Las patentes son, junto al número de estudios científicos publicados, el principal indicador para medir la salud investigadora de un país y, con ella, las bases de su progreso económico y social. Aquí, España también está de retirada. Mientras el resto del mundo muestra un fuerte crecimiento en número de solicitudes, nuestros país ha vuelto a niveles de 2008. En el año en que China se ha convertido en la primera potencia mundial en patentes, con alrededor de medio millón de patentes, los españoles apenas presentaron 5.000.
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) acaba de presentar su informe Indicadores Mundiales de Propiedad Intelectual. Lo primero que llama la atención es que, a pesar de la crisis, el año pasado se pantentó más que nunca. Por primera vez se superó la cifra de los dos millones (2,14) de patentes solicitadas. El número de solicitudes finalmente concedidas tiene un valor más relativo, ya que las concesiones pueden corresponder a registros de distintos años. Aún así, fueron casi un millón las validadas por las distintas oficinas de patentes y marcas registradas. El informe de la OMPI permite radiografiar el estado de la investigación aplicada en el mundo.
Y en ese mundo, España pinta hoy un poco menos. El boom económico que vivió este país desde finales de los años 90 tuvo su correlato en el negociado de las patentes. Desde 1997 y hasta 2008, el primer año de la crisis, el número de patentes made in Spain se dobló. El primer año, las presentadas por los residentes en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) fueron 2.623 patentes. En el segundo, ya eran 4.957. Según el informe de la OMPI, esta cifra ha bajado hasta las 4.846 en 2011. La reducción puede parecer modesta, pero contrasta con el incremento acumulado durante la década anterior de unas 200 patentes cada año.
También va en contra de la tendencia mundial: mientras el resto del mundo asistió a un aumento de las solicitudes de patentes de un 7,8% (al que hay que sumar otro 7,5% el año anterior), en España ha bajado un 2,1%, hasta las cifras de 2008. En cuanto a las solicitudes presentadas en el extranjero (para proteger fundamentalmente invenciones españolas en otros mercados), la situación es similar, aunque la caída es mas suave. De los 5.731 registros en 2010 se pasó a 5.718 el año pasado.
El informe de la OMPI también cubre otros aspectos relacionados con la propiedad intelectual como las marcas, los modelos de utilidad (una especie de pequeñas patentes), dibujos o modelos industriales y las obtenciones vegetales (protección de nuevas variedades). En los tres primeros casos, en 2011 se produce una leve mejoría respecto a 2010. Sin embargo, salvo el caso de las solicitudes de dibujo o modelo industrial, aún no hemos recuperado los niveles de 2008. En marcas, por ejemplo, se registraron más de 60.000 aquel año frente a las apenas 45.000 de 2011. En cuanto a la protección jurídica de las nuevas variedades vegetales, terreno en el que España sí es la séptima potencia, los resultados son contrapuestos. Mientras la concesión de registros se ha reducido en un 23%, las nuevas solicitudes crecieron un 35% el año pasado. Con todos esos datos, España ocupa hoy el puesto 21 del mundo, según la OMPI.
El primero es China. Todo venía indicando que se iba a convertir en la primera potencia. Ya lo es en el terreno de los estudios de ciencia básica y ahora lo consigue en número de patentes. Con 526.412 solicitudes de registro, el país asiático adelanta por primera vez a Estados Unidos. Su crecimiento se ha debido en especial a las solicitudes hechas por los propios chinos, que han crecido un 40% en un sólo año. En todo el siglo pasado, sólo tres países, Alemania, Japón y Estados Unidos, ocuparon el primer puesto en el ranking. Parece que el siglo XXI va a ser para el gigante asiático. Como dice el director general de la OMPI, Francis Gurry, "las tendencias reflejan el cambio experimentado en la geografía de la innovación".
Por sectores, el informe de la OMPI confirma el predominio de las nuevas tecnologías. Los crecimientos más importantes se producen en el campo de las comunicaciones y lo digital, convirtiéndose las patentes relacionadas con la informática en las más abundantes, con casi 130.000 en todo el mundo, por delante de las patentes farmacéuticas. Aquí España, tiene un lugar discreto. Por solicitantes, sólo Telefónica ocupa un puesto destacado. La compañía es la que más patenta en España, tras el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
¡Que inventen ellos, que a nosotros ya nos inventaron las becas-basura, la precariedad y el paro!!!!!