El final de Google podría comenzar en Murcia

La Red devora a sus hijos. Siempre lo hace. Grandes buscadores, empresas o productos otrora líderes indiscutibles en su segmento e iconos de lo más cool para una generación, duermen el sueño de los justos bajo la avalancha de los que llegaron para ocupar su espacio. Cuando Google sólo era un rumor, ninguno imaginábamos nada más impresionante y útil que el buscador Altavista, por ejemplo, o el propio Yahoo! Luego la creación de Sergey Brin y Larry Page sumió a todos en el olvido, y ni siquiera el todopoderoso emporio Microsoft ha conseguido hacer sombra a los chicos del algoritmo secreto en el negocio de las búsquedas. Nadie... hasta ahora, o al menos en eso confían los creadores de Ipiari Search.

En Murcia, desde su universidad, Junior Villagómez Melgar, boliviano y alumno de doctorado de la Facultad de Informática,  Tomás Franco, natural de esa tierra y antiguo estudiante de la Facultad de Economía y Empresa, junto al colombiano Jefferson Durán,  han creado un nuevo buscador que pretende hacer caer el imperio con sede en California. La principal seña de identidad de Ipiari es la presentación de los resultados, además de la posibilidad de compartirlos en Facebook o Twitter. Lo hace de forma gráfica, con una imagen de cada página web, para optimizar “los tiempos de búsqueda del usuario que al visualizar los resultados en imágenes decide de forma más rápida lo que está buscando que leyendo”, tal y como afirman en su web. Esta primera versión del buscador está disponible para iPhone, iPad y los navegadores navegadores Mozilla Firefox, Google Chrome, Opera, Safari e Internet Explorer. El propio Junior Villagómez comentaba a cuartopoder.es que Ipiari "se está introduciendo con mucha fuerza en un mercado algo saturado que tenía olvidado aspectos claves como la usabilidad, facilidad de uso y la posibilidad de socializar lo que buscamos", por lo que confía en que el buscador "está hecho para grandes cosas".

Villagómez, Franco y Durán ya tienen su propia empresa, Ipiari Corporation, con la que pretenderán rentabilizar su creación, bien sea por la propia expansión del buscador o a través de la llegada de capital externo. Ese ángel comprador que haga de Ipiari Search el negocio de su vida. Esperemos que estos tres emprendedores hispanos tengan más suerte, en lo personal, que Mark Zuckerberg y Eduard Saverin. En lo económico, con que tengan la milésima parte, ya habrán pegado el pelotazo. Tienen el punto de mira puesto en el mundo hispano. "Creemos que Latinoamérica es un excelente mercado para ipiari Search pues el español es uno de los idiomas más hablados del mundo", afirma Villagómez.

Puede que su producto esté llamado a ser el relevo. Una nueva generación que ponga contra las cuerdas a los títanes que ahora pelean en un cielo imposible de alcanzar para los simples mortales. Al menos de momento. El apoyo empresarial, y también público, a la investigación y desarrollo de este tipo de proyectos en nuestro país es lo que más se parece a ese nuevo modelo productivo del que tanto hemos oído hablar. Es curioso que haya tenido que ser en Murcia, donde el ladrillo creció sin control y ahora deja ver con crudeza los pobres cimientos de ese avance, el lugar en el que también aparezcan iniciativas que puedan suponer en un futuro el florecimiento de una industria que traiga un desarrollo real. Lo del cemento duró demasiado.

Por cierto. Ipiari proviene de una palabra guaraní que significa, "en busca de".