La cruzada de Negroponte

3
Negroponte, durante su discurso tras ser investido doctor Honoris Causa por la Universidad Camilo José Cela. / ucjc.edu

Hablar de Nicholas Negroponte es sinónimo de videncia en el mundo de la tecnología. No como la que nos aturde cada noche en los canales de televisión. Esta es diferente. Sus predicciones se cumplen. La semana pasada visitó España, para recibir el doctorado Honoris Causa por la Universidad Camilo José Cela y participar además en un encuentro del Global Education Forum. Sorprende de Negroponte su cercanía con el periodista, siendo uno de los mayores gurús mundiales en esto de la revolución tecnológica. Sorprende, sobre todo, porque algunos productos nacionales con aspiraciones a igualar la fama del americano son bastante menos accesibles. Será nuestro clima.

Anda Negroponte desde hace tiempo en una cruzada por favorecer la educación en todo el mundo, sobre todo de los más necesitados, a través de la tecnología. Su proyecto One Laptop per Child (un ordenador para cada niño), pretende crear oportunidades educativas para los críos más pobres del planeta, proporcionando “un robusto y de bajo coste” ordenador portátil que además no consuma mucha potencia, sobre todo pensando en países donde la energía eléctrica es un lujo. De que el aparato es robusto puede dar fe el que firma esta columna. En nuestra presencia arrojó el ordenador al suelo sin que éste viese alteradas su estructura o funcionamiento. Sin duda, pensado para niños. Pequeños que con con su laptop podrán enseñar a leer y escribir a sus propios padres.

Los grandes problemas del mundo, la guerra, la pobreza o la conservación del medio ambiente, sólo tienen una solución, y tiene que ver con la educación. Sin ella es imposible acabar con el aislamiento, pero gracias a la educación, tenemos la esperanza para crear un lugar mejor”. Así se expresaba Negroponte en el momento de recoger su doctorado Honoris Causa por la UCJC, junto al directivo de Google Bernardo Hernández. Gracias a su proyecto se han distribuido dos millones de ordenadores en treinta países. Cada máquina cuesta unos 110 euros, aunque para Negroponte sigue siendo un precio demasiado alto para llegar a todos los rincones de planeta. Si su iniciativa no lo hace, busca culpables y acusa sin dudarlo a Intel - principal fabricante mundial de procesadores, el cerebro del ordenador - y Microsoft, gigante de los programas que usamos para, por ejemplo, escribir o confeccionar presentaciones. Son precisamente estos dos elementos, los procesadores instalados en los ordenadores de bajo coste de Negroponte, y el software libre del que están dotados, lo que según el fundador de la revista Wired no gusta a las dos grandes empresas de la informática. Con su ayuda, afirma, se podría haber hecho mucho más.

Ordenador portátil de bajo coste creado para el proyecto de Negroponte
Ordenador portátil de bajo coste creado para el proyecto de Negroponte. / laptop.org

El acceso en condiciones de igualdad a una educación de calidad es la única manera de crear una sociedad en la que todos tengamos las mismas oportunidades. Mirando el mundo que estamos construyendo, cuesta pensar que hay algo más allá de los movimientos de dinero y las escuelas de negocios. Negocios. Ya no se crean empresas. No se pone el foco dentro de dos décadas. Ahora se hacen negocios. Rápidos, si es posible. La cruzada de Nicholas Negroponte no tiene prisa, aunque el objetivo sea tan prioritario. El precio de un pequeño ordenador portátil desciende cada día, permitiendo el acceso a la tecnología de más personas. Él irá donde otros no quieren ir, aunque traten de impedírselo. Los que vemos su proyecto como otra isla de lucha por esa igualdad en medio de un mar de intereses económicos, sólo podemos apelar a la conciencia de los gobiernos para que contribuyan, y a los magnates del negocio informático para que no pongan palos en las ruedas. Nos está señalando el camino, y no es de los que se equivocan.

3 Comments
  1. Antonio López-Peláez says

    Completamente de acuerdo con Negroponte en que la educación es una palanca de progreso, igualdad y bienestar que nadie (o casi nadie) valora en su justa medida. Y completamente en desacuerdo con la delirante idea (tan extendida a fecha de hoy) de que los ordenadores portátiles son una varita mágica que va a extender la cultura y el saber entre los niños del mundo entero. En el terreno de la educación no existen las varitas mágicas. Y, de existir, es seguro que no se parecerían a un ordenador portátil. En nada.

    http://www.antoniolopezpelaez.com

  2. lol007 says

    herramienta != varita mágica.
    Fácil, no?

Leave A Reply