Google y Twitter se suman a la revuelta egipcia

2
Gráfico con el tráfico de Internet en Egipto, antes y después del corte de la Red.

Las revoluciones no se inician en Internet, ni su utilización es un factor determinante para derribar gobiernos. Pero ayuda. Por eso el mandamás egipcio, como ya hicieran otros en su penosa situación con anterioridad, decidió tirar del enchufe de la Red y dejar el país más a oscuras todavía en lo que a la conexión telemática se refiere. Por un lado complica la labor de coordinación de una oposición lanzada a la calle, y además dificulta el trabajo de medios de comunicación y ciudadanos que enviaban información al exterior, minuto a minuto, de lo que ocurría en las calles de El Cairo y otras importantes ciudades del país. Así se comporta un gobierno que no cree en la democracia ni la practica. Un déspota como Hosni Mubarak, que se creyó Gamal Nasser y acabó como el perro faldero de los Estados Unidos en la región.

En esta lucha sin cuartel que los ciudadanos egipcios han iniciado contra los que les niegan un país democrático, han encontrado dos grandes aliados. Google y Twitter han entrado de lleno en la revuelta, facilitando a la población la publicación de mensajes en la red social de los 140 caracteres sin necesidad de una conexión a Internet. Basta con llamar a unos números de teléfono internacionales (+16504194196 / +390662207294 / +97316199855) puestos a disposición de todos por una nueva adquisición empresarial de Google, y los mensajes de voz se publicarán como texto en Twitter con la etiqueta #egypt, que es la firma electrónica con la que se identifican todos los mensajes que hablan sobre lo que sucede a orillas del Nilo. "No hace falta Internet. La gente puede escuchar los mensajes llamando a esos mismos números o visitando la página twitter.com/speak2tweet", afirman en el blog oficial de Google. Mubarak cortó Internet casi de forma completa, pero al igual que la verdad, la información se abre paso.

Necesitaba Google de acciones de este calibre para intentar paliar sus dubitativas actividades en países como China, donde durante mucho tiempo han sido transigentes con las exigencias del régimen comunista para censurar ciertas páginas incómodas en su buscador. En la historia de Egipto quedará su acción, junto a Twitter, para recuerdo de futuras generaciones. Es mejor ser recordado así, y que el mundo aplauda tus decisiones, que comenzar a tener los habituales comportamientos de las grandes multinacionales, que siempre van con el que gana.

Leave A Reply