Twitter quiere ser el nuevo WhatsApp

El auge de los servicios de mensajería instantánea y las nuevas aplicaciones móviles que permiten a los usuarios comunicarse a través de la fotografía y de las retransmisiones de vídeos –en algunos casos, en directo- están provocando un cambio de tendencia en Internet que ha dejado a algunos servicios como Twitter estancados, sin apenas registrar un incremento significativo de usuarios en los últimos meses.

Por ejemplo, WhatsApp acaba de anunciar que ha sobrepasado los 800 millones de usuarios activos al mes y justo ayer lanzaba sus videollamadas gratuitas para usuarios de iPhone (algo disponible en Android hace semanas).

Por otra parte, Instagram ha experimentado un crecimiento espectacular en los últimos nueve meses, en los que ha pasado de 200 a 300 millones de usuarios activos al mes (se consideran activos aquellos que entran al servicio al menos una vez cada 30 días). Supera así a Twitter, que continúa anclado en 288 millones de usuarios, registrando un incremento de tan sólo cuatro millones de usuarios activos durante el último trimestre.

Esto ha hecho saltar las alarmas en la red de microblogging, que está centrando sus esfuerzos en renovar el servicio para atraer a más usuarios. Por eso en las últimas semanas ha incorporado numerosos cambios: ha modificado su página de inicio para hacerla más atractiva y que más usuarios acaben entrando al servicio, ha mejorado la forma de hacer retuit y permite utilizar hasta 116 caracteres…

La última de las modificaciones acaba de ser anunciada y supone un cambio muy importante en la manera en la que los usuarios se relacionarán a partir de ahora en Twitter. Hasta este momento, sólo se podían enviar mensajes directos (DM) a otros usuarios que fueran nuestros seguidores en la red de microblogging. Sin embargo, ahora Twitter abre la posibilidad a que cualquiera pueda enviar un DM a otro miembro de la plataforma.

La medida ha preocupado a muchos usuarios, que la ven como una amenaza a la privacidad en la red y temen que las cuentas se llenen de mensajes directos no deseados o spam. Para evitar esto, Twitter ha señalado que la nueva funcionalidad no será de obligatorio uso sino opcional. Será el usuario el que, de manera proactiva, tenga que activar la posibilidad de recibir mensajes directos de cualquier otra persona en el menú de configuración de su cuenta.

Lo que puede considerarse como una mejora en el terreno de la atención al cliente (por ejemplo, si una compañía decide “abrir” su cuenta corporativa a la recepción de mensajes directos por parte de cualquier cliente o potencial cliente) debe ser entendido también como un movimiento de Twitter por convertirse en una alternativa a los sistemas de mensajería instantánea que aglutinan en algunos casos casi el triple de usuarios: WhatsApp (800 millones) y Facebook Messenger (que ya ha superado los 500).

De hecho, ya inició esta transformación cuando hace unas semanas incorporó los mensajes directos colectivos, entre grupos compuestos por hasta 20 usuarios.

La posibilidad de enviar DM a cualquier persona reafirma esta teoría: Twitter quiere que sus miembros no sólo utilicen la plataforma para informarse, sino también como herramienta que les permita comunicarse entre sí de manera instantánea.

Quizá si consigue esto logre romper la barrera de los 300 millones de usuarios activos al mes. Por eso la compañía potencia ahora el que se envíen mensajes directos desde el teléfono móvil. En su aplicación oficial para iPhone (todavía no en la de iPad, ni en la de Android, pero estará disponible próximamente) ha aumentado el tamaño del botón que incita al envío.

Sin embargo, algunos usuarios se han mostrado reticentes a los cambios, alegando en la propia plataforma que se está perdiendo la esencia del microblogging tal y como siempre se entendió.