o se puede perder,pero al fin se saldria de dudas,mientras tanto,la actitud del estado no hace mas que reforzar a un politico mediocre y neoliberal como MAS al que se daba por muerto y enterrado y parece que cual AVE FENIX resurge de sus cenizas

  6. Enrique Gonzalez Duro says

    ¿Quien manipula a más de dos millones de catalanes? El nacionalismo español, el que más hemos padecido, no parece preocupar a los solo han bebido en fuentes de otros paises, pero parecen desconocer la Historia de España, incluso la reciente…

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