Los iraquíes dan la espalda al integrismo

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Los iraquíes que fueron a las urnas el domingo 7 de marzo han preferido, en esta ocasión, respaldar a formaciones políticas alejadas del integrismo religioso y de  planteamientos étnicos sectarios. Al menos, así se desprende de una encuesta realizada entre los votantes por el Instituto de Información Guerra y Paz, una entidad que tiene un reconocido prestigio, tanto en Irak como internacionalmente, debido a su forma de trabajar.

Las consideraciones que realiza este instituto son de gran fiabilidad ya que tiene colaboradores en todas las provincias del país, sean estas de mayoría chií o suní. En concreto, el trabajo de campo ahora divulgado se ha realizado en diferentes distritos de la capital, en las ciudades suníes de Mosul, Baquba, Tikrit y Falluja; y en las chiíes de Basora, Nayaf, Diwaniya, Kut y Nasiriya. A falta de los primeros datos significativos que la Comisión Electoral está tardando en suministrar, las valoraciones de la citada encuesta son un buen indicativo sobre la orientación que ha tenido el voto de los iraquíes en estas trascendentales elecciones parlamentarias.

Según informa el citado instituto, cuando sus colaboradores preguntaron a los electores sobre el sentido de su voto, en la mayor parte de los casos, las personas entrevistadas explicaron que lo más importante en estos momentos es dejar al margen las cuestiones sectarias y religiosas, y formar un gobierno de unidad nacional que se pueda centrar en las labores de reconstrucción. Entre los asuntos más apremiantes, muchos electores comentaron que la seguridad, el suministro eléctrico, las condiciones sanitarias y el desempleo eran los temas prioritarios que debía encarar el nuevo gobierno.

En relación a las preferencias concretas, en la zona suní, buena parte de los entrevistados aseguraron haber votado por Iraqiya, la lista liderada por el ex primer ministro Ayad Alawi. Por lo que se refiere a la zona chií, la candidatura más mencionada fue la del actual primer ministro, Nuri al Maliki. Ambas coaliciones son de nuevo cuño, se presentaban por primera vez a unos comicios parlamentarios y basan sus programas en alejarse del sectarismo étnico y religioso. Por lo tanto, quedarían en un puesto secundario los partidos con posiciones claramente integristas, como el Partido Islámico, entre los suníes, y el Consejo Supremo, Fadhila o el grupo de Muqtada al Sader, entre los chiíes.

Para que sea posible este fundamental cambio, obviamente, ha sido necesario que haya aumentado la oferta de listas con posibilidades reales de tener un grupo parlamentario fuerte; y esto es lo que exactamente ha ocurrido dentro de las tres grandes comunidades: chiíes, kurdos y suníes. Incluso en la región kurda, donde hasta ahora era incuestionable el dominio de los dos movimientos históricos –el Partido Democrático y la Unión Patriótica del Kurdistán-, se ha abierto un hueco el grupo Gorán (Cambio), de nueva creación, que podría tener hasta 14 parlamentarios en Bagdad.

En este sentido, sobre todo entre la mayoritaria población chií, ha sido esencial la postura adoptada por su líder espiritual: el gran ayatolá Alí Sistani. En contra de lo que hizo en comicios anteriores, la máxima autoridad chií ha dado libertad para votar a  cualquier candidatura, fuera esta chií, suní o kurda. Esta decisión tiene, sin embargo, una lectura de mayor calado: con esta libre recomendación, Alí Sistani y las máximas autoridades del chiísmo han dado un paso más en el reconocimiento de la diversidad cultural y religiosa del país.

2 Comments
  1. apolitico says

    Esto me recuerda este chiste que circula por la red:

    Una periodista occidental vuelve, después de 10 años, a visitar una zona al sur de Afganistán. Con sorpresa las mujeres que antiguamente caminaban siempre un metro detrás de sus maridos, ahora lo hacen caminando cinco metros delante de ellos. Interesada por este cambio de comportamiento, imaginó que tal modificación de esta situación podría corresponder a un avance en la sociedad. Lo curioso viene cuando a una de las mujeres le preguntó:
    – ¡Esto es maravilloso! ¿Qué ha sucedido para que desapareciese esa costumbre absurda de caminar detrás de los maridos y que ahora caminen siempre delante de ellos?
    La mujer respondió:
    – Minas

  2. jonathan says

    Fuerte, ¿no? Pero suena tan real…

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