El cierre de Megaupload enciende la red

3
El FBI anunció el cierre de la página de descargas MegaUpload y la detención de cuatro ejecutivos en Nueva Zelanda. / Efe

El FBI cerró en la tarde del jueves (hora española) la página web Megaupload. Para los que no la conozcan, se trata del decimotercer sitio más visitado en todo el mundo y, con 180 millones de usuarios registrados, se había convertido en un enorme disco virtual con billones de archivos, muchos de ellos películas, canciones y libros que estaban ahí sin autorización de sus autores. Pero, prescindiendo de la valoración personal sobre el negocio que se habían montado, la detención de cuatro de sus responsables, todos europeos, en Nueva Zelanda, por una orden de EEUU, muestra el enorme poder que este país tiene más allá de sus fronteras. En respuesta al poder del imperio, la noche pasada se produjo uno de los mayores ataques cibernéticos de la historia.

Los dueños de Megaupload, visitada a diario por unos 50 millones de internautas, están acusados de conspiración para el crimen organizado, conspiración para cometer una infracción de copyright y conspiración para cometer lavado de dinero. Según la nota publicada por el Departamento de Justicia, que no deja de ser una nota policial y por lo tanto parcial, los siete acusados (cuatro alemanes, un eslovaco, un estonio y un holandés) habrían ganado con Megaupload y otros sitios satélites como Megavideo o Megaporn, 175 millones de dólares desde 2006 y provocado pérdidas a la industria cultural de otros 500 millones de dólares.

El negocio de Megaupload es el alojamiento de archivos. Los internautas pueden crearse una cuenta gratuita y alojar en sus servidores (unos mil repartidos por todo el mundo) sus datos. Pero la mayoría lo venían usando para descargar archivos multimedia. La mayoría de las páginas de enlaces españolas, por ejemplo, enlazaban a sitios como Megaupload. El dinero entraba por medio de las cuentas premium, de pago, y de la publicidad generada por los más de mil millones de personas que alguna vez han visitado la página.

De los siete acusados, cuatro fueron detenidos por la policía neozelandesa tras recibir un requerimiento del Gobierno de EEUU. Según la prensa local, se les requisaron 50 millones de dóalres tras intervenirles decenas de cuentas bancarias. Hubo registros en una decena de casas y locales y también se interceptaron varios coches de lujo. Otros tres acusados siguen en libertad. En la operación han colaborado las policías de EEUU, Canadá, Países Bajos, Alemania y Nueva Zelanda.

Pero el supuesto elevado tren de vida que llevaban los detenidos no ha impedido que Internet se incendiara. Por momentos, anoche hubo hasta 3.800 mensajes de Twitter por segundo relacionados con #Megaupload. Sólo unas horas después de saberse la noticia del bloqueo de Megaupload, las páginas web del Departamento de Justicia de EEUU, las patronales de la música y el cine (RIAA y MPAA), las de algunos sellos discográficos, como Universal y hasta la del FBI cayeron temporalmente tras recibir el ataque coordinado de miles de simpatizantes del movimiento Anonymous. "Nosotros, Anonymous, estamos lanzando nuestro mayor ataque de siempre contra los sitios del Gobierno y los de la industria musical. ¿Creía el FBI que no les iba a pasar nada tras lo que han hecho? Nos deberían de haber esperado", dice un retador comunicado del colectivo. Minutos después, la web del FBI también caía, aunque sólo por unas horas.

La oleada de ataques se extendió a Europa, donde las web de la española SGAE y la Francesa Hadopi también estuvieron inaccesibles de forma intermitente. En el comunicado de Anonymous se señala también a otros objetivos de la industria cultural mundial y departamentos del Gobierno de EEUU. Con la llegada del día al continente europeo, es probable que los ataques se recrudezcan.

¿Qué hace que miles de internautas anónimos salgan en defensa de unos personajes que, siempre según la nota policial, vivían a todo lujo, habiéndoseles requisado gran cantidad de dinero y coches de lujo, y que su negocio descansaba sobre la vulneración de la propiedad intelectual? Primero, una acción montada por el FBI contra ciudadanos europeos en un tercer país para defender los interesas de la industria estadounidense ha sido vista por muchos como una prueba del poder del imperio. Ahora, será un juez neozelandés el que decida si extradita o no a los detenidos. Una operación así, instigada por el FBI y por delitos contra la propiedad intelectual, no parece que hubiera sido posible en territorio europeo.

En segundo lugar, la demostración de poder en la red se produce un día después de que internet viviera el mayor apagón desde que existe. El miércoles, miles de páginas webs de EEUU cerraron en protesta por dos proyectos de ley que buscan, precisamente, cerrar sitios extranjeros como Megaupload. ¿Para qué se necesitan esas nuevas leyes si con las que hay se pueden iniciar operaciones como la de ayer?

Y en tercer lugar, la red ya está entrenada en ciberactivismo desde la explosión de solidaridad que hubo con Wikileaks hace ahora algo más de un año. Esta vez la causa es defender el intercambio de archivos, aunque sea defendiendo a cuatro aprovechados. Pero como explican tanto el profesor Enrique Dans como el el abogado Carlos Sánchez Almeida, el intercambio de archivos seguirá tras Megauplodad como siguió tras el cierre de Napster hace ahora casi una década. Quizá en unos meses no haya páginas que faciliten la descarga, pero los programas de intercambio P2P volverán a recuperar su vieja gloria. Y, si esto ocurre, no les quedará otra que ir contra los propios ciudadanos que siguen sin ver nada malo en compartir lo que tiene. Por cierto, a pesar de que les han bloqueado 18 dominios, ya hay una nueva Megaupload en otro lugar. Es lo que tiene internet, que está diseñada como si fuera un terminator.

3 Comments
  1. celine says

    Un buen dilema. Por un lado, la gente despierta para hacer dinero -make money- de lo que sea. Por otro, creadores no necesariamente millonarios, que ven que sus creaciones salen gratis a todo quisqui. Para decidirme por alguna de las partes contendientes, tendré que esperar a saber más o a entenderlo. El articulo ayuda pero sospecho que queda mucho que contar.

  2. krollian says

    Asunto muy complicado. Hay millones de ficheros personales con información privada.

    Esta mañana se quejaba un oyente en RNE de que tiene fotos, vídeos y documentos personales desde hace 10 años alojados en Megaupload y se ha quedado sin nada.

    Para bien o para mal, era un lugar de almacenamiento masivo y revisar todo su contenido es una labor delicada.

Leave A Reply