La farmacia del Tercer Mundo, en peligro

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Cartel de Médicos Sin Fronteras contra el intento de la UE de restringir el acceso a los medicamentos genéricos. / msf.es

India es el segundo productor del mundo de genéricos. También son de origen indio el 91% de los antirretrovirales (ARV) con los que los niños de los países en desarrollo luchan contra el SIDA. Ahora, un acuerdo que negocian Europa y la India amenaza a lo que muchos consideran como la farmacia del Tercer Mundo. Y todo, por razones comerciales.

En 1970, alegando una cuestión de soberanía y derecho a la salud de su gente, el Gobierno indio decidió no respetar las patentes sobre medicamentos. La decisión impulsó una industria que, por ingeniería inversa, consiguió desarrollar miles de genéricos. Con un mercado potencial de 1.000 millones de personas, el sector farmacéutico indio prosperó. India, con el 22% de la producción mundial, acaba de superar a Italia, un país donde la legislación sólo permite patentar fármacos en casos excepcionales. El primer lugar lo ocupa China.

La excelente preparación de los investigadores indios y la feroz competencia (solo para tratar el VIH hay más de 50 productos) han provocado el desarrollo de buenas y baratas alternativas a las medicinas patentadas del Primer Mundo. De igual eficacia y menor precio, las medicinas indias han desplazado a buena parte de las occidentales en un centenar de países menos desarrollados que han podido ofrecer tratamientos a los suyos que antes les estaban vedados por razones económicas.

Sin embargo, todo el esquema está ahora en peligro. "La Unión Europea está negociando un acuerdo comercial con la India, cuyas consecuencias serán graves para miles de millones de personas que viven en los países en desarrollo", decía un editorial del British Medical Journal en su presente edición. Su autor, el director de la ONG Knowledge Ecology International, James Love, alerta de que, a cambio de acceso a sus mercados en otras áreas de la economía, "la UE quiere que la India, un país con muy bajos ingresos per cápita, adopte nuevas y duras normas sobre la titularidad y el respeto de la propiedad intelectual de las invenciones médicas". El acuerdo está a falta de unos flecos y se podría firmar en las próximas semanas.

La India ya tuvo que recular en 2005 cuando tras 10 años de presiones y negociaciones, modificó su legislación para  aceptar las patentes sobre medicinas que realmente supusieran un nuevo tratamiento. Lo que quiere ahora Bruselas es que, además, la industria india no pueda usar la información que aportan los laboratorios europeos cuando solicitan una patente. También quiere que, durante 11 años, no puedan aprovechar los resultados de los ensayos clínicos. "Durante este período de derechos exclusivos, los fabricantes de genéricos no podrán basarse en la información utilizada por el primer registrante del medicamento y deberán repetir los ensayos clínicos, costosos en dinero y en tiempo, lo que hará difícil o imposible registrar la versión genérica del medicamento", denuncia Love.

El problema puede parecer solo cosa de los indios. Pero la fabricación de genéricos, como toda investigación farmacéutica, suele implicar altos costos fijos en la fase inicial y fuertes economías de escala. Sin el tamaño del mercado indio como incentivo, no habría industria india de medicinas. Por esa misma razón, decenas de países más pequeños o aún más pobres sufrirán el colapso del sector farmacéutico indio. De aprobarse el acuerdo tal como está, las grandes farmacéuticas indias podrán fabricar, previo pago de derechos, medicinas patentadas en Occidente, pero se habrán convertido en meros ensambladores.

Mapa de la exportación de fármacos de origen indio contra el VIH. / jiasociety.org

Hoy la India tiene versiones más asequibles de medicinas occidentales para luchar contra el cáncer como el Imatinib de Novartis, afecciones cardíacas o pulmonares. Pero es el caso del VIH el que mejor demuestra que no hacen falta patentes para innovar. Un estudio publicado en septiembre pasado estimó por primera vez la aportación cuantitativa de la medicina india a la lucha contra el SIDA. Desde 2006, los ARV genéricos producidos en India han representado más del 80 % del mercado de los países en desarrollo financiado por donantes. Cifra que subió al 87 %  en 2008. Como se puede observar en el mapa (ver a la derecha), el primer consumidor de medicamentos contra el VIH es el Tercer Mundo, en particular el África subsahariana, la zona del planeta más castigada por la plaga.

En sus conclusiones, los autores del estudio coinciden con el editorial de James Love: "Los acuerdos de libre comercio que puedan crear nuevas obligaciones de propiedad intelectual para la India podrían aumentar los precios de los ARV, impedir el desarrollo de dosificaciones aceptables y retrasar el acceso a nuevos y mejores antirretrovirales". Su recomendación es clara; hay que levantar alguna barrera que imponga el derecho a la salud sobre los intereses comerciales: "India y sus socios comerciales - junto con las organizaciones internacionales, donantes, gobiernos nacionales, la sociedad civil y fabricantes de productos farmacéuticos - deben garantizar que haya margen de maniobra suficiente para que la industria de genéricos de la India siga con su papel central en el suministro de medicamentos genéricos de calidad y a bajo costo para los países en desarrollo.

3 Comments
  1. inteligibilidad says

    ¡Muy buen artículo! ¿Dónde están las estrellitas para ponerle un 5?

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