El ciclo de Zapatero

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José Luis Rodríguez Zapatero, durante la presentación del candidato del PSOE en Asturias el pasado fin de semana. / Inma Mesa-PSOE

Zapatero debería volver a presentarse como candidato del PSOE a las elecciones del año 2012. Más que una aspiración, o un deseo, muchos en el entorno socialista no encuentran otra salida lógica para afrontar el calendario electoral que que se cierne sobre el país. José Luis Rodríguez Zapatero tiene que ser el candidato, porque cualquier otra opción sumiría al partido en un complicado proceso muy difícil de gestionar. Haciendo hipótesis, y para esto en el PSOE son únicos, el escenario de un Presidente del Gobierno renunciando a presentarse para un nuevo mandato llevaría aparejada la convocatoria inmediata de un Congreso Extraordinario, o bien un proceso de primarias del que nadie quiere oír ni hablar. Se considera que las experiencias habidas hasta la fecha, Madrid como ejemplo ideal, son más que suficientes para probar el compromiso que los socialistas tienen con este método de elección del candidato. Son de esta opinión los que verían con buenos ojos el ascenso de Alfredo Pérez Rubalcaba a la candidatura oficial para luchar por Moncloa, y tiene su lógica. Rubalcaba ha sido un respiro para millones de simpatizantes y afiliados que necesitaban de un referente diario para mantener la esperanza, y si asumiese como un último favor al partido su entrada como candidato en la batalla electoral, sólo le faltaba tener que someterse a una lucha previa materializada en las primarias. Con lo que ha llovido en ese terreno durante los últimos meses, y las sorpresas que depara.

El discurso dentro del PSOE no es unánime, faltaría más, porque desde otros muchos sectores, y sobre todo aquellos que tienen que pasar por la piedra de las urnas dentro de cuatro meses, la consideración hacia el Presidente ha cambiado de forma radical en los últimos tiempos. En esto de la política se pasa de héroe a villano sin remisión, y más cuando el que te señala se está jugando su futuro.  Basados de nuevo en la religión demoscópica, interpretan los resultados que obtiene el PSOE en las encuestas como la señal necesaria para el relevo, y con los mismos argumentos proponen al elegido para sucederle. Las demoscopia, esa visión del futuro por un agujerito que ultimamente ha traído más disgustos que alegrías a los socialistas, sigue siendo el gurú científico preferido para las predicciones electorales, e incluso piedra angular en la decisión final para el cabeza de lista. El problema es que luego los afiliados, cada vez que son consultados, demuestran una terco rechazo a los resultados arrojados por los sondeos de opinión.

Probablemente Zapatero deba volver a presentarse. Al no haber puesto fecha de caducidad a su mandato como lo hizo José María Aznar, el recordado, el Presidente tiene margen de maniobra suficiente para jugar sus cartas. A falta de más de un año para las elecciones, el debate generado sobre la candidatura socialista es una cuestión más mediática que orgánica, ya que los plazos serían lo suficientemente amplios como para no desvelar el secreto todavía. Pero si algo creen muchos socialistas es que Zapatero debe completar su ciclo con una nueva contienda electoral por la Presidencia, hasta el final, como ya hiciese Felipe González. La “dulce derrota” late todavía en el subconsciente del partido como ejemplo para analizar con frialdad la situación política y ver con objetividad que la coyuntura puede estar apoderandose de la estrategia y anulando la parte táctica de toda acción política. Eso de "no dar pistas al adversario", siempre ha sido marca de la casa socialista. Además, el hecho de pensar en las temidas bicefalias, o la posibilidad de que el nuevo candidato, elevado a los altares de la Secretaría General del PSOE y la candidatura a la Presidencia, perdiese las elecciones y presentase, como es natural, su dimisión con la consecuente nueva convocatoria del cónclave socialista, pone los pelos de punta. Pese a todo, Zapatero mantiene sus niveles de aceptación por encima de Mariano Rajoy, y su potencial cuando se abre la campaña electoral es mucho mayor que el demostrado por el candidato del PP. También es cierto que si Zapatero es capaz de volver a ganar unas elecciones, el contrincante perfecto para esa titánica tarea es Rajoy, perfectamente preparado para perder en un escenario tan favorable a sus pretensiones. La campaña de las generales será larga, y Mariano ya ha dado síntomas de cansancio en esas lides. Las siete vidas o más de Zapatero todavía no están consumidas, e incluso desde el PP se pone el acento en no dar por vencido a un animal político de la categoría del Presidente. El reloj corre en su contra, pero la historia del que llegó de León está llena de duras encrucijadas en las que salió airoso. Si Zapatero se presenta y pierde, será su primera vez. Aunque sólo sea por esto, merece algo más de crédito por parte de aquellos que lo han alabado durante años, dándole al PSOE el periódo de mayor tranquilidad interna en toda su historia.

5 Comments
  1. Cascos Presidente Asturianu says

    El Ave, la autovía paralizada del cantábrico, La luz, la jubilación, la reforma laboral y ahora el PSOE, PP y CiU consuman la canallada y aprueban definitivamente la Ley Sinde, Salvemos y Libremos Asturias de PePeros Y Sociatas incompetentes apoltronados y prepotentes, que ya nos han hecho demasiado daño.

    Información de afiliación: http://www.cascos2011.com/afiliacion-a-foro-asturias/

  2. Carlos2009 says

    Joder con el de mas abajo. Antes me apunto a la legión. Aunque sea para hacer de cabra.

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