PRENSA / El portal de la transparencia, adaptación de una iniciativa europea, no funciona, aunque parezca increíble, en España
Transparencia
Las noticias se complementan. Es decir, se necesitan, están relacionadas, se buscan unas a otras para darse calor, se engrandecen con el contacto. Es imprescindible una visión global de la información, resumiendo, para entender toda su miseria. ¿No sabe de qué le estoy hablando? Pues lea conmigo estas cuatro noticias del día. De una sentada, sin respirar... “El abogado de Puigdemont: ¿Quién me paga? Secreto profesional”, “El valedor de Puigdemont en Bélgica ampara a defensores del genocidio judío” (portada ABC), “¿El dinero entregado a Podemos? Hay hechos delictivos de los que informaremos en su momento”. Y la guinda, la pieza que cierra el círculo y da sentido al resto de noticias: “El portal de la transparencia no despega tres años después de su puesta en marcha”.
No se puede exigir transparencia, ni siquiera a un Gobierno corrupto, cuando los medios de comunicación son cada día más opacos. Es decir, más tendenciosos y menos independientes. Peores. El portal de la transparencia, adaptación de una iniciativa europea para que se ponga a disposición de sus ciudadanos información sobre qué se hace con sus impuestos, los sueldos de altos cargos, catálogo de bienes inmuebles, contratos, subvenciones o convenios, no funciona, aunque parezca increíble, en España. Y no lo hace porque, dicen, hay límite para pedir datos, dificultadores para entrar en el portal, escasa publicidad para conocer su existencia… Lo normal en este país cada día más gris, menos transparente, empeñado en tapar sus miserias con más miserias.
No funciona el portal de la transparencia como no funcionan el Plan de Regeneración Democrática del PP o la Ley de la Memoria Histórica. Porque no interesa que funcionen. Y es que cuando la zorra cuida de las gallinas, las gallinas nunca podrán sentirse seguras. No habrá transparencia en este país mientras gobierne un partido corrupto, evidentemente. Y mientras no sepamos cómo es posible que sigan publicándose periódicos que llevan décadas perdiendo dinero. Que webs que no ve nadie tengan millones de seguidores. Que se compren visitas, que la publicidad estatal sea un misterio, que la publicidad del Santander ocupe un día las portadas de todos los diarios.
Javier, los misterios sumados a la obscuridad, opacidad, junto con laberinticas cloacas infestadas de un hedor insoportable… Hace que no estemos en una democrácia asentada en los pilares de una Justicia , que mismamente fué colocada a dedo. Se resisten ciertos partidos al cambio necesario, para homologar siquiera algun subtrato social, en armonia con una democrácia efectiva. Cada vez parecemos más una colonia trasplantada, del: Norte de africa. La dictablanda restaurada para que nada cambie, cumple ( por el momento ) sus espectativas… y, ¿ las nuestras ?. Perdidas, por un rincón en la página de esquelas funebres; junto esa misma democrácia que nos venden cada vez que hay elecciones. La robotica Javier en manos misteriosas, hacen milagros; se enchufa, y te infestan la red de proclamas acderentes al santo regimen: » Botín «. Sentando jurisprudencia; para salvar esos amigos afortunados, que les toca la loteria sin jugar limpio. Javier, usa las palabras con la misma fuerza de la verdad; tus razonamientos los compartimos bastantes más que lo pronosticado en encuestas por los mismos que hacen milagros por: Encargo !.