Francisco Serra
Un profesor de Derecho Constitucional, acompañado de su hija, fue a visitar a su madre y en el portal se encontró con una vecina, ya muy mayor, que le conocía desde la infancia. “¡Qué mayor está la niña! Y tú, ¿qué tal? ¿Sigues dando clase en la Facultad de Derecho?”. “¡No, no!”, respondió el profesor, “¡ya hace casi veinte años que estoy en Políticas, en Somosaguas!” “¡Ah, qué bie..!, replicó la anciana de manera mecánica, hasta que se interrumpió y se quedó pensando: “¿No están ahí los de Podemos?” El profesor se sintió de repente rodeado de un poderoso olor a azufre y como si, a ojos de su interlocutora, le crecieran unos cuernecillos, unas rojas pezuñas pugnaran por salir de sus zapatos y un peludo rabo al final de su espalda empezara a agitarse, juguetón, de un lado a otro.
Al profesor, que ese mismo día había comido en la Universidad con uno de los miembros de la cúpula del nuevo partido y otros compañeros, la desmesurada reacción de esa buena mujer le pareció una muestra de los temores que se han apoderado de un amplio sector de la sociedad española, receloso del auge de esa formación política. El inesperado declive del bipartidismo ha provocado primero expectación y luego alarma entre los que consideraban bien asentado el régimen surgido de la transición.
Para muchos otros, por el contrario, la aparición de un grupo vinculado con las ideas del 15-M (y que ha planteado exigencias radicales de cambio en todos los órdenes de la vida pública) ha despertado anhelos de “regeneración nacional”, de que se emprenda, por fin, una profundización de la democracia, prometida pero nunca llevada a cabo por los partidos tradicionales.
A la mañana siguiente, el profesor acudió a la celebración del cumpleaños de una amiga de su hija en un huerto comunitario y, charlando con los otros padres, advirtió la enorme ilusión con la que muchos de ellos esperaban el anuncio de las medidas concretas a adoptar, sobre todo en el plano económico, por el equipo de Pablo Iglesias en el caso de llegar al poder. Aunque casi todos eran muy escépticos respecto a la posibilidad de que su programa fuera aplicable por completo, también eran conscientes de que, ya desde hace mucho tiempo, ningún partido cumple lo que pregona, aduciendo razones de una u otra índole para justificar el quebrantamiento de sus promesas electorales.
Muchos de ellos eran investigadores o pertenecían a empresas privadas en las que cada vez era más frecuente el teletrabajo y no llegaban a comprender del todo los reproches dirigidos por los medios de comunicación dominantes a uno de los dirigentes de Podemos (realizaba desde Madrid un encargo para la Universidad de Málaga, financiado por la Unión Europea y la Junta de Andalucía), porque en el mundo actual, con un ordenador y conectándose a la Red, se puede trabajar desde cualquier parte.
A diferencia de lo que afirman los empresarios y los representantes de la élite cultural, a esos padres de familia el “problema catalán” no les preocupaba lo más mínimo y, en el fondo, pensaban que acabaría teniendo lugar alguna forma de votación en la que se estableciera el futuro de esa comunidad. Aunque la mayoría prefería que no se produjera una secesión, creían que no se podía impedir que los ciudadanos de ese territorio adoptaran la decisión que consideraran más conveniente, incluso aunque fuera perjudicial para ellos y para el resto de los españoles.
Era absurdo, afirmó uno de ellos, pensar que una consulta en la que participan dos millones de personas, aun sabiendo que no va a ser determinante, ha fracasado. Lo que se ha celebrado no es un referéndum, pero es una especie de gigantesca manifestación desplegada por toda la región. Todos estaban de acuerdo en que una posible condena del President no haría más que fomentar (como ya estaba sucediendo al presentarse la querella) la unidad entre los partidarios de la independencia.
Lo que a ellos les preocupaba de verdad es que no se había producido ninguna recuperación económica apreciable (porque vivían peor que tres años antes, con muchos menos servicios y con una sensación de precariedad agobiante) y tenían la impresión de que, con seguridad, sus hijos dentro de unos años, si querían conseguir un buen trabajo, deberían irse al extranjero.
En el camino de vuelta a casa, mientras su hija llevaba con cuidado la maceta, pintada de alegres colores, en la que había plantado un esqueje, el profesor se lamentaba en sus pensamientos de que las élites vivieran tan alejadas de las preocupaciones de los ciudadanos y fueran incapaces de interpretar, antes de producirse, los signos de los nuevos tiempos.
La sociedad española, concluyó el profesor, está llamada a dividirse, sin remedio, entre los que contemplan con ilusión un cambio radical en las condiciones actuales y los que asisten, temerosos, a ese proceso. El surgimiento y rápida expansión de Podemos no ha hecho más que poner de relieve esa escisión, que no es nueva en nuestra Historia.
Es muy probable que ese empeño de regeneración fracase (y así ha sucedido casi siempre en este país) y sea preciso que otros líderes, aún desconocidos, u otros grupos (surgidos de la convergencia de los actuales) se pongan al frente de ella, pero esa movilización no se olvidará.
Mientras tanto, las élites dominantes no han sido capaces siquiera de emprender una reforma de la Constitución (no ya respecto a la organización territorial, sino a las instituciones básicas del Estado, que no responden a la finalidad con la que fueron establecidas) y ahora contemplan, amedrentadas, lo que ya podemos adivinar: el verdadero fin de la transición.
El Bunker franquista utilizaba los mismos argumentos y comentarios despetctivos contra la llegada de la «democracia» y la posible victoria de socialistas y comunistas en la elecciones, que utilizan ahora sus herederos ideológicos y repuestos del régimen, sus cachorros de AP-PP (los hijos de los siete magnificos)y los que infiltraron en el PSOE para que todo siguiera atado y bien atado (Los cebrianes, rubalcabas,felipes). Por fin sin ruido de sables se vislumbra una verdadera ruptura con el ombligo de franco y su sucesor juan carlos, pero no nos lo van a poner fácil. Tienen todas las cloacas del estado y el fondo de reptiles para pariodistas deseando actuar. Llevan desde la tregua unilateral de ETA mano sobre manos y desean a toda costa colgarse medallas y evitar la llegada de una democracia no tutelada por el aparato franquista aun en el poder.
Tras escuchar al vendepatrias de Rajoy hablar de tomar medidas contra la corrupción, es lógico que la ciudadanía busque un salvapatrias con escoba, mejor cuanto más grande. http://wp.me/p2v1L3-BI
Estoy tan asqueado dela mierda en que se ha convertido este pais que la llegada de PODEMOS al panorama politico fue para mi como un soplo de aire fresco entre tantisima putrefacción,la furibunda e histerica reacción de l PP y sus pitbulls mediaticos me hizo ver que el nuevo partido iba en buena dirección,el sobredimensionamiento del caso Monedero y el caso Errejon me dejó claro que estaban dispuestos a utilizar cualquier resquicio para combatir a un nuevo partido que prometia regeneración y redistribución justa de la riqueza,algo que al PP y al PSOE les aterroriza,porque este ultimo pese a su retorica barata pseudoizquierdista es casta pura y dura,por eso diarios tan de extrema derecha y tan baboseantes con el PP como el infecto LA RAZON echan las campanas al vuelo con supuesta encuesta que demuestra el estancamiento de PODEMOS y la subida espectacular de CIUDADANOS,ese lifting vestido de ARMANI y perfumado del casposo ydesagradable PARTIDO POPULAR,si esa encuesta es verididca o es pura propaganda pepera,se verá dentro de mes y medio en las inmediatas elecciones municipales y autonomicas,mientras tanto todo el aparato mediatico del regimen-practicamente toda la prensa estatal,salvo EL PERIODICO y todas las emisoras radiofonicas salvo la SER y el grupo ATRESMEDIA en tromba-con la excepción de la SEXTA,pequeño resquicio progresista-se lanzaran a la yugular de la formación de Pablo iglesias