O son molinos o son gigantes o no sabemos qué son

Tras cerca de seis meses desde que comenzó la pandemia de covid-19, todavía no somos capaces ni de intuir la magnitud de la tragedia. Un carrusel de imágenes de países de distintos continentes nos hacen testigos de que el coronavirus ha llegado a toda la geografía del planeta. Los titulares nos permiten intuir en qué países ha golpeado con más fuerza y cuáles con menos. Y tras esto, un reguero de cifras que se nos convierten en ininteligibles...

Un crisol de números. Por continentes, por países, por comunidades autónomas, regiones, provincias, ciudades, pueblos, barrios... Contagiados, recuperados, fallecidos, ingresos hospitalarios, internamientos en UCI, reanimación... Fallecidos por covid-19, fallecidos con síntomas asimilables al covid-19, fallecidos en circunstancias extrañas... Número de PCR realizadas, test de seroprevalencia, positivos, negativos...

Una frase manida: la pandemia ha llegado para cambiarlo todo. En el momento en el que más creemos conocer el mundo, esta nueva situación ha desestabilizado aquellos pilares en los que nos fiábamos para mantenernos seguros. En el momento en el que más información exigimos, y reclamamos transparencia, un huracán de cifras, de números y de dígitos ha llegado para hacernos el momento actual indescifrable.

Ansiamos una vacuna que nos permita volver a un mundo lejano, aunque solo hayan pasado unos meses. El futuro ya está aquí, el presente se ha acabado, el pasado no puede volver. Rusia asegura que es el primer estado del mundo en conseguir la vacuna sin establecer las pruebas exigidas por la comunidad científica internacional para darla por segura. Oxford, Estados Unidos... El ejército de China también iría avanzado en la competición. La única solución comprensible para la pandemia es un elemento más de propaganda, de relato.

Los principales periódicos españoles abren con la noticia de la existencia de una "caja B" en Podemos. Hasta el momento, los únicos indicios conocidos según los que el juez instructor se habría basado para abrir la causa son rumores. Las redes y determinados medios han ampliado la causa de la investigación a Podemos. En el pasado, distintas causas se han abierto contra Podemos, generando un estruendo mediático, para posteriormente ser archivadas. Una buena parte de la población sigue dando por válida el enunciado de la financiación iraní de la formación de Pablo Iglesias, cuando no la venezolana, pese al constante archivo de estas causas. Sectores amplios de población ya dan por hecho la existencia de una caja B en Podemos, pase lo que pase en el juicio posterior.

La diputada por Almería de Vox Rocío de Meer Méndez comparte en redes sociales un vídeo de una organización de tendencia neonazi polaca, la cual aboga por una sociedad basada en las reglas más ultraconservadoras del catolicismo y dibuja la segregación entre nacionales y extranjeros. Este discurso, fundamentado en los sentimientos que generaron las peores escenas de la historia del siglo pasado, se difumina como el polen en el mundo virtual.

Bienvenidos al siglo XXI, la época del relato, en la que no podrán diferenciar la verdad de la mentira. Bienvenidos al momento en el que entre confinamientos, indentidades corpóreas y virtuales, no somos capaces de diferenciar entre lo que acontece o nos imaginamos, entre lo que nos inventamos o contemplamos. La ficción y la realidad pegadas de la mano. O son molinos, o son gigantes, o no sabemos qué son. Cuidado con el suelo que pisan, no sea que no exista. Difícil momento para entender el presente, y el pasado. El futuro siempre será una incógnita.