Social Confirming. Poder para los ciudadanos

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El Consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, Manuel Recio, durante la apertura de AIR 2010. Al fondo, Van Jones, asesor de Barack Obama. / J. Esteban Mucientes @mediotic

Vosotros no sois máquinas. No sois ganado”. Unas frases del discurso final de la película “El Gran Dictador” daban la bienvenida a los asistentes al AIR 2010 (Andalusian International Responsability), un encuentro organizado por la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, en el que se quieren poner las bases para el empoderamiento ciudadano en el control de la responsabilidad social de las empresas a través de las nuevas tecnologías. El consejero titular de la cartera, Manuel Recio, se encargó de afianzar las palabras de bienvenida. “Algo tan triste como la economía nunca debía dirigir el mundo”, pensó el dirigente político andaluz mientras estudiaba, precisamente, esa carrera. Es una ciencia triste que “nos recordaba que las necesidades eran infinitas y los recursos escasos”, afirmó.

Pero Recio no se quedó ahí. En su disertación desató un ataque frontal hacia el modelo capitalista y su declive, no sin dosis de autocrítica. “Estamos ante el derrumbe de un sistema que hoy criticamos todos, pero entre todos hemos dejado que se construya una sociedad injusta e insolidaria”, declaró ante un auditorio abarrotado, con muchos ciudadanos de a pie, miembros de asociaciones, bloggers, políticos y empresarios entre el público. “El mercado comenzaba su feroz dictadura mientras nos engatusaba, sobre todo, con préstamos”, continuó el consejero, que acusó también a algunas multinacionales de haber creado “un modelo de negocio sin ningún respeto a los derechos humanos”.

La idea para llevar a cabo este control ciudadano sobre las empresas ya tiene nombre: Social Confirming. Durante estos dos días, en Sevilla, se presentará en sociedad este nuevo concepto y se podrán escuchar opiniones tan autorizadas como la de Van Jones, asesor de Barack Obama, que tras recordar a los asistentes que en su país se ha tardado cuarenta años en recuperar la esperanza, dejó perlas como está: “Si quieren mirar al futuro, miren a los ojos de los trabajadores”. Todas las intervenciones giran alrededor de una idea común: la devolución del poder a los ciudadanos. Ese es el objetivo, y la herramienta para ello, la web social. Existe un convencimiento mayoritario entre los asistentes al evento, construido sobre la base de que ahora es posible que muchos pocos construyan un gran movimiento. Que las cosas cambien a través de pequeñas acciones, y sumadas otorguen a los ciudadanos el poder de modificar lo que otros deciden por ellos. Las empresas serán analizadas. Su responsabilidad social, el compromiso con el entorno y la aportación que hagan a un desarrollo sostenible, por ejemplo, serán indicadores auditados por los ciudadanos para identificar los negocios que crezcan conforme a un modelo diferente al que ahora es norma común.

No le falta razón a Manuel Recio en todo lo que dijo en su intervención ayer en Sevilla. Esta sociedad mundial ha sido capaz de exportar lo peor de cada casa, pero no de llevar a todos los países los modelos de educación y sanidad universal, o los sistemas de protección para los colectivos más sensibles. Un salario mínimo mundial, por ejemplo. Pensiones. Algo parecido al Estatuto de los Trabajadores, para aplicarlo en muchos países emergentes en lo económico donde niños cosen balones con los dientes para enriquecer a los de siempre. Una catástrofe social. La eliminación de barreras para el movimiento de capitales no lo fue para la expansión de los modelos socialdemócratas. No para ese estado del bienestar del que estamos tan orgullosos, y que ahora se ve amenazado por el poder financiero incluso en las naciones del llamado primer mundo. Mientras en muchos lugares del planeta grandes empresas tienen a su disposición millones de personas como mano de obra barata, esos modelos progresistas ahora son arrinconados por aquellos que han llevado a nuestra sociedad a la mayor crisis conocida por esta generación. Social Confirming aspira a ser el primer paso para cambiar el mundo. Así lo ven sus creadores. La utopía como objetivo nunca es demasiado. El político que no tenga en mente contribuir a crear un mundo más justo y solidario debería quedarse en casa, o rellenar la solicitud de empleo en alguna multinacional. ”No creo en el optimismo con moderación”, dijo Recio. Una declaración de intenciones. Las mejores carreras, las que hacen historia, las que son recordadas, siempre comienzan con un primer paso. Ojalá se haya dado en Sevilla.

3 Comments
  1. Victoria says

    Miedo me da, ese endiosamiento del sr consejero, al quien lo único que le faltaba era bajar desde el techo sujeto con hilo invisible ante el aplauso ardiente del público. Mejor no le doy ideas que ya nos habrá costado un buen pellizco del presupuesto de empleo el sarao, las dietas y el alojamiento de este evento

  2. andaluzparao says

    No me cansaré de decir que no hace falta air ni leches, que la ley es la que impone las normas de convivencia entre los seres humanos, las leyes las elaboran y aprueban los políticos, podemos hacer millones de jornadas de aire, tierra, agua y fuego, pero al final, sino se legisla no vale.

    Al señor consejero le pediría que hiciero el favor de defender sus palabras en el parlamento de Andalucía, a ver si ahora resulta que se ha vuelto marxista de repente, cuando de sobra sabe que el PSOE abrazó a la socialdemocracia en los años ochenta cagándose en los valores de su fundador.

    Menos engaños y reuniones absurdas, que todos sabemos como se puede salir de la crisis sin que lo paguen los trabajadores y teniendo control sobre las empresas solo es posible, si se trabaja en ellas y se obtienen los beneficios del propio trabajo, todo lo demás son falacias.

  3. Marisa says

    ChinoAS vencerán

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