Google lanzó el martes su Music Beta, un servicio que permite subir a sus servidores hasta 20.000 canciones desde el propio ordenador. Desde ahí, los temas podrán escucharse en cualquier lugar y casi dispositivo. La discoteca, además, siempre estará sincronizada. Cada nueva canción en el equipo, se añadirá a la colección en internet. Suena bien, el problema está en los arreglos.
Después de un año negociando con las discográficas, Google estrena su servicio musical pero sin ellas. No ha habido manera de que llegaran a un acuerdo, al menos hasta ahora. En este tipo de lanzamientos protagonizados por una empresa tecnológica (ya sea Apple, Microsoft o Google), donde el servicio o aparato que venden se nutre de contenidos, suelen invitar a algún ejecutivo de Hollywood para que cante las maravillas de la alianza. Esta vez, solo estuvieron los programadores de Google presentando Music Beta en la conferencia anual Google I/O.
"Dos de los grandes sellos no estaban por la labor de colaborar y, francamente, exigían una serie de condiciones que no eran razonables y no nos permitían construir un producto sobre un negocio sostenible", dijo al New York Times Jamie Rosenberg, el director de contenidos digitales de Android (el sistema operativo que Google creó para los móviles). Las discográficas menos razonables son Sony Music y Universal Music Group, las dos más grandes, por delante de Warner Music y EMI.
No contar con Hollywood, ha obligado a Google a presentar una versión menos ambiciosa de su discoteca. Sin acuerdo de licencias, no hay tienda de música como sí tiene Apple con iTunes. Por eso, Music Beta ha quedado en poco más que un disco externo donde almacenar la música, que no es poco. El producto, que sólo está disponible en EEUU por ahora, es gratuito, al menos mientras estén en fase de pruebas. Los 20.000 temas se copian a servidores en la nube, en este caso en la nube de Google. El usuario los puede reproducir en cualquier ordenador vía internet, pero en formato streaming, es decir en línea, sin poder descargarlos. Por supuesto, tampoco puede compartirlos.
El tercer elemento de Music Beta son los móviles. Las canciones también podrán ser reproducidas en el móvil. Como en el ordenador, no se descargarán, aunque el servicio permitirá oir algunos temas aún sin conexión a internet. Pero sólo funciona con los terminales Android, el sistema de Google. Los que tengan un iPhone tendrán que seguir con iTunes. Google, que ayer presumía de que se han activado ya 100 millones de dispositivos con Android y se activan otros 400.000 al día, sabía que el punto débil de su sistema para móviles era el de los contenidos, en especial la música. Ya tiene otro flanco cubierto.
Pronto se sabrá la reacción de Apple y las discográficas. La compañía de Steve Jobs planea lanzar su propio servicio musical en la nube en junio. Y, en este caso, los sellos sí parece que estarán en la presentación que haga Jobs.