EEUU censura dos investigaciones por razones de seguridad

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El virus H5N1 (en amarillo), en progresión en células cultivadas por el Centers for Disease Control and Prevention de EEUU. Cynthia Goldsmith/CDC

En un mundo normal el hallazgo de un virus potencialmente letal para los seres humanos sería rápidamente dado a conocer para que las autoridades sanitarias y la comunidad científica pudieran encontrar un remedio lo antes posible. Sin embargo, este es un mundo donde algunos gobiernos tienen tanto poder que pueden censurar una investigación de este tipo. También es este un planeta donde hay quienes querrían hacerse con los detalles del trabajo científico para convertirlo en un arma biológica. EEUU ha optado por el oscurantismo frente a la publicidad alegando razones de seguridad que, quizá, dañen nuestra salud en el futuro.

En 1997 se produjo el primer caso dodumentado de un humano que contrajo la gripe aviaria H5N1 en Hong Kong. Desde entonces ha habido varios brotes más que han acabado con la vida de unas 400 personas. Su letalidad es muy alta, pudiendo acabar con entre el 20% y el 40% de la población afectada. Por fortuna se trata de una enfermedad propia de las aves y sólo se contagia si se está en contacto directo con los animales enfermos. Ahora, dos equipos de investigadores han hallado de forma independiente variantes del virus que se contagia entre mamíferos y por el aire, lo que despierta la pesadilla de una epidemia como la de la llamada gripe española que, con sólo una ratio de mortalidad del 2,5%, acabó con la vida de entre 20 y 40 millones de personas.

Investigadores del Eramus MC (Rotterdam, Países Bajos) han descubierto que el virus de la gripe H5N1 podría convertirse en un peligroso patógeno al poder propagarse entre los humanos simplemente respirando. En un laboratorio de máxima seguridad, forzaron una serie de mutaciones en el virus que fueron inoculando a varias generaciones de hurones desde hace una década. La respuesta inmunitaria de estos mamíferos a la gripe es muy similar a la humana. Un día comprobaron que varios ejemplares sanos contrajeron la enfermedad sólo por compartir caja con los inoculados. De forma paralela, otro equipo, este de la universidad estadounidense de Wisconsin-Madison, ha obtenido resultados similares. Ambas investigaciones estaban financiadas por el Departamento de Salud de EEUU. La holandesa iba a publicarse en la revista científica Science y el trabajo estadounidense, en la otra gran publicación científica, Nature.

Sin embargo, un comité de expertos en bioterrorismo que asesora al Gobierno estadounidense ha pedido que se publique una versión censurada de ambas investigaciones. "Ninguno de los manuscritos debe ser publicado con todos los datos y los detalles del experimento", dice el National Science Advisory Board for Biosecurity (NSABB) en sus recomendaciones al Gobierno de EEUU. "Las conclusiones de los manuscritos pueden ser publicadas, pero sin detalles experimentales y datos sobre la mutación que permita la replicación de los experimentos", añade.  Aunque sus informes no son vinculantes, si deben ser muy influyentes. Ambos equipos de investigación y las dos revistas científicas han acatado la instrucción.

Pero eso no significa que la compartan. Reconocen que las investigaciones podrían ser usadas para hacer mucho daño, mas dudan de que la censura no lo haga también. "Hemos tomado nota de las recomendaciones sin precedentes del NSABB para restringir el acceso público a los datos y los métodos y reconocemos las razones que hay tras ellas", publica Nature en una declaración. Y sin embargo, "es esencial para la salud pública que todos los detalles de los análisis científicos de los virus de la gripe estén disponibles para los investigadores", añaden . "Muchos científicos dentro de la comunidad de la gripe necesitan conocer los detalles de esta investigación con el fin de proteger al público, sobre todo si están trabajando con cepas del virus relacionadas", escriben desde Science, añadiendo que se tomarán un tiempo para decidir.

Las autoridades sanitarias de EEUU han asegurado que habilitarán un sistema para que el resto de la comunidad científica que trabaja con la gripe aviar tenga acceso a los datos. "Reconociendo el importante beneficio potencial de la información sobre los detalles experimentales para la investigación y la vigilancia de la gripe en el mundo, el gobierno de EEUU está trabajando para establecer un mecanismo que permita el acceso seguro a la información a aquellos que lo necesiten de forma legítima con el objetivo de conseguir avances importantes de la salud pública", dice el Departamento de Salud de EEUU.

Aparte de que será complicado mantener los detalles de la investigación en secreto una vez que lo hayan compartido unas decenas de científicos, los responsables de las investigaciones no creen que sea fácil replicar sus resultados. "A los países malos o a un grupo terrorista les llevaría años", aseguró el investigador del Erasmus MC y principal autor del hallazgo, Ron Fouchier, a The New York Times. Pero el problema de fondo es otro: ¿El secreto garantiza que la información no caiga en malas manos? o ¿es la publicidad el mejor arma para encontrar una vacuna contra esta gripe mutante? Para Fouchier y otros muchos científicos, la Naturaleza es el mayor bioterrorista. "Hay muchos agentes patógenos en la Naturaleza que se puede obtener con mucha facilidad, y si los liberaramos entre los humanos, estaríamos en problemas", añade Fouchier.

El verdadero peligro no es que la mutación descubierta por los científicos escape de su laboratorio o alguien les robe la fórmula, lo peor que puede pasar es que esa misma mutación suceda de forma natural fuera de los laboratorios. Entonces no habría secreto que nos salvara. "Eso es lo que nos debería de preocupar y no alguien sentado en una cueva de Afganistán", dijo a AFP el profesor John Oxford, de la  Queen Mary's School of Medicine de Londres. El mejor antídoto sería entonces abrir las puertas, no cerrarlas. Su colega del Instituto Pasteur de París, Jean-Claude Manuguerra, planteó en una entrevista a la misma agencia dos dudas:  "¿Quién va a establecer los procedimientos para la publicación? ¿Y quién tendrá acceso a los datos completos?"

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