¿Cómo cambiará Internet la nueva Ley del Copyright aprobada por la Unión Europea?
- La Eurocámara aprueba la reforma de la ley del Copyright, que busca proteger a los creadores de contenidos en Internet
- La norma obligará a Facebook, YouTube y otras redes a crear sistemas para detectar contenidos con derechos de autor antes de publicarlo
- El texto no supone el fin de los memes ni los archivos GIF, aunque su empleo podría quedar limitado en algunos casos
La Eurocámara aprobó ayer el acuerdo provisional de la nueva directiva europea de Derechos de Autor tras más de dos años de negociaciones y en medio de una férrea polémica que mantiene enfrentados a usuarios de Internet, grandes empresas del sector y asociaciones de Internautas.
La nueva normativa, que ha sido aprobada por 348 votos a favor, 274 en contra y 36 abstenciones, cambiará de forma radical la manera en la que se producen y se consumen contenidos online. La Ley del Copyright está pensada, según palabras del vicepresidente de la Comisión y responsable de Agenda Digital, Andrus Ansip, durante un encuentro con periodistas al que asistió cuartopoder.es, para defender los derechos de quienes crean contenidos en la red. "Es un gran paso adelante. Acaba con la fragmentación y es un paso clave para completar el Mercado Único Digital. Por primera vez, la UE tiene reglas comunes claras sobre la explotación del patrimonio cultural, datos y textos", señaló.
La norma tardará todavía un par de años en entrar en vigor, pues falta que sea aprobada por los 28 países miembros del Consejo Europeo y, posteriormente, tendrán que adoptarla cada uno de los Estados, pero ciertamente supone un cambio radical en la manera en la que se ha entendido Internet hasta ahora en la Unión Europea. ¿De qué manera cambiará las reglas del juego?
Por una parte, la nueva normativa obligará a las redes sociales y a cualquier plataforma de contenidos en Internet a respetar los derechos de autor de manera proactiva. En este sentido, Facebook, YouTube, Twitter… estarán obligadas a implementar un sistema que permita reconocer los contenidos con derechos antes incluso de ser publicados.
Es más, el nuevo texto supone que las redes sociales serán responsables del contenido que alojen, aunque lo hayan subido sus usuarios. Por eso, si no emplean este sistema de detección previa, recibirán importantes multas económicas para responder a la afrenta a los derechos de autor generados por los contenidos subidos indebidamente por sus usuarios.
Hasta ahora, las plataformas online eliminaban los contenidos con derechos a posteriori, una vez publicados, tras recibir una petición por parte del autor o si sus sistemas de detección eran capaces de identificarlos. Pero una vez se ratifique la nueva Ley de Copyright, esta acción deberá ser realizada con anterioridad a la publicación.
Las grandes compañías online llevan meses quejándose de que desarrollar estos sistemas previos supondrá un coste muy elevado que no serán capaces de asumir, lo que podría repercutir en el usuario final, al producirse el cierre de los servicios o que tuviera que hacer frente a un sobrecoste para seguir utilizándolos. Las compañías emplearían ese dinero recaudado para pagar la multa o el desarrollo de los sistemas de detección de contenidos con derechos.
Esta es una de las razones que provoca las críticas de las asociaciones de internautas, a pesar de que las empresas de Internet más pequeñas, aquellas que hayan sido creadas en los tres últimos años, no se verán obligadas, en principio, a cumplir con ese requisito técnico. Pero no es la única queja. Por ejemplo, muchos organismos señalan que los sistemas informáticos que tendrán que emplear las redes sociales son una especie de censura previa para los contenidos que se elaboran en Internet. Además, dejan en manos de algoritmos automáticos la identificación de los contenidos.
Esto supone algunos problemas de difícil resolución. Por ejemplo, la normativa aprobada establece algunas salvedades a la hora de publicar contenidos con derechos de autor. Por ejemplo, podrán utilizarse libremente los contenidos con fines educativos (si se publican en Wikipedia u otras plataformas sin ánimo de lucro) o en casos en los que prime la ironía y la sátira.
Así las cosas, la Ley del Copyright no supondrá el fin de los memes y los archivos GIF, tan populares en Internet, como en un principio se pensó. Sin embargo, esto será así en la teoría, puesto que los algoritmos que tendrán que identificar los contenidos de manera previa no sabrán captar las sutilezas de los mensajes para determinar su intencionalidad. Por ejemplo, si se publica una parodia de un programa de televisión en YouTube incluyendo imágenes del original, el sistema de detección podría interpretar que se han empleado partes del programa -contenido con derechos- y no percatarse de que se trata de un contenido irónico. La solución no es sencilla.
Otro de los cambios más importantes que supone la nueva normativa de los Derechos de Autor en la Unión Europea es la que se refiere a los agregadores de noticias, que emplean contenidos publicados por medios de comunicación. A partir de la aprobación de la Ley del Copyright, empresas como Meneame, Digg, Reddit o incluso buscadores como Google News, no podrán reproducir textos completos, sino pequeños fragmentos de un contenido periodístico.
Queda por ver qué entiende la Comisión Europea por “pequeño fragmento” y cuáles serán los criterios que se establezcan. Por el momento, se sabe que se podrá enlazar, pero se desconoce el resto de variables que permitiría reproducir partes de un texto.
La norma, además, abre la puerta a que los medios de comunicación soliciten a estas empresas una compensación económica por emplear sus contenidos. Esta situación, que sería nueva en Europa, no lo sería en España, donde ya hace cuatro años se estableció la “Tasa Google” motivo por el que Google cerró definitivamente su servicio agregador de informaciones Google News.
La compañía del buscador emitió ayer un comunicado en contra de la nueva normativa aprobada por la Eurocámara, aunque señala que el texto mejora algo en comparación con el propuesto en un principio el año pasado. “Aún así, seguirá comportando inseguridad jurídica y perjudicará a las economías digitales y culturales europeas”, establece el gigante de Internet.