Analistas políticos, vaya pufo

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Iñigo Errejón y Pablo Iglesias, en una imagen de archivo. ( Efe)

“Afloran las discrepancias públicas en Podemos”, asegura una analista política en la Cadena SER. Ese mismo día, El País dedica su editorial a ese partido y a “la confusión generada por Iglesias en torno a una estrategia de radicalización ideológica y movilización callejera cuyo efecto está siendo diluir la fuerza y capacidad negociadora del partido en el Parlamento y en las instituciones”. Como antes lo hizo por Susana Díaz, ahora apuesta por un Errejón que “defiende una visión moderna, abierta y con futuro”.

Opiniones semejantes se pueden leer en todos los periódicos, escuchar en todas las radios y televisiones. Crisis en Podemos. Enfrentamientos internos en Podemos. Batalla por el control de Podemos. Podemos se desangra. "¡Es el fin de los podemitas!”, aúlla Eduardo Inda mientras prepara los carteles con los fotomontajes de Auschwitz y de Manuela Carmena que exhibirá el próximo sábado en La Sexta Noche. Pero en el exterior, el mundo sigue girando: “Quiero un Podemos en el que tú puedas trabajar a mi lado”, escribió el secretario general. “Sabes que voy a seguir haciendo camino junto a ti”, respondió el secretario político.

El diálogo no forma parte de la letra de una canción de Pimpinela. Es la demostración inequívoca de la crisis de un partido, del enfrentamiento de sus dos líderes. “Amigos, compañeros y camaradas”, repiten ellos una y otra vez. Es la prueba irrefutable de la sangría que amenaza destruir el partido antisistema, esas cartas que se han cruzado Iglesias y Errejón ante la mirada atónita de unos politólogos que ya no saben qué términos inventar, qué lenguaje corporal analizar, los datos de qué barómetro manipular.

¿Estamos hablando en serio? Con todo lo que hemos visto en los últimos tiempos en la política de este país, desde la financiación del partido que gobierna al golpe de estado del partido que un día se creyó socialista y dueño de la oposición, debería sorprendernos que los informativos abran con la crisis de Podemos… ¡Por favor! ¿Qué fue de nuestra exigencia informativa, de nuestro espíritu crítico, de nuestra ilimitada capacidad de sorpresa? Recuerdo los días en que me levantaba cada mañana y ponía la radio con una gran sonrisa para ver a qué miembro de PP o PSOE había sido detenido, en qué sede provincial había entrado la policía, qué cuenta en Suiza anunciaba las miserias de un diputado.

Me convertí en un ciudadano muy exigente: esa inolvidable visita de la Guardia Civil a Génova me marcó aún más que las confesiones previas a la Primera Comunión. Tanto, que ahora me cuesta un mundo conformarme con esas aperturas blandengues, huecas, en las que Iglesias y Errejón se acarician los lomos en un diálogo cursi que los analistas políticos traducen como puñaladas traperas.

No sé si tenemos los políticos que nos merecemos. Con respecto a los analistas políticos lo tengo clarísimo.

3 Comments
  1. Mecacholo says

    Analistas y políticos; país, trabajos, salarios… los que merecemos.

  2. juanjo says

    la verdad es que sí.
    Simplones, reiterativos, adaptados, cooptados, afiliados, lameculos y domados, tanto los unos como los otros son pesadotes, escasos de reflejos y hasta algunos responde a encinas,
    …..
    y es que, aunque de todos los árboles pueden salir zoquetes,
    las encinas, además, suelen dar bellotas.
    ……….

  3. Norma Susana Echarte Rodriguez says

    La verdad que es lamentable el papel que estan haciendo en los medios de comunicacion Pablo e Iñigo, no era que habia que elevar la politica, a cada cual lo que le toca.

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